Las Reliquias de la Muerte

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Ron se golpeó contra la hierba y se levantó rápidamente. Parecían haber aterrizado en la esquina de un campo al atardecer. Hermione ya estaba corriendo en círculos alrededor de ellos, ondeando su varita.

-Protego Totalum... Salvio Hexia...

-¡Ese viejo bastardo traidor! -jadeó Ron, saliendo de debajo de la Capa de Invisibilidad y tirándosela a Harry-. Hermione eres genial, absolutamente genial; ¡no puedo creer que nos sacaras de esa!

(Y aquello no era un mero cumplido. Era la pura verdad. Ron nunca había admirado más la inteligencia de la chica que en ese momento).

-Cave inimicun... Te dije que no era un cuerno de Humpern, ¿verdad?, ¡Ahora su casa ha volado en pedazos!

-Se lo merecía -dijo Ron con sequedad, examinando sus vaqueros rotos y los cortes de su pierna-. ¿Qué crees que le harán?

-¡Oh, espero que no lo maten! -gimió Hermione- ¡Por eso quise que los mortífagos echaran un vistazo a Harry antes de largarnos, para que supieran que Xenophilius no estaba mintiendo!

-¿Y por qué me escondiste a mí?- preguntó Ron muy intrigado. -A fin de cuentas, se suponía que el que buscaban era a Harry.

-¡Se supone que estás en cama con Spattergroit, Ron! ¡Han secuestrado a Luna porque su padre apoyaba a Harry! ¿Qué le ocurriría a tu familia si supieran que estás con él?

Ron sintió una cálida oleada de cariño hacia Hermione por preocuparse tanto por sus padres. Pero entonces recordó que los padres de Hermione, al ser muggles, y al ser ella una fugitiva buscada, corrían un peligro mucho mayor.

-¿Pero entonces qué pasa con tus padres? -preguntó.

-Ellos están en Australia -dijo Hermione-. Deberían estar bien, no saben nada.

-Eres genial -repitió Ron impresionado.

-Sí, lo eres -agregó Harry fervientemente-.No se que habríamos hecho sin ti.

Ella sonrió, pero de inmediato se tornó solemne.

-¿Y qué hay de Luna?

-Si decían la verdad y aún está viva...-comenzó Ron muy preocupado por su amiga.

-¡No digas eso, no lo digas!, -chilló Hermione-. ¡Tiene que estar viva, tiene que estarlo!

-Entonces estará en Azkaban, me imagino-prosiguió Ron en tono sombrío-. Ahora, que sobreviva a ese lugar... muchos no lo consiguen...

Lo cierto es que Ron pensaba que jamás volverían a ver con vida a la chica. Sólo entonces se dio cuenta de cuánto la quería. Harry, sin embargo, intentó ser optimista

-Ella sí -dijo. - Es dura, Luna es mucho más dura de lo que os imagináis. Probablemente les esté enseñando a los presos todo sobre los torposoplos y Nargles.

-Espero que tengas razón -dijo Hermione. Se puso una mano sobre los ojos- Me sentiría tan mal por Xenophilius si...

-...si no hubiera intentado vendernos a los mortífagos, sí. -dijo Ron con sequedad.

Levantarón la tienda y se metieron en ella. Ron se puso a hacer té, mientras Hermione se dejaba caer sobre una silla y se quedaba muy pensativa. Finalmente, dijo:

-Oh, ¿por qué fuimos allí,? Tenías razón Harry, fue como lo del Godric Hollow otra vez, ¡una absoluta pérdida de tiempo! Las Reliquias de la Muerte... menuda tontería... aunque de hecho -Un pensamiento súbito pareció haberla golpeado-, podría habérselo inventado todo, ¿verdad? Probablemente no creía en las Reliquias de la Muerte en absoluto, ¡solo quería que siguiéramos hablando hasta que llegaran los mortífagos!

Ron Weasley y las reliquias de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora