Pasaban los minutos y Caspian no abría esas puertas.
-Está muy preocupado por ella, ¿no señor?-preguntó Reepicheep, acercándose.
-Se veía muy mal, Reep-contesté, luego de unos segundos.
-Nuestra princesa es demasiado fuerte y alegre para lo que tiene que pasar-se apresuró a decir, mirando hacia las puertas-. Y...si de algo sirve, yo creo que ella estuvo encantada con usted desde el primer día que lo vio.
No pude evitar esbozar una sonrisa al escuchar eso. Al mismo instante pensé en lo que le había dicho a Kilian minutos atrás...y me dí cuenta de lo tonto que había sido dudar de él. Evidentemente lo que me había hecho actuar así fue ver como pegaba sus labios a los de ella. De pronto, el sonido de las puertas abrirse hizo que interrumpiera mis pensamientos, haciendo que me pusiera de pie. Caspian se asomó.
-¿Cómo está?-fue lo primero que se me ocurrió preguntar.
-Deberías verlo por tí mismo-respondió algo serio, casi en un susurro.
Antes de entrar me puse de cuclillas y me dirigí a Reepicheep.
-¿Puedes avisarles a Kilian y a Lucy que ya pueden ver a _____?
-Claro que sí, Majestad-respondió él, haciendo una leve reverencia.
-Muchas gracias-sonreí y me erguí, mientras él se marchaba.
Tomé aire por unos segundos y entré al cuarto. Era bastante espaciado, pero muy oscuro y frío. Caspian se sentó en una silla que había en un rincón y pasó ambas manos con pesadez por su cabeza. Dirigí mi mirada hacia una cama y observé que allí se encontraba ella, pálida.
-¿Tendrás que atarla?-pregunté acercándome a ella. Me puse de rodillas a su lado.
-Es tan difícil hacerlo-murmuró, apenado-. Ella no merece esto...no entiendo por qué quiso venir y pasar por esto.
Había dejado de temblar, pero sus manos estaban ásperas y sus uñas se veían muy diferentes a lo normal. Tomé una de sus manos y la acaricié, pensando en el duelo que habíamos tenido hacía apenas unas horas...en el cual quedamos muy pegados, sonriéndonos, sin ninguna preocupación por los peligros que podríamos hallar al día siguiente.
-¿En serio no hay forma de curarla?-pregunté segundos después.
-Hemos visitado a varios expertos en esto y todos dicen que no pueden hacer nada al respecto-contestó Caspian, mirándola-. Quién habría creído que esto le podría pasar a un telmarino...y justamente a mi hermana.
-¿Te parece muy extraño?-dirigí mi mirada de vuelta hacia _____, de ahora un color mucho más pálido. Sus labios se veían grisáceos. Me daba temor y lástima verla así, parecía..parecía estar...olvídenlo.
-Mucho-se apresuró a decir-. Bueno, ya habrás escuchado a tantos...dicen que no es normal su transformación y todo lo que puede llegar a lograr con sólo un poco de concentración.
-Y-pensé, aún tomando su mano-¿que hay del agua? Ella parece tener una especie de lazo.
-No lo sé, yo también lo he notado-se puso de pie-. No creo que sea lo único que puede hacer, sé que debe ocultar muchas más cosas...que ella misma sabe que posee pero no quiere que los demás la vean como un engendro.
-No lo es-dije, pero no fui el único. Volteé hacia la puerta y vi a Kilian, entrando.
-¿Cómo está?-preguntó acercándose.
-Su piel está fría-contesté, haciéndome a un lado para que la viera-. ¿Y Lu?
-Con Gael, tenía que ayudarla con algo...-dijo poniéndose de cuclillas.
-Creo que ya es hora-murmuró Caspian, también acercándose.
-Lo haremos nosotros,Caspian-se apresuró a decir Kilian, tomando las sogas que tenía Caspian en sus manos. Dirigió una mirada hacia mí, y, serio, asentí. No...no quería atarla, menos amordazarla, pero Caspian era su hermano y al parecer sufría mucho haciendo eso con su hermana.
-De acuerdo-suspiró.
Kilian desenredó rápidamente las sogas y la extendió. Junté las manos de _____ con delicadeza y Kilian comenzó a atarlas, ni muy fuerte ni muy flojas. Lo mismo hizo con sus pies. Ambos nos miramos, al mirar el otro trapo para amordazar su boca. Negué levemente con la cabeza y él, dejándolo a un lado, miró a Caspian.
-No, no hace falta, déjenlo así-dijo, dándose cuenta de lo que quería decir aquél silencio sepulcral.
-Yo tomaré el primer turno para cuidarla-me apresuré a decir. Desde afuera se escuchó un estruendoso relámpago, iluminando también el oscuro cuarto.
-¿Estás seguro?-preguntó Kilian-. Es la primera vez que tratas con algo así...
-Kilian tiene razón Ed-dijo Caspian, mirándome serio.
-Estoy seguro-respondí firme-.Puedo hacerlo.
Intercambiaron miradas. Otro relámpago, aún más fuerte y el barco comenzaba a mecerse en lo que se venía una tormenta sin fin. Las gotas de la lluvia ya se escuchaban chocar contra el barco.
-Está bien-dijo Caspian, luego dirigió su mirada a Kilian-. Kilian, ¿te importaría ir a ayudar a Drinian afuera? Siempre que hay tormentas necesita ayuda.
-De inmediato, Majestad-asintió Kilian, haciendo una reverencia leve. Me miró y puso una mano sobre mi hombro-. Suerte, Ed.
-Gracias-dije, haciendo una mueca. Sacó su mano de mi hombro y se dirigió a la puerta-. Kilian-lo paré, poniéndome de pie.
-¿Sí, Majestad?
-Somos amigos...¿no?-pregunté, queriendo reír. Él soltó una pequeña risa y asintió.
-Amigos-dijo, ambos nos sonreímos algo tontos y se marchó. ¿Qué rápido terminan las peleas entre los hombres que se llevan bien, no creen? Al marcharse, Caspian me observó, cruzado de brazos.
-Solo algo antes de marcharme-murmuró-. Puede que reaccione de forma violenta si llega a despertar...no te asustes, la soga resiste. Seguramente comenzará a hablarte...no la escuches, en lo que se transforma trata de liberarse de todas las formas posibles para poder atacar. Y, creéme, no es nada fácil controlarla. También habla dormida...a veces en sueño, otras es solo ilusión o cosas que pasan por su mente confundida.
-De acuerdo-asentí.
-Por último...tomaré el siguiente turno a las tres horas , así descansas-sonrió-. Suerte...confío en que puedes hacerlo. Ahora tengo que subir, Drinian se pone muy alterado con las tormentas.
Y se marchó. De nuevo estábamos solos, pero no de la forma que yo esperaba. La tapé con una manta y me senté en la silla que había estado sentado Caspian anteriormente. La miraba ahí y pensaba en decirle todo lo que sentía, ¿pero de qué valía? Luego no se acordaría de nada. Recosté mi cabeza en el respaldar de la silla, mirándola.
-Edmund...-susurró ella-.Ed...
Sus ojos estaban entreabiertos. Se levantó un poco.
-Ayúdame Ed...-susurró-.No quiero ser...ser...un..mons..-tartamudeaba. Me dirigí rápidamente a ella y la recosté, presionando su cuerpo hacia abajo.
-Todo estará bien-susurré-. Yo te ayudaré _____, tranquila.
Cerró sus ojos y volvió a dormir. Observé que sus uñas eran más largas y diferentes. No me daba miedo estar con ella. Para mí, sigue siendo, la Princesa Perdida, la más valerosa y divertida chica que haya conocido.
Sólo espero que esto no dure demasiado...no creo que soporte verla de esta manera por mucho tiempo, ella, claramente no merece nada de esto. Y yo...¿la mereceré a ella?
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La versión desconocida de la Travesía del Viajero del Alba (Edmund y tú)
FanficHas visto la travesía del viajero del alba...pero existe otra versión, otra versión en la que Edmund Pevensie encuentra el amor, en la que suceden muchas aventuras que poco a poco nos revelan más secretos de Narnia. Pero...muchas cosas podrían poner...