Lobos Posesivos - #1 [TP]

Parque de Diversiones (Parte III)

KYLAN

Aparco el ferrari frente a la casa y bajo. Camino a la puerta con paso seguro y toco. Ésta se abre dejando ver a un hombre parecido a Raquel, en todo.

-¿Tu quien eres?-pregunta en tono serio y frío.

-Kylan CollingWood señor. Vengo...-me interrumpe.

-Mas te vale que no regrese llorando porque sacare el arma que tengo guardada ¿Entendiste niño?-dice amenazante.

Sí no fuera un hombre lobo me moriría de miedo por su seriedad y fría mirada.

-Perfectamente-digo firme.

-Tío-dice una voz suave detrás de la puerta-Deja a Ky, porfi-dice Zoe con ternura-Hola Kylan-me sonríe viéndose mas hermosa.

-Hola Zoe-le digo con la mirada de su tío en mi-La traeré antes de media noche-digo sin mirarlo.

-Mas te vale-responde serio-Que te vaya bien linda-le dice a Zoe dándole un beso en la frente.

-Bien-contesta y sale poniéndose a mi lado.

-¿Nos vamos linda?-le pregunto sonriendo.

-Vamos-dice y camina al auto montándose en el, corro a el y me subo encendiéndolo.

-Te ves hermosa-le digo mirándola de reojo como se ruboriza.

-Gracias-dice bajo.

Luego de eso ninguno hablo. Mientras conducía la miraba de reojo atrapándola mirándome. Al cabo de unos minutos llegamos al parque, estaciono, me bajo y abro la puerta de Zoe.

-Uuuh-dice de forma burlona y con una sonrisa.

-¿Que?-le pregunto confundido.

-Nada-niega.

Frunzo el ceño pero no digo nada. Entramos al parque y Zoe me arrastra al juego de las tazas giratorias.

-Este es un juego de niños Zoe-le digo riendo por su emoción infantil.

-¿Y que?-pregunta despreocupada encogiéndose de hombros-Mi padre decía que se es niño, tuvieras la edad que tuvieras-dice con voz algo triste.

Entonces la miro con ternura.

-¿Que les paso?-le pregunto cauteloso.

Niega con puchero.

-Vamos, ven-me jala a la pequeña tarima del juego sentándonos en una de las tazas.

Luna esta niña están tierna e inocente...

-No me gusta hablar de eso-habla con voz baja y suave así que la miro.

-Perdón-digo mirando sus labios rosa.

Me mira y sonríe con alegría cuando las tazas empiezan a moverse.

-Tus ojos cafés-dice y la miro confundido-Ocultan algo peligroso

Frunzo el ceño preocupado.

-¿Como que o como lo sabes?-pregunto serio.

-No se que es. Y lo se, porque soy observadora-responde como si nada.

La sigo mirando serio y con preocupación. Baja su mirada y la sube con un leve rubor en sus mejillas.

-¿Me dirás ese secreto algún día?-pregunta tímida pero firme.

Sonrío ante su ternura y tomo su mano sintiendo una electricidad recorrernos.

-Algún día-susurro.

Dos minutos después bajamos del juego, compro dos algodones de azúcar, uno azul para mi y otro rosa para ella.