Mi Mejor Amigo [2] ✔

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Hola, sí, las amo por las 50K ✨

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Los Hurley y yo habíamos llegado a Nueva York luego de un viaje bastante pesado. En ese momento, mis párpados se estaban cayendo, y me dolía toda la espalda debido a los asientos del avión. También tenía algo de jetlag, pero eso era lo de menos.

Max se encontraba muy activo ya que él sí había podido dormir en el viaje. Y Diego, bueno, Diego estaba como siempre. Siendo Diego.

- No puedo creer que conoceremos a tu novia. - dijo él a su hermano. 

- Es de verdad, te he dicho. No soy tan idiota para inventar una novia falsa. - respondió Max con el ceño fruncido. 

- Tiene que ser verdad, Diego. - opiné- Piensa que no podría estar tan seguro en estos momentos de no ser así.

- Ves? Lola me cree. 

- Mmm... No lo sé. Quizás tu eres el que la cree real. - comentó Diego encogiéndose de hombros. Max lo miró mal. Yo rodeé los ojos.

Los tres tomamos nuestras valijas y nos dirigimos a la salida del aeropuerto. Al estar allí, alguien nos recibió amablemente.

- Diego! Max! - sonrió una mujer, la cual era alta y esbelta- Que alegría verlos. - comentó. Luego me miró a mí- Oh, tu eres Lola, verdad? Yo soy Alice, la prima de su madre.

- Un gusto. - sonreí.

- Ella es tu novia, no? - le preguntó a Diego. Él rodeó los ojos. La humillación ya había comenzado- Es muy bonita.

- Alice... - Diego habló en tono bajo.

- Lo sé, lo sé. Debo callarme. - rió para sí misma- Vengan, vamos al auto. Lucy está ahí.

- Uy, que genial. - Max se mostró desilusionado.

Caminamos un poco hasta llegar a el auto de Alice. Allí pude ver a alguien en el asiento copiloto. Era una chica de aproximadamente quince años, algo pálida de piel y con cabello morocho y azul en las puntas. También tenía un piercing en la nariz. Lucía como una típica emo.

Max abrió la puerta y se introdujo en el asiento de atrás, luego seguí yo y por último Diego.

Al estar acomodados, la tal Lucy me miró por el espejo retrovisor. Sus ojos color verde estaban acompañados de un oscuro maquillaje en los párpados.

- Hola. - saludé sonriendo- Soy Lola. 

Sin embargo, ella tan solo siguió mirándome. Diego no hizo ningún comentario, de seguro ya conocía el comportamiento de su prima segunda.

- Siempre tan amable. - opinó Max mirando a la ventana.

- Callate. - pronunció ella. Luego cerró los ojos por unos momentos y con una sonrisa falsa, se dió media vuelta para hablarme- Soy Lucy. Encantada de conocerte. - dijo en un tono más agudo de lo normal.

- Ignorala. - habló Diego- Es lo que todos hacemos.

Antes de que alguien pudiese decir algo, Alice se introdujo en el auto y luego comenzó a conducir. 

Tragué saliva al notar que, mientras menos faltaba para llegar a la casa, más hablaba Alice. Parecía ser esas típicas personas chismosas que no se callaban nunca.

- Así que nunca habías venido a Estados Unidos, Lola? - me preguntó.

- No, esta es mi primera vez. - respondí.

- Seguro te encantará. 

- Estar todo el tiempo con nuestra familia? Uy si, seguro que será divertido. - comentó Lucy.

- Pero Diego tiene amigos aquí. - dijo Alice- También pasará tiempo con ellos.

- Y Max tiene novia. - Diego habló de repente.

- Cállate de una vez, quieres? Te digo que no te estoy mintiendo. - Max se mostró furioso.

Lucy, quién hasta ahora no había sonreído, soltó una carcajada. Max frunció el ceño de nuevo.

- Los odio a todos. - dijo él antes de ponerse auriculares en los oídos.

x x

Luego de veinte minutos de silencio e incomodidad para mi, llegamos a la casa en donde nos quedaríamos por dos semanas.

Alice bajó primero, seguida de Lucy, quien corrió hacia la casa para poder entrar. Luego Max hizo lo mismo. Iba a salir del auto, cuando Diego me tomó de la mano.

- Siento lo de recién. - dijo.

- Está bien. - sonreí- No fue nada.

- También me disculpo anticipadamente por todo lo que sucederá. - opinó. Reí.

- Vamos Diego, no exageres. 

Este se acercó a mí y me dio un corto beso en los labios, antes de ir a ayudar a Alice a bajar el equipaje del baúl. Decidí yo también ir a ayudar. 

- Deja Lola, no hace falta. - dijo Alice quitándome mi equipaje- Llamaré a Tyler para que te ayude. 

- Yo lo haré. - Diego tomó mi valija antes de que pudiera suceder otra cosa. 

Al principio no entendí porque Diego tenía tantas ganas de ayudarme, pero al ver quien era Tyler lo entendí. Este se acercó a nosotros y nos recibió a todos con un abrazo cálido, el cual me tomó por sorpresa ya que yo ni lo conocía. Diego me tomó rápido del brazo y me condujo hacia la casa.

- No le hables mucho a él. - me explicó- Siempre que viene una invitada aquí trata de ligar con ella. 

- Tiene la misma edad de Max, verdad? - pregunté. Él asintió. Sonreí.

- Enserio crees que puedo llegar a engañarte enfrente de tí y con un chico más pequeño que yo? - dije divertida. Diego se encogió de hombros.

- Si se trata de chicos, todos son más altos que tí, Lolita. - sonrió.

- Cuando dije pequeño me refería a la edad. - dije seria. Diego rió. 

x x x 

( Narra Clara)

Era el viernes que estaba esperando. Me sentía genial y emocionada ya que por la noche iría al baile con Josh. Claro que él no estaba emocionado, era típico de él.

Así que, debido a que tenía que tener todo preparado, decidí faltar al colegio. Claro que mi mamá me dejó. Ella era igual de detallista que yo en esta clase de cosas. Por lo que, por la mañana decidí ir a hacerme la manicura. 

Luego de eso, compré un café en el centro comercial y di un paseo para ver si podía encontrar algún accesorio que combinara con mi vestido. Desafortunadamente no hallé ninguno. Pero no fue porque no hubiese encontrado alguno que me gustara, sino porque Josh me llamó diciéndome que debía ir al hospital, que era una urgencia.

Asustada, salí del centro comercial y me introduje en el auto. Luego conduje hasta el hospital y lo estacioné de la peor forma posible. Bajé de este y corrí hacia la entrada, intentando mantener la calma. Entré al lugar y vi a Josh parado enfrente de mi. Me relajé un poco al ver que estaba sano y salvo. Entonces fruncí el ceño.

- Josh! - le dije- Si estás sano y salvo por qué me dices que es urgente que venga para acá? 

Él me tomó de ambos brazos con sus manos y me miró serio.

- No es sobre mi, Clara. Es sobre Aaron... Algo no va bien con él. - comentó preocupado.