19. Déjame

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Kyler.

Tocaba guitarra desde los ocho años. Desde que era más pequeño amaba el sonido de la guitarra, siempre había sido mi instrumento favorito.

Cuando cumplí seis papá me compró una de juguete y eso sólo me emocionó más. Me juré a mí mismo que tocaría guitarra. Papá me inscribió en las clases cuando cumplí ocho y nunca había estado tan feliz de ir a clases.

Con el tiempo fui aprendiendo más y más, y cuando papá murió meses después de que me inscribiera le juré que sería el mejor. Siempre quise tener una banda y cuando estaba en secundaria conocí a Ben y Cameron. Nos hicimos amigos y ahí fue cuando ellos me contaron que también tocaban.

Decidimos iniciar una banda juntos. Ensayábamos todos los fines de semana y los miércoles por la tarde. Luego conocimos a Layla, que era nueva en la escuela. Nos hicimos amigos de ella y nos contó que tocaba el piano. Le preguntamos si le gustaría unirse a la banda y ella aceptó.

Seguimos practicando y cuando finalmente sentí que estabamos listos, hablé con el dueño de la librería donde Skyler trabajaba. Él fue amigo de mi padre y con gusto nos dio su aprobación para que tocáramos en el lugar.

Empezamos a tocar ahí para poder ganar más público y las personas pudieran escucharnos. En varias ocasiones invité a Jake y Kyle, pero no venían. Hasta que Kyle conoció a Skyler.
Él venía cada sábado que tocábamos sólo para verla. Estúpido enamorado.

Nuestro sueño con la banda siempre había sido llegar a grabar un disco. Poder ser reconocidos por nuestro talento. A medida que pasaban los días las personas empezaban a hablar de nosotros y eso era increíble.

Las canciones que tocábamos la mayoría no eran nuestras. Pero desde que conocí a Hayley... Ella se convirtió en el motivo de mis canciones.

Ella se había convertido en mi motor, ella era quién me impulsaba a seguir adelante, quería ser el mejor sólo para ella.

Después del accidente, me había vuelto una mierda. Nunca en mi vida me había sentido tan mal conmigo mismo, y más al enterarme que Hayley era la chica del hospital. En ese accidente no sólo había perdido a mi novia, sino que también había aurrinado la vida de Hayley. Había arruinado su vida sin siquiera conocerla. Le juré que no me acercaría a ella, que no dañaría más su vida y eso parecía posible porque ella vivía en California y yo en Denver. También le juré a Molly no me volvería a enamorar, que no volvería a dañar a alguien.

Pero mi promesa que rompió el día que conocí a Hayley. Había algo en ella que se me hacía familiar, pero nunca imaginé que era la misma chica que vi ese día en el hospital.

A pesar del odio contra mí mismo, de mi amargura, dolor, y culpa, Hayley logró meterse en mi piel. Ella me hizo ver que a pesar lo oscuro que este todo, siempre hay una luz en el camino. Y ella fue mi luz.

Nunca en la vida me había dolido tanto dejar a alguien como el día que me alejé de ella. Después de ver todo el dolor que le había causado no podía seguir a su lado. No podía seguir viendo como la estaba destruyendo. Así que decidí poner distancia entre nosotros y por eso me fui a vivir con mi madre y la abuela.

Estuve dos años con ellas. Dos años en los que no dejé de pensarla, dos años en no la dejé de amar. Y eso sólo me hacía darme cuenta de nunca amaría a nadie más como amo a Hayley.

En esos dos años pude perdonarme a mí mismo, porque ¿Cómo podía amar a Hayley, cuándo no me amaba y perdonaba a mí mismo?

En esos daños pude encontrar mi propia paz. Y cuando finalmente estuve listo, regresé por ella.

A Pesar Del Tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora