Ron Weasley y las reliquias de la muerte

Un lugar donde esconderse

Ron trató de asimilar lo que acababa de oír. "El Ministerio había caído". Pero eso significaba que los Mortífagos podrían llegar hasta la Madriguera, porque podrían romper los encantamientos protectores...¡Tenían que irse de allí cuanto antes! Vio que muchos invitados empezaban a Desaparecerse. Y oyó también a Hermione que le llamaba desesperadamente. Corrió hacia donde estaban ella y Harry, y vio también que aparecían de la nada algunas figuras enmascaradas: eran mortífagos. Volvió a oír una y otra vez la voz de Hermione, que seguía llamándole. Finalmente, consiguió alcanzar a sus amigos. Cogió el brazo libre de Hermione, y la sintió girar sobre sí misma; la visión y el sonido se extinguieron. Al abrir los ojos, se encontró que estaban en otro sitio lleno de gente, que no había visto nunca.
-¿Dónde estamos? -preguntó.
-En Tottenham Court Road -jadeó Hermione-. Camina, simplemente camina, tenemos que encontrar un sitio para que os cambiéis.
Mientras caminaban a paso ligero, Ron cayó en la cuenta de que no tenían nada para cambiarse, sólo tenían sus túnicas de gala, y así se lo recordó a Hermione, mientras Harry se lamentaba de no haber traído su capa de invisibilidad. Hermione respondió que tenía tanto la capa como ropa para los dos, mientras entraban en un callejón lateral. Ron, sin embargo, observó que Hermione no llevaba nada salvo su pequeño bolso bordado, en el que rebuscaba en ese momento. Harry hizo la misma observación. Pero entonces, Hermione sacó un par de vaqueros, una camiseta gruesa, algunos calcetines granates, y finalmente la plateada capa de invisibilidad. Desde luego, aquello era demasiado grande para meterlo en un bolsito tan pequeño.-¿Cómo demonios...?-dijo Ron muy sorprendido.
-Encantamiento de Extensión Indetectable -dijo Hermione-. Difícil, pero creo que lo he hecho bien; en cualquier caso, me las arreglé para meter aquí todo lo que necesitamos. -Dio una pequeña sacudida a la aparentemente frágil bolsa, que resonó como si fuera un cargamento con varios objetos pesados rodando dentro.-Oh, maldición, eso deben ser los libros -dijo, mirándolo con atención-. Y los tenía todos apilados por tema ... En fin ... Harry, es mejor que cojas tú la capa de invisibilidad. Ron, date prisa y cámbiate ...-¿Cuándo hiciste todo esto? - preguntó Harry mientras Ron se desvestía y se ponía la ropa que le había pasado Hermione.
-Te lo dije en la Madriguera, he llevado encima lo esencial preparado durante días, ya sabes, por si acaso tuviéramos que huir rápidamente. Hice tu mochila esta mañana, Harry, después de que te cambiaras, y la puse aquí ... Tenía un presentimiento ...-Eres asombrosa, de verdad que sí, -dijo Ron con sinceridad, pasándole su túnica enrollada. "No sé qué haríamos sin ti", pensó.
-Gracias -dijo Hermione, con una pequeña sonrisa, mientras empujaba las túnicas en la bolsa-. ¡Por favor, Harry, ponte esa capa!
Harry se lanzó la Capa de Invisibilidad alrededor de los hombros, desapareciendo de la vista. Ron, entonces, empezó a pensar en su familia. ¿Qué les habría ocurrido? ¿Les habrían capturado, torturado o...asesinado? Harry también preguntó por ellos, pero Hermione replicó con firmeza que ahora no podían pensar en eso.

-Van tras de ti, Harry, y si volvemos lo único que conseguiremos será ponerlos a todos aún en más peligro-dijo la chica.

-Tiene razón - dijo Ron, intuyendo que Harry estaba a punto de discutir, incluso sin poderle ver la cara-. La mayor parte de la Orden estaba allí, cuidarán de todos-añadió con una confianza que no sentía en absoluto..-Vamos, creo que deberíamos mantenernos en movimiento - dijo Hermione.
Retrocedieron por la calle lateral y de nuevo por la carretera principal, donde un grupo de hombres cantaba y ondeaban los brazos en la acera de enfrente.
-¿Sólo por curiosidad, por qué Tottenham Court Road? -preguntó Ron a Hermione. -No tengo ni idea, fue lo primero que me vino a mi cabeza, pero estoy segura de que estaremos más seguros en el mundo muggle, donde no esperarán que estemos.

-Es cierto . Pero ¿tú no te sientes un poco ... expuesta?-dijo, viendo irritado cómo los hombres del otro lado de la calle empezaban a silbarle y aullarle como lobos