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Diego y yo nos miramos por un par de segundos. Sus ojos lucían cansados aunque en ese momento no se despegaban de los míos.

Rapidamente me levanté de donde estaba y miré a Diego frunciendo el ceño.

- Qué no te dije que no te durmieras? - él sonrió- Te sentirás peor si lo haces!

- Es cierto. - comentó- lo lamento. - sonrió de nuevo.

- Pf... No me tienes que pedir perdón a mi. - dije cruzandome de brazos- No seré yo la que tendrá resaca después de todo.

Diego se mordió el labio inferior y me miró divertido. Luego se levantó de la cama y comenzó a caminar hacia mi. De inmediato, comencé a retroceder.

- Qué... Qué haces? - dije al ver que mi espalda estaba pegada a una de las paredes de la habitación.

- Entonces... Si no me duermo... Qué sugieres que haga? - preguntó poniendo su mano en la pared.

- Ja ja... Qué divertido. - contesté empujando su pecho con ambas manos hacia la cama de Clara- Sabes que, duérmete. - dije mientras me dirigía a la puerta.

Pero en eso, Diego tomó de mi cintura y me acercó a él. Luego me abrazó con ambos brazos por atrás.

- Ay dios... Diego, suéltame! - hablé en voz alta. Pero Hurley no me hizo caso- Por favor, se siente desde acá el olor a alc-

- No es eso. - me interrumpió- Realmente quería abrazarte hace un tiempo ya.- respondió con un tono neutral.

Diego continuó abrazándome por un par de segundos más. Luego me di vuelta para poder mirarlo, y aunque lucía bastante ebrio pude sentir que sus palabras no eran inventadas.

- Diego yo-

- Un abrazo es un abrazo, Lola. Los amigos pueden abrazarse, verdad? - comentó. Asentí lentamente con la cabeza. - Bien, creo que me iré a mi casa.

- Qué? No. Espera no puedes conducir en este estado.

- Pero realmente quiero ir a casa. Mi cabeza está por explotar.

- Aún así... Si te vas ahora... Primero tendrás que pasar por toda la fiesta y dudo que tu cabeza pueda soportar otro ruido más. - opiné- Mejor iré a pedirle a Clara alguna medicina, de acuerdo?

Diego asintió sonriendo.

Salí de la habitación, y comencé a caminar por la casa de mi amiga. Resulta que en ese momento, más de la mitad de las personas se habían ido, y la música ya no estaba tan alta; sin embargo ahora había más personas borrachas andando por allí.

Me tardé diez minutos en encontrar a mi amiga, y al hacerlo, no la hallé en la mejor situación; ella y Josh estaban peleando a los gritos pero debido a que los dos hablaban al mismo tiempo, no entendí cual era el problema.

Decidí no interrumpir y preguntar después que había sucedido entre ellos.

Continué caminando, ahora dirigiéndome hacia el baño, pero al abrirlo, vi a mi prima y a Axel allí besándose desefrenadamente. Debieron estar algo ebrios ya que ninguno de los dos detuvo el beso al ver que había entrado.

Salí entonces del baño y volví a ir a la habitación de Clara. Diego se encontraba recostado en la cama de mi amiga. Me acerqué rapido a él creyendo que se había dormido pero resulta que aún tenía los ojos abiertos.

- Te asuste? - dijo riendo. Me senté al lado de él.

- No. - dije frunciendo el ceño.

- Y la medicina?

- Ah sí, sobre eso... Creo que deberás curarte tu mismo. - respondí. Diego rió.

- O tu podrías curarme.

- Ay Diego, por favor, recobra tus sentidos de caballerosidad. - comenté enojada. Hurley sonrió.

- No te gusta este Diego?

- No.

- Pues que pena. - dijo levantándose del colchón- Porque hubiera sido divertido hacer algo juntos. - rodeé los ojos.

Suspiré pesadamente y luego lo mire.

- Ven, vamos. Te llevaré a tu casa. - dije. Diego sonrió.

Esta iba a ser una larga noche.

Mi Mejor Amigo [2] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora