ZIMMERMAN'S&GREY'S

Seis meses

Pov Phoebe

Ring Ring Ring —joder.

Estiró mi mano para agarrar mi móvil y apagar la bendita alarma. Pero ¿en qué estaba pensando yo al poner mi alarma tan temprano? Son las 5:30 de la mañana y mis clases comienzan a las 10.

"Porque tu gran trasero crece y crece, y que los postres te están pasando factura" dice mi subconsciente, y pues sí tiene razón.

He engordado y mis pantalones muy pronto estallarán, así que desde ayer me tracé una meta, ir a ejercitarme, "y de paso ver al rubio alemán que te trae loca haciendo ejercicios", nuevamente mi subconsciente, mierda, eso también es cierto.

Me ruborizo tan solo al pensar en Eric, además, ayer en el ascensor le dije que me vería desde temprano y así va a hacer.

Me levanto sin ganas, lo sé, no soy para nada disciplinada. Busco en mi closet algo deportivo, mmmmmm, aquí hay pantalones si esto sirve. Me inclino por unos pantalones de tira alta deportivos que se me ajustan al cuerpo, y para que no se note mi culo gorro, me pongo un polo sin mangas largo, genial, eso al menos lo tapa.

Me hago una coleta y me pongo zapatillas negras. Me miró en el espejo y suspiró ¿porque siempre tendré que estar tan pálida? Me pellizco las mejillas para darle color y me enfoco en mi mirada, joder que es la de mi padre. Tengo suerte de tener sus ojos; los utilizo para sentirme segura y hoy la necesito.

Vamos, Pho, que eres una Grey, me animo a mí misma. "Si es la Grey más floja de la familia que no sabe ni levantar una pesa", joder, es cierto. Lo peor es que ni siquiera está Aba como para que me ayude a disimular mi torpeza en el mundo fitness.

Al salir de mi habitación no veo a Sawyer, mmmm, raro. Voy hasta el elevador y las puertas se abren; ahí estaba... Sawyer mirándome con sorpresa.

—¿Te sientes bien, Pho ? —me dice y yo río.

—Sí, Luke, estoy bien —me dice y él se rasca la cabeza dudando y me toca la frente.

—Basta, Luke, ¿tan difícil de creer es que me levante temprano y quiera hacer ejercicios? —me dice y él afirma con la cabeza.

—Phobe, pero tú nunca... —me dice y me mira con ternura. Yo sonrío.

—Lo sé, Luke, por eso tú me vas a ayudar —me dice y él se queda helado. Subo al ascensor con él y él me mira como si estuviera haciendo una travesura.

—Phoebe... —me dice en tono de advertencia; parece que no le agrada la idea.
—Luke, como todo el mundo sabe, yo nunca he hecho nada de ejercicio —él me mira y asiente— y digamos que en los últimos meses he engordado algunos kilos y me quiero deshacer de ellos —me dice y él frunce el ceño.

—Niña, tú no estás gorda —me dice como si hablara con el esqueleto.

—Hay Luke. Tú me vez como tu sobrina o hija. Obviamente, no te vas a dar cuenta —le digo y digo mirándome como si yo tuviera dos cabezas.

—La culpa la tiene tu hermano por llamarte todo el día gorda, que no lo estás, Pho, mejor vuele a tu habitación y descansa que a las 10 tienes clases —me dice en su plan duro, sería e intimidante, que a mí no me afecta para nada.

- Valos Luke Porfi, porfi, porfi. Tú has estado en el ejército y me puedes ayudar. Por favor, mira que siempre he sido una niña buena. Y no suelo pedir nada. ¡Lo miró y él parece ablandarse bien!

—No, niña, sabes que ahora te tengo que tener más vigilada que nunca por lo que ha pasado estos días. A parte, mañana no podrás no pararte y tienes clase —me dice categórico, pero yo tengo un As bajo la manga.