Capítulo 21: Sorprendente y oculto

2.8K 162 13
                                    

Sería el turno de revisar el otro extremo de la isla, aunque sólo por unos centímetros se separara de "la Isla del Agua Letal". El transcurso hasta allí fue algo incómodo, considerando la discusión que había dado paso y el hecho de que nadie hablara. Kilian intentó preguntar qué había sucedido, pero le contesté que luego le contaría. Y en cuanto a _____...no me dirigía la palabra, no me miraba, nada.

Al llegar a la isla nos pusimos a buscar, aunque poco se veía. Estaba desierta. Antes de seguir, Caspian fue llamado para verificar las provisiones y cosas encontradas. Mientras tanto, algunos hombres volvían al barco para ayudar a organizar todo.

-¿Qué había de comer?-preguntó Caspian, aproximándose a donde estaban los hombres, agachados junto a unos canastos de mimbre.

Rhince se hincó, no muy convencido de querer dar el informe. Rodeó uno de los canastos con sus manos.

-Es volcánica, Majestad. No había mucho...

Caspian asintió, haciendo una mueca nada alentadora.  Y era entendible, el agua y la comida comenzaban a escasear cada vez más. _____ se agachó a observar lo que habían encontrado y dirigió su mirada a Caspian, haciendo exactamente la misma mueca.

-¿Dónde está Eustace?-preguntó Lucy, mirando a su alrededor. 

-Me parece que no está ayudando a subir esto al bote-se apresuró a decir Reepicheep.

Lucy y yo cruzamos miradas.

_____ se levantó y comenzó a mirar el lugar.

-¡Eustace!...¡Eustace!-gritó Lucy, pero no hubo respuesta.

Volteó a verme nuevamente.

-Edmund, tengo un mal presentimiento...

Yo también lo sentía.

-Voy a buscarlo-murmuré, soltando un suspiro, poniéndome en marcha.

-Te acompaño-escuché que dijo Caspian.

Le entregó una espada a Lucy y, junto también con Kilian, nos encaminamos a buscar a Eustace.

_____ no dijo nada. Extrañamente estaba inmersa en quién sabe dónde, mirando hacia el cielo y oliendo con mucha concentración.

Comenzamos a recorrer el lugar, gritando el nombre de Eustace, pero ninguna respuesta llegaba a nosotros. No sabía qué pensar al respecto. Llegamos a un lugar extenso y con un gran hueco, como si fuera un pozo, plagado de tesoros y oro puro. Los tres miramos sorprendidos.

-Un tesoro-murmuré, observando todas las reliquias. 

-Es malo-se apresuró a decir Caspian, mirándome.

Kilian puso la mano en la empuñadura de su espada, aparentemente incómodo. Pero luego de unos segundos estiró el brazo, señalando hacia abajo. Entre el oro puro, las joyas y todo lo reluciente, un hilo de humo se desprendía de un zapato quemado, achicharrado. Era de Eustace. De manera impulsiva, comencé a bajar como pude, resbalándome por la pendiente tan inclinada. Los demás siguieron detrás mío.

Tomé el zapato en mis manos, incinerado. 

-Eustace-dije con un hilo de voz.

-Ed..-murmuró Kilian, caminando hacia la fuente de otra hilera de humo, unos centímetros más lejos de donde nos encontrábamos.

Caminé rápidamente junto a él, con el zapato en la mano y la vista borrosa por el aturdimiento. Ahí estaba la ropa de Eustace, incinerada como el zapato y ni un rastro de él. Todo a mi alrededor quedó olvidado y mis músculos se aflojaron enormemente.

La versión desconocida de la Travesía del Viajero del Alba  (Edmund y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora