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Me sentía nerviosa. Bastante a decir verdad.

Josh condujo hasta la casa de Aaron sin decir una palabra y al llegar, dejó que me bajase de su auto para luego marcharse de allí. Abrí la boca, sorprendida ante su acción. Realmente no pensé que haría eso.

Fruncí el ceño y bufé. Tenía dos opciones; la primera era irme y hacer como si nada de eso hubiese pasado, la segunda era ir a hablar con Aaron. O intentarlo, porque de seguro él no quería verme. Él y su familia, mejor dicho.

Respiré profundo y observé la casa una vez más. Por alguna razón quería avanzar pero mis piernas no reaccionaban. Tan nerviosa estaba?

Intenté moverme una vez más y esta vez conseguí hacerlo. Crucé el sendero largo que daba hasta la puerta de entrada y al llegar a esta, golpee tres veces con mi puño. De inmediato me arrepentí, por lo que me di media vuelta y comencé a caminar hacia la salida, pero en eso, oí que alguien salió de la casa.

Me quedé paralizada, de espaldas a la persona que había salido. Quién habría abierto la puerta?

- Lo siento. - dije sin mirar- Me- me equivoqué al venir aquí. - empecé a moverme.

- Espera.

Al escuchar eso, me detuve en seco. Sabía de quien era esa voz. Me di media vuelta para poder mirarlo.

- A qué viniste? - preguntó Aaron serio.

- A eso me refiero... Me equivoqué al venir aquí. - respondí.

- Todos se enteraron, verdad? - dijo alzando las cejas en señal de molestia- Diablos, no quería que lo supiesen.

- No lo sabe todo el colegio. - comenté- Tan solo nuestro grupo. O bueno... lo que era nuestro grupo. - me encogí de hombros.

Aaron me miró fijo y serio sin decir una palabra. Debía admitir que su vista en mi me ponía nerviosa ya que sabía que en el interior de su cerebro me estaba diceindo cosas como "te odio" o "alejate de mi".

- Sin embargo, me enteré de una manera que no me gusto mucho. - agregué - Nadie quizo decírmelo en un principio.

- Yo les dije que no te dijeran, Lola. - comentó Aaron. Lo miré sorprendida y luego de unos segundos fruncí el ceño.

- Por qué hiciste eso? Sabes que estaba preocupada por ti?

- Ibas a estarlo más si alguien te contaba. Justo como estás ahora. - opinó.

Me crucé de brazos y lo miré de mala forma. Aaron rodó los ojos.

- Si eso es todo, supongo que-

- Puedes dejar de ser tan malo por favor? - dije molesta interrumpiéndolo - Oye, se que yo arruine todo, si? Cada día que me levanto pienso en ti y en que ya no eres más mi amigo. Pero el hecho de que te haya lastimado no significa que tu puedes hacerme lo mismo a mi.
- Aaron alzó las cejas- Es decir, tu no eres así, tu eres un chico bueno que siempre se lleva bien con todos. Respeto que en estos momentos no te estés llevando bien conmigo, pero no trates de herirme.

Él no dijo nada, tan solo me miró. Pero no estaba serio, si no más bien sorprendido por lo que había dicho.

Aaron suspiró profundamente y luego se llevó las manos a la cara. Segundos después cayó de rodillas al cesped, llorando.

Me acerqué hacia él y me puse a su lado. Traté de levantarlo tirando de los hombros hacia arriba pero no logré nada. Comencé a preocuparme ya que nunca había visto a Aaron de esta manera.

- Me voy a morir, Lola. - dijo entre sollozos - No viviré.

Arriesgándome a todo o nada, decidí agacharme junto a él y abrazarlo. Aaron me devolvió el abrazo mientras dejaba caer sus lagrimas en mi hombro.

En ese momento, por primera vez, pude ver que Aaron estaba quebrado. Y nadie ni nada iba a poder arreglarlo.

- No digas esas cosas, Aaron. - dije- Todavía no lo sabes.

Este se separó de mi y me miró fijo. Aún sollozaba. Sequé sus mejillas con mis manos y lo traté de calmar.

Realmente me sentía mal por él. Aaron no se merecía esto, él era una muy buena persona y siempre era saludable consigo mismo. Además, él estaba demasiado preparado para empezar a vivir la vida; moría por ir a la universidad y por tener un trabajo donde pudiese ganar dinero. Pero todo parecía quedar atrás en esos momentos.

x x x

Por la tarde, decidí juntarme con Diego para contarle todo lo que había sucedido. Ambos nos encontramos en el parque.

El día estaba fresco y había nubes por todo el cielo, anunciando que llovería por la noche. Había bastante viento, y este me molestaba un poco.

Al ver a Diego, caminé hacia él.

- Hola. - dije.

- Hola. - saludó - Para qué querías verme? - preguntó tranquilo.

- Um... Bueno, no se si sabrás pero hoy fui a ver a Aaron. - comencé a decir- Y... Hablé con él.

- Y ahora me quieres pedir perdón por haberte enojado conmigo porque Aaron te dijo que él le había dicho a Josh que no te contara sobre su enfermedad. - terminó de decir Hurley por mi.

- Sí. Lo siento. - agaché la cabeza.

- Está bien, Lola. Te entiendo. - se acercó a mi.

- Gracias. - dije. Diego asintió y me dio uno de esos reconfortantes abrazos que siempre daba.

- Estaba mal, verdad? - preguntó. Suspiré.

- Así es. - respondí llevándome la bufanda a la nariz- Nunca lo había visto así. No puedo creer que tenga cancer.

- Tampoco yo.

Respiré profundo y Diego me rodeó con un brazo por el hombro.

- Solo te pido una cosa, Lola. - dijo mirándome a los ojos.

- Qué?

- Prométeme que no te pondrás en el lugar de Aaron.

- A qué té refieres? - pregunté confundida.

- A que no sufrirás por el.

- Yo nunca hago eso, Diego.

- Claro que sí. Cada vez que alguien está mal, tu te pones en su lugar y pretendes echarte la culpa a ti misma por lo que al resto le sucede. - explicó.

- Creo que estás exagerando. - opiné.

- No. Y como se que tengo razón, prométeme que no lo harás más.

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Hola, sí, perdón por mi inactividad y perdón por el capítulo que no es muy largo que digamos. Realmente he estado muy ocupada y prácticamente he tenido momentos en los que ni podía revisar las notificaciones de Wattpad. Técnicamente esta es la última semana que estaré así de ataereada, por eso espero que en las próximas semanas tenga más tiempo libre.

Gracias por leer y esperar.
Buena semana ~

Mi Mejor Amigo [2] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora