"Linda Tarde"

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—No puedo creerlo, Eduardo —no obtenía cómo contener sus risas al hablar—. ¿En serio te acostaste con la chica? Pensé que jamás habías tocado una mujer.

—En efecto, cariño. Lo hice. Y, no me gustó —toma de su batido después de hacer una mueca.

« ¿Quién lo pudo haber imaginado? Porque honestamente yo no »

¿Por qué nunca habíamos tocado entorno al tema? —succiona de su pajilla sin quitarle su mirada al chico de piel canela.

El chico ahora misterioso se encoje de hombros restándole importancia.

—Nunca me lo habías preguntado.

Así era degustaban un buen batido con una amena plática en The Griddle Café. Joan vestía un abrigo color verde, jeans ajustados y zapatos del mismo tono de su gabán, cosas que también combinaba con sus zarcillos y cartera (La imagen de arriba).

—Ouh —tan rápido como un astuto leopardo fue capaz de divisar un buen mirar a una mesa cerca del mostrador—. Mis ojos se deleitan —sonríe con picardía.

—¿A quién observas?

Giró al instante en el que su amigo parecía mostrar fascinación. Quedó encantada, nunca antes se había topado con un ser el cual poseyera tantos atributos juntos. Se describía un serio masculino con el ceño levemente fruncido que daba toda su atención a una rubia frente de sí; con rizos y un perfil que se asemeja al de un perfecto adonis. Entonces le gustó ser desafiada por su destino, contemplar con tanto ahinco una grandiosa obra creada le dejaba mucho qué imaginar siendo una mujer de muchas pasiones.

—¡Disimula un poco! —ríe.

—¡Dios Mio! Es la creación más bella del señor.

—No seas dramático —puede parecer buena actriz. Ella pensaba exactamente lo mismo.

—¡Me muero! Está mirando para acá.

—¿De verdad? —hace el ademán de comprobar lo que su amigo le dice pero éste le da un apretón a su brazo.

—No vayas a voltear, por lo que más quieras.

—¿Por qué no? Vamos. Necesito ver su rostro completamente.

« Y dejarme subir al séptimo cielo una vez más »

Ella se gira, y como lo imaginó Eduardo, sus ojos se encontraron tan pronto como el hombre volvió a sentir la penetrante mirada de Joan llena de plegarias para que le dirigiese su atención. Joan sonríe como impulso pensando en que si no lo hacía sería tan descortés como no regalarle un guiño. Él curvea sus labios coqueto y muerde su labio inferior por lo que la extraña pero atractiva chica pudo hacerle.
Ella vuelve a su postura.

—¡Sucia —dice asombrado dándole un manotazo a su brazo—. Te lo quieres tirar ¿Verdad, perra?

—Al tío le ha gustado —pronuncia algo emocionada para luego morder su labio inferior nerviosa.

—¡Su acompañante le habla pero él no detiene su mirar hacia acá! —agrega alegre de que el extraño les dé un poco de su interés— ¡Le gustas! —susurra exaltado.

—¿Tú crees?

—¡Por supuesto! Salud por eso —levanta la copa con su batido.

—Salud —lo imita.

El Teléfono de Eduardo comienza a vibrar sobre la mesa, ambos dirigen su mirada a la aparato y él lo toma para contestar la llamada, al pasar unos cuantos segundos cuelga.

Vida Indecente -MJ Fanfic [#MoonwalKingAwards2017][#SmileAwards]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora