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Me acuerdo cuando Diego y yo éramos chicos, de tan solo once años. Para ese entonces ninguno de los dos habría pensado jamás que nuestra amistad podría transformarse luego en amor.

Hurley y yo solíamos divertirnos mucho juntos; ambos nos reíamos y la pasábamos bien haciendo cosas sencillas. En ese momento, Diego ni siquiera había desarrollado su altura, ni yo parecía que iba a ser tan baja. Tan sólo éramos el dúo rubio dinámico de mejores amigos, Hurley y Smith.

Ya después a eso de los trece, las cosas comenzaron a cambiar poco a poco. Él, como yo y todos nuestros amigos, entramos en la adolescencia. Una etapa que nadie sabía hasta que inició que sería tan complicada como lo fue.

Allí Hurley comenzó a crecer y a cambiar de tono de voz, como yo empecé a desarrollar un cuerpo que antes no tenía. Lentamente, fuimos creciendo.

Y entonces también crecieron nuestros sentimientos hacia el otro. Aunque eso fue lo más difícil de admitir, ya que... Qué clase de mejores amigos se arriesgaría a declararse al otro con miedo a perder su amistad? En ese caso, Hurley y yo optamos por correr el riesgo.

Y por poco fallamos.

Hasta que él decidió volver, y yo, decidí enamorarme otra vez de mi mejor amigo.

Durante todo ese tiempo, personalmente, descubrí distintas cosas que no conocía de la vida, pero principalmente aprendí sobre el amor. Aprendí que si realmente amas a alguien, no puedes dejarlo ir como dicen en las películas, si no que debes aferrarte a él.

Pero en ese entonces, en ese preciso instante en el cual había abierto los ojos y me había dado cuenta en donde me encontraba, precisamente no me estaba acordando de Diego.

Estaba en un hospital, claramente por las paredes pintadas de celeste pastel y las sábanas blancas. Realmente me sentía distinta y en ese momento no podía recordar nada con detalle. Tan solo que me habían atropellado.

Sin embargo, cuando alguien que se encontraba al lado mío me llamó por mi nombre, supe que las cosas habían cambiado.

Y mucho.

- Lola.

Giré mi cabeza hacia la voz y descubrí que había una chica de pelo pelirrojo oscuro, de ojos marrones, sentada junto a mi. Era mi prima.

- Penny? - pregunté arqueando una ceja. Esta sonrió y rápidamente pude ver como una lagrima corría por su mejilla.

Esta procedió a pararse de donde estaba y se acercó a mi para poder abrazarme desesperadamente.

- Lola, estás bien. Finalmente. - dijo susurrándome en el oído. Reí nerviosamente sin saber que sucedía.

- De qué hablas Penny? - pregunté arqueando una ceja una vez que mi prima volvió a su lugar.

Penny respiró hondo y luego cerró los ojos por unos cuantos segundos. Finalmente comenzó a sollozar. Entonces la miré contemplándola.

- Penny, qué sucede? - pregunté preocupada,

- Lola... - dijo entre sollozos- Lola enserio lo siento-yo-yo... yo esperé y esperé pero tu no despertabas. - agregó respirando entre cortadamente.

- De qué hablas? - alce una ceja, ahora si con temor a lo que pudiese llegar a responderme.

Sin embargo, antes de que lo hiciera lentamente comencé a darme cuenta de las cosas yo sola.

Penny no lucia como recordaba la última vez que la había visto. De alguna forma estaba más grande. Ya era mayor. Y por lo que veía, mi cabello estaba largo y prácticamente sin rulos, aplastado por tanto haber estado contra el colchón.

Penny suspiró lentamente y luego me miró fijo a los ojos:

- Lola. Han pasado casi diez años desde el accidente. - comentó haciendo que por poco, mi vista volviese a nublarse como aquel día en el cual me habían atropellado.

En ese instante tan solo pensé en todo lo que me había perdido y en todo lo que de seguro jamás volvería a tener.

Y de alguna manera, el nombre Diego Hurley se  cruzó por mi cabeza en uno de mis tantos pensamientos que tenía en aquel momento.

Y el miedo comenzó a apoderarse de mi.

Un miedo demasiado grande; quizás el más preocupante que había tenido en toda mi vida.


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HOLA.
Perdón por no actualizar aquí!! Lo siento lo siento. Se que me deben odiar, pero por favor no lo hagan :((
Resulta que me pasaron un montoooon de cosas desde la última actualización, entre ellas mi ingreso a la universidad, y he estado realmente ocupada.

Siento mucho la demora pero ahora sí, PROMETO QUE SEGUIRÉ ACTUALIZANDO ESTA HISTORIA, Y MÁS SEGUIDO, COMO SE DEBE.

Así que nada, gracias por aún seguir leyéndola, realmente lo valoró.

Que tengan buen fin de semana~

- Agustina.

Mi Mejor Amigo [2] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora