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Hola, gracias por seguir leyendo la historia. Y lamento estar rompiendo sus corazones, pero así es como hice esta novela.

Espero que aún sin Aaron, quieran continuar leyéndola hasta el final.

Buena semana~

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Siempre pensé en la muerte como algo que solo le sucedían a las otras personas; siempre me pareció una cosa lejana. Que alguien cercano a mi muriera pareciera estar tan lejos que recién lo entendí por primera vez cuando el padre de Diego falleció. En ese momento pude compadecerlo pero aún así no sabía lo que era sufrir por alguien que ya no estaba. Creí que ese momento nunca llegaría, o por lo menos no mientras yo tuviera diecisiete años. 

Pero llegó.

Al enterarme de que Aaron había fallecido, no supe que hacer, o que decir. Simplemente me quedé allí, mirando fijo al suelo. En ese momento no lloré ni grité. Tampoco dije nada, pues que Aaron no estuviese parecía imposible. Yo trataba de creer que era imposible, porque en ese momento no podía entender como iba a poder seguir viviendo normalmente sin él.

Sin embargo, al pasar los días y ya estando en mi casa, todo comenzó a tomar sentido. Hubo momentos en los que no comía, otros en los que me despertaba teniendo pesadillas. Siempre me sentía cansada y angustiada y en menos de un mes me había aislado prácticamente de todo el mundo. Incluyendo a Diego. 

Sí, aunque él y yo ya no estábamos juntos, tampoco me comunicaba con él. Ni siquiera con mis amigos. Todavía me sentía en shock por Aaron. Y ese sentimiento, lamentablemente, duró mucho más de lo que yo hubiese imaginado. 

Los días, semanas y meses continuaron pasando, y yo no hice nada más que aislarme de todos. Mis amigos, al principio, intentaron comunicarse conmigo, pero al ver que yo no les respondía ni tampoco me dedicaba a mirarlos a los ojos, dejaron de intentar tener una amistad conmigo. Aunque Diego trató de no dejar de hablarme. Pero yo lo hice posible. Hurley todos los días me acompañaba por los pasillos y cargaba mis cosas para luego dejarlas en mi escritorio. Yo nunca le agradecí.

En este momento me arrepiento muchísimo de eso, ya que pienso que con él quizás pude haber salido adelante más rápido, pero para ese entonces decidí hacerlo por mi cuenta.

En un abrir y cerrar de ojos, llegó el último mes de clases. Recién en ese momento comenzaron a ocurrir cosas.

- Lola. Despierta. - dijo mi madre.

- No quiero. - bufé tapándose con las sábanas- No puedo faltar solo por hoy al colegio?

- Claro que no. Tan solo te quedan como veinte días hábiles de colegio. Ya después podrás dormir todo lo que quieras. - respondió enojada- Anda. Arriba.

Suspiré profundamente pero aún así decidí levantarme e irme a bañar. Ya era primavera por lo que no me vestí tan abrigadamente, y además, había dejado crecer mi cabello, por lo que le dediqué más tiempo a peinarlo antes de dirigirme al colegio.

Ni bien llegué a clase, noté que había un gran alboroto.

- Bien, ahora necesito que los chicos y las chicas armen grupos de a cuatro personas. Así sabré como compartirán las habitaciones.

Respire profundo por segunda vez en el día. Lo había olvidado.

Era el día para organizar en que cuartos íbamos a dormir en el viaje de egresados. Tan solo faltaba una semana, pero el profesor lo quería tener todo fríamente calculado. 

Miré a mi alrededor y comencé a pensar con quien debería estar. Sin embargo, antes de poder decidir, Penny decidió acercarse a mi.

- Um, Lola... - dijo- Oye... A las chicas y a mi nos falta una persona más para completar nuestra habitación... Y... Bueno, quizás quieras unirtenos... - comentó incómoda.

- Esta bien.

- En serio?

- Sí. - dije- No conozco mucho a las demás chicas, así que estaré con ustedes.

- Oh, genial. - respondió- Bueno, le iré a decir al profesor.

Luego de hablar con Penny, para la hora del almuerzo ellas junto con los chicos me invitaron a sentarme en su mesa. Y aunque pareciese raro, acepté su oferta.

- Vaya, realmente se sentó con nosotros... - Axel le murmuró a Penny. Ella le dió un codazo.

- Y Lola... Cómo has estado? - Josh preguntó naturalmente, recibiendo también un codazo de su novia.

- Tu cabello está más largo. - dijo Deina sonriendo amablemente. 

- Gracias. - respondí.

- Así que chicas, ustedes están todas juntas en el cuarto? - preguntó Axel cambiando de tema.

- Sí, será genial. - Clara comentó.

- Harán demasiado alboroto, de eso estoy seguro. - opinó Josh.

- Ah sí, como si ustedes tampoco lo fuesen a hacer. - dijo Penny mirándolo de mala forma.

El almuerzo continuó, aunque nadie más decidió preguntarme algo. Ni siquiera Diego. Él tan solo habló con los demás. Tampoco se molestó en mirarme a los ojos ni una sola vez, aunque quizás estaba bien, después de todo, yo era la que había decidido cortar los lazos de amistad.

Sin embargo, para cuando nos estábamos yendo de la cafetería, él me tomó del brazo.

- Qué? - dije sin mirarlo.

- Te extraño, Lola.

Alcé la vista y vi que su rostro no tenía expresión alguna, sin embargo, sus palabras iban en serio.



Mi Mejor Amigo [2] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora