Bajé las escaleras al cabo de unos minutos y vi que Diego estaba hablando con Josh. Este lucia un poco triste y tenía el cabello desordenado.
Realmente Clara y él se habían peleado.
Diego puso una mano en el hombro de su amigo y luego lo abrazó. Este rió al cabo de unos segundos y en ese momento, nuestros ojos se cruzaron.
- Ah, hola Lola. - saludó él. Movi mi mano en el aire mientras Diego me miraba. - Lo siento, de seguro interrumpi algo, verdad?
- No, claro que no. - dije riendo un poco nerviosa.
- Si, lo hiciste. - Diego respondió serio. Miré a este de mala manera y Josh volvió a reír.
- Bien, de acuerdo. Ya me voy. En fin, gracias por escucharme. - Josh nos saludó a ambos y luego salió por la puerta de entrada.
Bajé las escaleras y caminé hacia donde estaba Diego. Este respiró hondo de brazos cruzados.
- Te diste cuenta verdad? Josh acaba de arruinar el mejor momento que tuvimos desde que nos conocimos. - Hurley se quejó como un nene chiquito. Reí.
- Es cierto. Pero quizá hoy no estábamos destinados a estar juntos. - comenté. Él rodeó los ojos.
- Okay, entonces avisame cuando si lo estaremos, así organizo mi agenda. - respondió irónico.
- Eres muy infantil. - opiné sonriendo.
- Aprendi de alguien. - contraatacó sacándome la lengua.
- Hey! - le pegué ligeramente en su brazo mientras reía.
Diego se acercó a mi y me tomó de la cintura para luego darme un beso en los labios. Solo que al cabo de unos segundos, mi teléfono comenzó a sonar.
- Okay, ahora si te creo, hoy no es nuestro día. - Diego comentó separándose de mi.
Le sonreí y luego tomé mi celular para finalmente ver de quién se trataba. Era mi mamá. Extrañada, decidí atender.
- Hola?
- Lola, donde estás? - mi madre preguntó.
- En casa de Diego. Por qué? Sucedió algo?
- Ven rápido al hospital. Tu padre se ha descompensado.
- Qué? - pregunté confundida- Qué le sucedió?
- Ven rápido Lola. - mi madre comentó antes de colgarme.
En ese instante, me quedé con el celular en mi oreja, inmóvil. Hurley de inmediato comenzó a preguntarme que me pasaba, pero recién a la cuarta vez le respondí.
- Bueno, vayamos. - dijo tomándome del brazo.
Ambos llevamos nuestros celulares y salimos de la casa de Diego. Nos introdujimos en su auto y él condujo hasta el hospital, el cual se encontraba a pocas cuadras de allí. Mientras nos dirigíamos a este, comencé a sentir pánico, mucho pánico.
Y si realmente algo malo le pasaba a mi papá? Todavía él era muy joven como para enfermarse.
Acaso sería algo muy grave?
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Mi Mejor Amigo [2] ✔
Teen FictionHabía pasado un año desde que Diego se había ido de Londres. Un año en el cual las cosas habían cambiado mucho. Lola había tratado de comunicarse con él, pero Diego nunca le había respondido las llamadas ni los mensajes. Así que ella había optado po...