5. Día del maestro

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Los días empezaron a pasar. Y la verdad nunca en mi vida me había sentido tan confundida.

Quería a Chris, de verdad lo hacía, pero no podía sacarme a Kyler de la cabeza y sé que a pesar de no lo quiero aceptar, aún sentía algo por él y eso me hacía sentir terrible.

Chris me dijo en varias ocasiones que me notaba extraña y tal vez lo estaba, no sé.

Kyler había estado dejando notas pegadas en la puerta de mi balcón. Todas y cada una de ellas las guardaba en la pequeña caja que tenía de nosotros, en ella tenía el libro de canciones que me regaló para mi cumpleaños y me preguntaba si seguía tocando. También tenía, la carta que me había dejado y junto a ella la fotografía que nos habíamos sacado el día de la boda de Roth y Mel.

Empecé a leer algunas de las notas que había estado dejando desde hace unos días atrás.

"Pasé 714 días alejado de ti, y en ninguno de esos días te dejé de pensar"

"Por más que quise sacarte de mi corazón, más fuerte se volvía mi amor por ti"

"Tu voz es la única melodía que quiero escuchar"

"Mi corazón pareció volver a la vida al besarte de nuevo"

Y más notas que dejaba cada día. No había vuelto a hablar con él desde que me besó de nuevo hace una semana. A veces cuando pasaba por su tienda lo miraba hablando con Nath o atendiendo a algún cliente.

Y si me preguntaban qué había sentido con su beso, les diría que todo. Porque así era, Kyler había vuelto a despertar esos sentimientos que trataba de guardar en algún lugar de mi corazón.

Ahora, estaba sentada con Chris en mi sala mientras mirábamos un programa que no sabía cómo se llamaba. Chris hacía comentarios, pero la verdad no estaba escuchando, sólo asentía de acuerdo con lo que sea que decía.

—Tierra llamando a Hayley. —Chris movió una mano frente a mí, sacándome de mi trance. Lo miré.

—¿Qué pasó?

—¿Dónde estás?

—¿Cómo que dónde estoy? —reí. —Estoy aquí contigo.

—No, tu cuerpo lo está. Pero, tu mente está muy lejos de aquí.

Negué. —Estoy aquí.

—Hayley, sabes que puedes confiar en mí, ¿no?

Asentí. —Claro que lo sé.

A Pesar Del Tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora