ZIMMERMAN'S&GREY'S

¿A trabajar?

Pov Bella

Desactivo la alarma de mi viejo pero aún útil móvil que en 3 minutos iba a empezar a sonar para levantarme. El sueño no se ha apoderado de mí, suspiro, joder, se me ha hecho imposible conciliar sueño, no puedo más, a pesar de que lo intente una y otra vez y peor después que regrese de la terraza, uffff, no sé, pero cómo puedo dejarme engatusar por un capullo, mujeriego, egocéntrico, guapo, terriblemente sexy, Dios.

Ted me hace sentir cosas que... joder, mejor me doy un baño de agua fría. Es lo mejor que necesito en estos momentos.

Cuando salgo de la ducha, mmmm veo que Jud me ha dejado ropa, mmmm a plena vista veo lo costosa que es, es muy fina y hermosa, me encojo de hombros y suspiro que se hará. Decido por el bonito vestido azul oscuro; es muy bonito y sencillo. Me pongo unos zapatos chatos negros y en mi cabello me hago un moño. Vale, es lo mejor que consigo después de la semana, mmmm, busco entre mi bolso que es un desorden, agarro mi carterita donde están mis documentos y mis 50 míseros euros que me quedan, ostia, menos mal que en tres días cobro. Ahí se encuentra una foto de Nata; la observó.

Oh, Dios, cuánto te hecho de menos, ya me haces falta. Vale, sé que prometí no llorar y no lo haré, así que sigo arreglándome y tengo que esperar a él...

—Eso—murmuro al escuchar el sonido de mi móvil que me avisa que es un mensaje.

Bonita, estoy afuera ;)

Luis

Vale, estoy bajando —le respondo, agarro mi bolso, mis llaves y pienso pasar por el departamento a recoger algunas cosas.

Salgo de la habitación; pienso avisar a mis padres, pero mejor les mando un mensaje más tarde; deben de estar agotados.

Al salir del hotel pijo, veo que mi mejor amigo, distraído, no me ha visto y yo corro y me lanzo encima de él.

—Maripocitaaaaaaa— chilló y saltó; casi nos caemos, pues lo cogí de sorpresa.

—Joderrrrr —grita del susto, manteniendo como pueda el equilibrio.

—Pero tú estás loca, casi me das un infarto, me has roto el tímpano y casi no caemos—me dice con esa voz tan tan tan de Luis.

—Shhh, no seas llorón, estás fuerte —le digo y él al verme rie y me abraza.

—¿Cómo estás, cielo?

- Bien y tu?

—Pues qué se le hace —me dice nostálgico.

—Te quiero, hermano.

-Joder Bella No me hagas llorar que no tengo ni un klennex —me dice y yo río.

—Bueno, bueno, arriba esas pestañas que Dios maravilloso nos ha dado y andando que tenemos que trabajar —yo río y comenzamos a caminar.

—¿Me trajiste? - le pregunto

—Sip, el vestido es lo primero que encontré. Eres muy desordenada.

- No importa - le digo

—Por cierto, amo tu vestido; es tan... —me dice, pero yo me adelanto.

—Extremadamente caro, pijo.

-Bella Tendrás que acostumbrarte; en serio, ni siquiera sé qué haces aquí, ahora hablando conmigo y caminando a trabajar, sabiendo que tus padres son...

—Ricos, si tú lo has dicho a mis padres, yo no.

—Joder que eres orgullosa, bonita.

—Por favor, no quiero hablar de ello, ¿porfi, paso a paso, sí?