La mejor noche de mi vida

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Pov Phoebe

Me encuentro en mi habitación del hotel mirando exactamente a la nada. Han pasado casi 7 horas de lo que puede haber sido la mejor noche en mi corta vida; y eso está realmente mal.

Sí, podrán preguntarse ¿cómo la mejor noche de mi vida puede ser algo malo?, pues, déjenme explicarles lo que sucede.

Cuando el chico con el que tuviste tu primera vez fue atento, caballeroso, pero a la vez excitante, muy excitante, y, encima, muy guapo y fuerte... El mismo chico, que en la misma noche, me ha hecho sentir cosas que nunca nada ni nadie las hizo. Pero es el mismo chico que, desde comenzó este cuento, me dijo que él no quería nada serio; y la inteligente y toda mujer independiente de Phoebe aceptó. Buena jugada, Grey, me dice mi conciencia con sarcasmo. Ese mismo chico es Eric Zimmerman, el socio amigo de mi hermano, el chico alemán con el que tuve mi primera vez.

Solo faltan unos pocos meses para volver a Seatle, a empezar mi vida universitaria; y venme aquí jodida, muy jodida por el alemán. Ay, Zimmerman, porque de todos los muchachos con los que me podía enamorar, tenía que ser justo tú. ¿Por qué?

Suspiro, sí, desde hace 7 horas lo sé. Estoy enamorada de Eric Zimmerman y no puedo olvidar lo que me hizo sentir, la mejor noche de mi vida.

Siete horas atrás.

Me encuentro en el baño de la discoteca, donde el genio de mi hermano y Eric o Capitán América y Thor, como les llama Hannah, están desfigurándole la cara a los dos idiotas que se quisieron propasarse con nosotras.

—Joder, Ted ya basta. Eric, ya déjalo. - dice Hannah
De pronto entran Sawyer y Pet. —Joder, pero cómo coño se meten en tantos problemas —dice este último.

Pero antes que pudiera hablar, para que Sawyer no mirase toda la noche con esa cara de molesto, Hannah habla primero.

—Para mi defensa y la de Pho, todo esto lo teníamos controlado —miro a los energúmenos de nuestros hermanos y sigo—. Pero acá Thor y el Capitán América no pueden controlarse.

—Joder, chicos, salid de aquí, Pet y yo nos encargamos. Ustedes dos —señalando a los chicos— cuídenlas, mientras nosotros limpiamos su lío.

Joder, estamos en problemas otra vez; a veces pienso que tengo cinco años; y es que ¿cómo no me voy a sentir así? Si tanto Eric como Ted nos miran como dos niñas que han cometido una travesura, joder, me niego a sentirme así.

Veo cómo los dos idiotas se miran; estos dos han experimentado una clase de comunicación telepática en las últimas semanas; asientan ligeramente y mientras Ted se acerca a Hannah, Eric lo hace conmigo; me agarra con firmeza de la mano y me saca del baño.

Mi hermano detiene a Hannah y le pregunta si está borracha; ella ríe y yo pongo los ojos en blanco. Eric resopla y, no sin antes asentir la cabeza con mi hermano, me lleva a la mesa donde estaba todo el grupo.

Digo que estaba porque todas aquí ya están bailando o besándose con sus respectivas parejas, menudas traidoras. ¿Dónde quedó lo de la noche de chicas?

De pronto, Eric me jala por la cintura y me acerca a él; me examina con sus ojos oscuros y dice:

—Supe que tanto mi hermanita y tú se han estado divirtiendo mucho. —Carajo, si mi papá oyera todos los tacos que dice mi mente, me desheredaría, pero mi mente solo está pensando en lo sexy que es Thor. —Que han bebido un poco más de lo debido y que han bailado y gritado como un par de locas, y conociéndolas sé que lo han pasado bien —me susurra en oído y yo tiemblo.

-Eric...- logró decir

—Dime, pequeña— me dice el muy idiota como si no ocurriera nada, y yo no puedo decir nada. Así que hace lo que me vuelve loca; me besa la frente, baja a la nariz, mis labios, abre la boca y con un leve mordisco su lengua empieza a invadir la mía.

—Eric... —jadeó. Bendita sea la música a todo el volumen, porque prácticamente he gemido su nombre.

—Mmmm, ¿sabes lo que creo? —me pregunta, y yo niego la cabeza confundida y totalmente hechizada.

—Creo saber cómo disfrutarías mucho más esta noche, si tan solo nos... - JODER, no lo dejo seguir, porque la que lo jala esta vez soy yo. Lo atraigo hacia a mí con toda la fuerza que soy capaz y lo beso, desesperadamente.

Él es más alto que yo, y es por eso que jalarlo no es lo suficientemente útil para que nuestras bocas estén a la misma altura, así que me paro de puntitas y sigo asaltando su boca. Siento que gruñe; ese sonido tan varonil envía automáticamente un mensaje a mi cerebro; él está disfrutando el beso tanto como yo, y eso me hace sentir muy segura.

Me abraza y pasa sus manos por mi cabello, mi espalda y baja a mi trasero. Yo gimo en su boca y siento que sonríe.

—Pequeña, pequeña... —me dice separándose lo mínimo que le permita hablar —haces que me vuelva loco, que te bese como un desesperado en frente de tu hermano y guardaespaldas, haces que quiera desaparecer contigo en este mismo instante —me dice con voz ronca.

Nuestros ojos se conectan por un tiempo. Estoy a punto de tirar otra vez, pero veo que su mirada deja la mía, su semblante en un mini segundo cambia, se pone serio y rígido, y hace un leve asentimiento de cabeza. Él y Ted se están mirando, dando permisos estúpidos sobre nosotros; pongo los ojos en blanco.

—Sabe que es de mala educación poner los ojos en blanco, señorita Grey —me dice.

—Y usted, sr. Zimmerman, sabe que es de mala educación hacer esperar tanto a una mujer —le digo con la esperanza de que capte el doble sentido.

Y pues creo que lo logré, pues su rostro se congela, y me mira con determinación; respira profundamente y con su mano me acaricia la mejilla.

—Pho, yo no quiero hacer algo... —lo corto; estoy harta de que me trate como una niña de cinco años.

—Shhh... Zimmerman, no quiero que sigas —lo miro desafiante—. Esto es fácil, los dos somos adultos para saber lo que queremos. Dime que no me deseas, que nunca podrías tener sexo conmigo, está bien, no hay problema, pero entonces no estés besando y comiences algo que no estás dispuesto a terminar y además... —no me deja terminar. Toda mi determinación se deshace automáticamente; cuando él me besa con fuerza, su lengua toma el control, y joder, si este no es el mejor beso que me han dado, no sé cual lo puede superar.

Nos separamos por falta de aire y me dice: —No pienses ni por un minuto que no te deseo. Dios sabe que me traes loco desde que nos chocamos en el pasillo del hotel. Eres muy hermosa e inteligente, y créeme que nunca supe que tenía todo este autocontrol hasta que te conocí. Nunca haría algo que tú no quieras.

—Joder, Eric, pero quiero. ¿Me entiendes? — Le digo y él sonríe. —Yo también te deseo— le digo prácticamente susurrando. Él me mira, mira y mira; niega con la cabeza y yo pongo los ojos en blanco a propósito porque sé que no le gusta que haga eso. Él me da una mirada de advertencia, se separa de mí y me agarra con decisión de la mano diciendo —vámonos— y yo asiento como los gatitos de los restaurantes chinos. Y así nos dirigimos hacia la salida de la discoteca. Veo que con su otra mano está con el móvil en la mano y manda un mensaje, joder, espero que no le esté mandado a Ted.

—Por favor, dime que no le estás escribiendo a Ted —le digo.

—Él me escribió primero y yo solo le estoy respondiendo —me dice, y yo frunzo el ceño para joder con estos dos. Eric con toda la ternura del mundo me da un beso en la frente y dice:

—Pho, a pesar de que tú eres mi Grey favorita, Ted se ha convertido no solo en mi socio, sino también mi amigo, y los dos como idiotas están locamente perdidos por sus hermanitas; es por ello que tenemos esta conversación, porque nos respetamos. Estamos confiando el uno al otro, me dice y yo asiento.

—Está bien, Zimmerman, ya que tienen el consentimiento de mi hermano, dime ¿dónde me vas a llevar esta noche? —le digo toda coqueta y él sonríe.

—A donde tú quieras, pequeña, solo déjame ir por el auto —me guiña el ojo y se va a hablar con el Vallet Parking, y de pronto un Audi negro se estaciona en frente de nosotros. La seguridad sale del asiento del copiloto y le da las llaves a Eric.

¿Lista para irnos? —me pregunta, y sé que lo hace para reconfirmar si estoy seguro de lo que vamos a hacer. Sinceramente, no estoy segura de cómo esto puede acabar. Pero lo que sí estoy segura es que quiero follar con Eric Zimmerman. 

ZIMMERMAN'S&GREY'SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora