La versión desconocida de la Travesía del Viajero del Alba (Edmund y tú)

Capítulo 15: El inicio de todo

     La ayudé a ponerse de pie cuidadosamente, sintiendo que aún temblaba.

     -¿Se adelantó?-preguntó Kilian, mientras Caspian la sostenía del otro lado.

     -De hecho, ya está casi en su punto...no es raro que empiece a actuar de esa forma mucho antes-dijo Coriakin, observándola.

     -¿No puede ayudarla?-preguntó Lucy, con pena.

     -No-respondió el mago-. Su licantropía es la más extraña que existió en Narnia...no hay con qué tratarla, ni siquiera con hechizos. El caso más extraño de la princesa que fue concebida con magia sin ser bruja ni hechicera.

     -Creo, Majestad, que ya deberíamos ir marchándonos-sugirió Drinian, detrás de Caspian-. Al parecer se avecina una tormenta...y el viento es más fuerte de lo normal.

     -Su capitán tiene toda la razón-se apresuró a decir Coriakin-. Si el tiempo empeora se hará difícil ver la estrella azul, será mejor que sigan su travesía. Pero antes...me gustaría hablar con usted, mi princesa, acerca de algunas cosas-se dirigió a _____.

     -¿Conmigo?-dijo ella, extrañada.

     -Es algo que debe saber-dijo con seriedad-, que sin dudas los ayudará en su travesía. Pero a solas, si no les molesta-agregó luego, cortéz, mirándonos a Caspian y a mí, quienes de inmediato intercambiamos miradas. Ella al instante se dio cuenta.

     -Está bien chicos-se zafó de nuestro agarre y trató de erguirse con algo de esfuerzo-, voy a estar bien-sonrió débil.

     -¿Nos permiten?-preguntó Coriakin, señalando la puerta-. Si quieren pueden recorrerla, seguro tardará un poco la conversación.

     -Por supuesto, está bien-dijo Caspian, asintiendo con la cabeza. Le dirigió una leve sonrisa a su hermana y, poco a poco, detrás de él fuimos saliendo.

      Ambas puertas se cerraron y nos quedamos en el pasillo, observando los cuadros y objetos que habían. No tenía deseos de alejarme de ella y menos en el  estado en que se encontraba...y por lo que se veía, Caspian tampoco. Luego de unos minutos, Kilian, Lucy y Eustace fueron a recorrer la mansión, mientras que Drinian salió con los demás tripulantes a verificar cómo se encontraban. Debo admitir que fue muy inquietante estar cerca de media hora sin saber ni escuchar nada de ella, sentado frente a Caspian. Y justo cuando los demás llegaban, las puertas de abrieron de par en par. Sobresaltados, nos pusimos de pie, mirando hacia la puerta. Allí venía, caminando cabizbaja.

     -Tengan cuidado, está sumamente débil-murmuró Coriakin, cuando ella se acercó a nosotros. Caspian quiso tomarla del brazo, pero ella negó con la cabeza.

     -Puedo hacerlo-dijo firme, aunque su voz seguía débil.

     -De acuerdo-contestó él, haciendo una mueca.

     Comenzamos a salir de la mansión, dirigidos por el mago. Iba caminando al lado de _____ quien no me hablaba ni miraba y respiraba con algo de dificultad. Temía que en cualquier momento fuera a darle otro de sus ataques. También rondaba por mi mente que habrá sido de esa conversación con Coriakin, ya que estaba bastante callada, pero decidí no meterme. Hicimos un largo trecho hasta llegar hasta los botes, siempre acompañados por Coriakin. Uno a uno fueron subiendo los tripulantes a los botes.

     -Recuerde lo que le dije, Majestad, no se deje vencer por la maldad-dijo Coriakin, cuando comenzabámos a subirnos al último bote-. Ustedes son mucho más fuertes que eso.

     -Gracias por su ayuda, Coriakin. Le estoy muy agradecido-dijo Caspian, haciendo señas a Drinian de que ya marchaban.

     El mago asintió con la cabeza y una sonrisa. Fuimos subiendo a los botes. Yo estaba situado al lado de _____ y Caspian a su otro lado, como en la mansión. Su respiración se dificultaba más y agachaba su cabeza.