ZIMMERMAN'S&GREY'S

NOCHE DE CHICOS

POV Ted

No me lo puedo creer: estoy en el hotel con Eric, Glen, Flym y Oscar. Los viejos se han ido a cenar, bueno, convencidos por todas las mujeres. Mi hermana, Hannah y todas chicas están Dios sabe dónde bebiendo y bailando, que hombres se están queriendo propasar con ellas, pero joder, si sigo así, acabaré como papá.

—¿Y si vamos a un bar? —dice Oscar, es el menor de todos, tiene 18 creo y es un mujeriego... Creo que este niño ha follado más veces que yo en estos tres meses. ¿Y yo por qué no follo? Simple porque una bruja de ojos caramelo y maldito carácter me tiene hechizado.

—He llamado a Pet, las chicas están bien —dice Flym.

—Más le vale, que estén bien —dice Glen, que también como todos nosotros excepto Oscar tiene cara de mala leche.

Eric se para y dice: —Venga, vamos por un trago al bar del hotel —dice serio, muy serio y todos lo seguimos.

—Pero qué aburridos son... —dice Oscar y eso nos hace reír. —Vejestorios, yo mejor voy a mi habitación o es mejor a la habitación de la joven recepcionista —dice y se va a joder con El Niño. Me hace recordar a Eliot Jr.

—No hay duda que es digno hijo de mi tío Bjorn —dice Flym y Glen ríe.

Estamos en cuarta ronda de whisky, charlando de la universidad, nuestros ligues...

—Recuerdo clarito, tendría 4 o 5 años cuando la tía Jud le contó a mi mamá que tú, señor, a los 14 te agarraste a una chica mayor que tú con más pechos que ella. —Dice Glen, eso nos hace reír a todos.

- Ni recuerdo su nombre. Joder, uno de adolescente tiene la testosterona al límite —dice y nos reímos.

—¿Cómo estarán las chicas?—dice Glen—, joder, son las 2 de la mañana.

—Y aún no vienen —digo yo; esto ya me está preocupando.

—Conociendo a ese grupo de locas... —dice Flym.

Eric y yo nos miramos. Aunque hemos estado más relajados, sé muy bien que está igual de preocupado que yo. Creo que Flym y Glen nos miran y también se ponen a meditar.

—No creo que el pobre Luis no se dé a basto para cuidar a esa jauría —dice Flym.

—Joder, Flym, no me hagas pensar —dice Glen.

—Ya esperamos bastante, ¿no lo creen? —dice Eric que se para y coge sus llaves y una chaqueta.

—¿No me digan que no quieren venir? —dice el alemán.

—Estaba esperando que me lo propusieras, amigo —digo y veo que sonríe.

—Creo que lo de la noche de chicas se convertirá en una noche de chicos... —dice y todos nos ponemos en marcha.