La versión desconocida de la Travesía del Viajero del Alba (Edmund y tú)

Capítulo 11: El secreto

     Me levanté en la mañana, a la par de todos. Kilian no terminaba por levantarse que ya todos lo estaban saludando por su cumpleaños. El ambiente se había vuelto cálido y alegre, a pesar del posible mal clima se veía aproximarse. Habían reservado parte de la comida de Doorn para este día, tal vez era poco, pero al menos había una forma de festejar a un soldado importante, el hijo de Lord Rhoop, el que se puso del lado narniano al saber de la desaparición de Caspian, corriendo riesgos.

     Transcurrió una mañana bastante movida con algunos pequeños preparativos y también, poniendo mucha atención por si se avistaba tierra, ya que en el mapa habían bastantes islas aún no recorridas. Lucy y _____(tn) estuvieron de un lado a otro preparando cosas y buscando telas, que, no sé de dónde habían sacado. Cada día que pasa, pienso que tiene una luz diferente y sus ojos a veces se aclaran según el tiempo, pero lo que más noto.. es que verdaderamente me trae loco aunque no lo quiera.

     La noche llegó y con ella la hora de la celebración a Kilian. Todos iban a estar presentes. En especial, Lucy y _____(tn) se habían puesto vestidos hechos por ellas mismas. El de Lucy era color turquesa,  mientras que el de _____(tn) era de un verde agua, perfectamente tallado a su cuerpo. Pero no eran las únicas, a Gael también le habían modificado el vestido que ya traía puesto y se veía como uno nuevo. Algunos hombres de la tripulación distribuían los frutos y otros tenían instrumentos, esos que tocaban los faunos, mientras dríadas y ninfas bailaban alrededor de una fogata. Y tal cual así, pero con algunas tradiciones telmarinas, comenzaron a danzar, iniciando por Caspian y _____(tn). Saltos, vueltas y por último quedabas con una pareja..supongo que ya se imaginan con quien quedé en esa eterna y maravillosa danza. Ambos sin despegar la mirada y sonriéndonos. Luego de un gran rato, Kilian y Lucy se retiraron a otra parte del barco, para hablar. A estas alturas ya era muy obvio lo que sentían uno por el otro, pero nadie decía nada al respecto. Solo Caspian y yo molestábamos a Kilian con ese tema.

     Al llegar la medianoche ya casi nadie seguía sobre cubierta. Muy pocos se quedaban, siempre com turnos, vigilando. Pero yo, no lograba conciliar el sueño y ya se hacía cansador solo estar acostado. Me levanté y salí del camarote, tratando de no hacer ruido. En el camino, sentado en unas escalerillas me encontré con Rhince.

     -Majestad, ¿necesita algo?

     -No Rhince, tranquilo-contesté, en voz baja-. Solo no logro dormir..

     -No es el primero-rió-. La princesa también está despierta.

     -¿Dónde se encuentra?-pregunté mirando a mi alrededor.

     -En la proa-respondió señalando hacia la silueta de una mujer.

     -Gracias-respondí, sonriendo.

     -Cualquier cosa que necesite, Majestad, no dude en decirme.

     Asentí y me dirigí hacia _____(tn). Todavía tenía puesto su vestido y estaba descalza.

     -Deberíamos ponerle nombre al grupo que no logra dormir-dije, acercándome a ella. Se dio la vuelta y rió.

     -Creo que sí-murmuró-. Cada vez somos más.

     Ambos nos quedamos en silencio, mirando el océano.

     -Sé que te has estado preguntando que criatura rara soy-dijo, de pronto, aún mirando el tranquilo océano.

     -¿De qué hablas?-pregunté confundido.

     -De lo que ocurrió en el puerto de Doorn.

     -Ah-dije, recordando la escena-. Sí..fue inevitable notarlo.

     -La vida guarda tantas sorpresas para nosotros...-rió, algo apenada-. No me gusta contar sobre lo que fui y lo que soy hoy...me avergüenza.

     -Solo es algo en tu interior...diferente a los demás-murmuré, mirándola.

     -Muy diferente-se apresuró a decir. Hizo una larga pausa y luego también me miró-. ¿Has oído alguna vez el término "hombre lobo"?

     -Muchas veces-respondí.

     -Bueno, podría llegar a usarse también para el género femenino.

     -¿Quieres...quieres decir que...?-tartamudeé, atando los cabos sueltos de la conversación.

     -Sí, Edmund. Ese es mi gran secreto-contestó, mirando nuevamente hacia el océano. Resopló y ocultó su rostro con sus manos.

     -Hey...no es tan malo-traté de calmarla. Vaya, soy pésimo para esto y más con chicas.

     -Soy una verdadera amenaza para todos. La licantropía es muy extraña aquí en Narnia y más para mí. No es una transformación completa-se quitó las manos del rostro.

     -¿No?

     -Algunas partes en mí cambian, pero aún así sigo siendo una gran amenaza.

     -Kilian me contó que no hubieron muchos de acuerdo en que vinieras-dije, recordando una de las tantas conversaciones con Kilian.

     -Es verdad. Y no es tanto por mi problema, sino por las condiciones en las que quería permanecer aquí-extendió su brazo, señalando sus muñecas, en las que se formaban pulseras de quemaduras. Estaban realmente rojas-. Es realmente cruel que mi hermano tenga que llevar a cabo atarme y darme algo para que no sufra tanto.

     -Para todos los que te quieren debe serlo-dijo, acariciando sus muñecas quemadas.

     -A veces los misterios se tienen que quedar así..como misterios que sólo pocas personas logran descubrir y llegar hasta el fondo del asunto. Pero sucede que ni yo se que más secretos guarda Narnia para mi.

     -Supongo que ahora soy uno de los pocos que sabe tu historia...un descubridor a medias-reí.

     -Ahora es oficial-respondió, sonriéndome.

     -Desde el principio me pareciste una chica diferente a las demás...

     -¿Eso es bueno?

     -Para mí, es lo mejor.

     Me sonrió y bajó sus manos, ocultando sus muñecas. Apoyó su cabeza en mi hombro y ambos nos quedamos ahí por un largo rato, observando la luna reflejada en el océano. Alli estaban sus dos grandes fortalezas.

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Hola chicas!!! Feliz martes..espero que esten super super bien.

Espero que les guste el capítulooo!

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¡Y hasta el próximo capítulo!♡