A Pesar Del Tiempo.

13. Lo siento

Estaba en un campo lleno de flores. Pequeñas flores amarillas que resaltaban del pasto verde.

No sabía que hacía ahí, pero no podía escuchar nada más. No había ruido de pájaros o del viento al pasar. No se escuchaba absolutamente nada.

—Hayley.

Me giré a la dulce y suave voz que llamó mi nombre. A unos metros de mí estaba la mujer que más había amado en este mundo.

—¿Mamá? —susurré en un hilo de voz.

Ella sonrió he inmediatamente comencé a sollozar.

Era ella.

Era mi madre.

Corrí hasta ella y me recibió apretándome en sus brazos.

—Mamá. —sollocé. Era ella, después de tanto tiempo queriendo volver a verla por fin lo hacía. La abracé con fuerza deseando con toda mi vida que no se volviera a ir.

—Hayley.

Me alejé un poco y ella acarició mi rostro, limpiando mis lágrimas. Parecía tan real, tan viva, tan...feliz. Su cabello castaño estaba suelto en rizos y llevaba un largo vestido blanco.

—Cariño...—sonrió acariciando mi cabello—. Estás tan hermosa.

Su voz era más dulce y ligera que nunca. Se sentía como una pluma que tocaba tu piel.

—Mamá. —no sabía que más decir. Mi corazón dolía tanto en mi pecho y las lágrimas que bajaban por mis mejillas se sentían como mil cuchillos.