La versión desconocida de la Travesía del Viajero del Alba (Edmund y tú)

Capítulo 27. Parte 1/2: La batalla

Nos adentrábamos poco a poco a la Isla Oscura , preparados para cualquier cosa que quisiera enfrentarnos.

La bruma verde y tenebrosa nos envolvía lentamente, tragándonos en su interior como una bestia silenciosa y muy peligrosa. Pude observar cómo varios tripulantes miraban atentos a su alrededor, mientras muchos otros hablaban solos, al aire.

-No veo nada señor-escuché que Drinian le comunicaba a Caspian-. La niebla es muy densa.

El barco se mecía con lentitud y era cierto que no se podía divisar absolutamente nada. El ambiente estaba lleno de susurros y murmullos que hacían que sintiera algo raro en la piel.

Vi que Rhince mencionaba a su esposa; Caspian miraba a todos lados y lucía acojongado; _____ se veía como si alguien le estuviera hablando en su oído y cerraba los ojos con fuerza. 

Una bruma verdosa clara llegó hasta mí y observé cómo se tornaba ligeramente en la forma de Jadis, la bruja blanca. Me estremecí.

-Edmund, ven conmigo-murmuró ella y sentí la sangre helando-. Sé mi rey. Te dejaré reinar.

Flotaba a mi alrededor y me susurraba al oído.

-Estás muerta-dije temblando un poco-. Lárgate.

-Yo jamás voy a morir-siguió ella, sin perder su sonrisa burlona-. Siempre estaré en tu mente, niño tonto.

-¡No!-exclamé, viendo que quería acercarse a _____. Me había recordado a mi sueño.

Desenvainé mi espada y apunté, al tiempo en que su sombra fue a parar al puente de mando, para luego difuminarse.

-Edmund-oí detrás mío y eso fue como despertar.

Era Lucy, que me miraba preocupada.

-¿Estás bien?-preguntó.

-Sí...-respondí agitado.

Ella asintió, no muy convencida por esa respuesta.

_____ estaba hablando con Kilian y parecía que trataba de calmarla. Luego miró hacia mí y asintió, en señal de que se encontraba bien, pero inmediatamente me exalté por un grito repentino.

-¡Aléjense!

Todos corrimos rápidamente a estribor, para ver de dónde procedía aquel grito.

Con toda la niebla, bruma y oscuridad no se veía realmente nada, pero pude divisar que poco a poco nos acercábamos a una gran roca.

-¿Quién anda ahí?-grité.

-¡No te tememos!-gritó Caspian también.

Al instante comencé a buscar mi linterna para intentar ver algo.

-¡Ni yo a ustedes!-dijo aquella desesperada voz.

Encendí la linterna y empecé a iluminar al tanteo, tratando de encontrar al dueño de la voz.

-¡Váyanse de aquí!-exclamó de nuevo.

Justo a tiempo logré dar con su imagen. Se trataba de un anciano de cabello gris y largo, andrajoso y bastante demacrado. Estaba parado en una gran formación rocosa, aislada.

-No nos iremos-respondió Caspian, intentando descifrar quién era el anciano.

-¡No podrán vencerme!-dijo con altivez el hombre.

Inmediatamente pude ver cómo Kilian y _____ se aferraban aún más al borde del barco.

-¿Papá?-preguntó Kilian para sí mismo.