29

4.3K 222 20
                                    

Luego de hablar con Diego, regresé a mi casa. Allí me encontré con mi madre, quien parecía algo preocupada.

- Donde estabas Lola? - preguntó.

- Me quedé hablando con Diego.

- Sabes que hora es, verdad? - dijo molesta.

- Lo siento. - respondí- Era un tema importante.

- Bien. - suspiró tomando asiento en el sofá.

Antes de subir a mi habitación recordé que había algo que debía decirle. Algo que no podía demorarse más.

- Um... Mamá... - ella me miró. Respire profundo y decidí decirlo de manera directa- Escucha, Diego y su hermano viajarán pasado mañana a Estados Unidos para pasar las fiestas con su familia. Y... Bueno, ellos me han invitado a ir. Y quiero acompañarlos. - mi madre alzó las cejas- Y no te preocupes por el pasaje de avión, ellos ya me lo han comprado.

- Y qué pasaría si te dijera que no? - preguntó unos segundos después- Romperían el boleto? - dijo alzando una ceja.

- Mamá! - bufé.

- Lola, entiendes que es ir a otro continente?

- No iré sola. Estará toda la familia de Diego. - respondí- Nada malo pasará. Confío en Diego. Él me cuidará.

Mi mamá me miró un par de segundos sin decir nada, segundos que parecieron años para mi, hasta que finalmente suspiró.

- Bien... Puedes ir. Pero prometeme que me llamarás cada día. - asentí.

- Gracias. - hable un par de segundos después. Ella tan solo sonrió.

Eso había sido raro. Es decir, esa pequeña conversación que habíamos tenido. Mi madre y yo no hablábamos casi nada desde que papá se había mudado. Y claro que seguía enojada con ella, pero para estas cosas trataba de actuar natural.

x x x

Se hizo Jueves.

Desperté temprano y debido a eso decidí tomar una ducha caliente sin apuro. Al terminar me vestí con mucho abrigo y bajé a desayunar. Mi madre estaba tomando su típico café y al verme sonrió. Hice lo mismo y me propuse comer  tostadas. Luego me despedí de ella y salí de casa.

Comencé a caminar por la vereda y luego de dos cuadras me subí la bufanda hasta la nariz debido a que hacía mucho frío.

Mientras me movía pensaba en Aaron. Acaso ya estábamos bien? Es decir, el me había abrazado. Aunque lo había hecho porque estaba quebrado. Dios, aún seguía sin poder creer lo que le estaba sucediendo. 

- Lola! - me llamó alguien. Di media vuelta y vi a mi prima corriendo hacia mí.

- Hola Penny. - saludé.

- Es cierto que te vas mañana a Estados Unidos?!

- Ah, sí. - dije. Ella alzó las cejas- Quién te lo dijo?

- Tu madre llamó a la mía hoy a la mañana para contarle. - respondió- Qué lindo. Vas con Diego, verdad? - asentí con la cabeza- Diviértanse. - sonrió.

- Gracias.

Continuamos caminando pero antes de llegar al colegio detuve a Penny.

- Oye. Ayer fui a lo de Aaron. - comenté.

- Sí? Y cómo te fue? - me preguntó más seria. Negué con la cabeza.

- Está realmente mal, Penny. Nunca lo había visto así. - opine.

Mi Mejor Amigo [2] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora