Shell Cottage

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Durante los siguientes días, Ron notó que Harry procuraba evitarles tanto a él como a Hermione. Se pasaba largas horas a solas, junto al mar o contemplando la tumba del elfo Dobby.Veía claramente que su amigo sufría, sufría como él nunca había sufrido, y se sentía impotente por no saber qué hacer. Un día, harto de contemplar aquello, había intentado acercarse a Harry preguntándole si necesitaba ayuda. Éste le había dicho que no, y Ron había vuelto, aún más sombrío, al salón de Shell Cottage, donde estaban Hermione, Bill y Fleur. Fleur le preguntó qué ocurría y Ron le contó que estaba muy preocupado por Harry. Ron notó que Hermione le miró de un modo peculiar. Antes le había mirado de un modo parecido, pero no recordaba cuando...¡Ah, sí! cuando hizo pedazos enfurecido la carta de Percy en la que le invitaba a romper su amistad con Harry. O cuando espontáneamente se ofreció a falsificar su árbol genealógico para hacer pasar a Hermione por una "sangre limpia". O cuando se mostró inquieto por los Cattermole... Incluso le pareció detectar un atisbo de ternura en su mirada, ¿o eran imaginaciones suyas?

Bill se levantó y le invitó a salir afuera. Ron se quedó contemplando durante un rato a Harry, que miraba sin decir palabra el pequeño túmulo de tierra que cubría los restos de Dobby.

—Harry está sufriendo, Bill. Tengo que hacer algo por él—dijo Ron, con tristeza.

Bill le pasó una mano por el hombro a Ron. Normalmente, el pelirrojo la habría rechazado con irritación, pero hoy no. Volvía a sentirse como cuando tenía ocho años, y se metía en la cama de Bill cuando tenía miedo por las noches porque soñaba que le atacaba una araña gigante...Ya no era ningún niño: tenía 18 años, era mayor de edad según la ley mágica y según la ley muggle. Pero se sentía tan impotente como entonces. Sacó por un instante su varita mágica y pensó :"¿Por qué no habrá un encantamiento que consuele a un amigo que lo está pasando mal? Deberían habernos enseñado esas cosas en Hogwarts, no a transformar escritorios en cerdos o ratas en copas, o chorradas como ésa".

—Harry ha sufrido mucho, Ron.

—Lo sé, Bill.

—No. No lo sabes. No solo perdió a sus padres muy pequeño. Es que luego, durante los años siguientes, no tuvo a nadie que hiciera su papel. Tampoco tuvo amigos. No podía permitirse llorar porque no tenía a quien le consolara. ¿Cuántas veces has visto llorar a Harry, Ron?

—Sólo cuando la muerte de Dumbledore. Pero entonces...entonces estaba con nuestra hermana, que le consolaba un poco.—admitió el pelirrojo.

—Ya ves. Por otra parte, cuando entró en Hogwarts, parecía que por fin habían terminado sus sufrimientos. Pero nada más lejos de la verdad. Piensa...

Y Ron pensó. Pensó en Sirius Black, que en tercero por un momento parecía que iba a convertirse en el padre que Harry buscaba, pero que luego tuvo que huir dejándole más solo que nunca. Pensó en la manera en que había muerto en quinto año: lo peor no había sido la muerte en sí sino que Harry se culpaba por ella. Pensó en Albus Dumbledore, que había sido su protector, su mentor, su guía, y a quien Harry había visto caer desde lo alto de la torre de astronomía. Pensó también en Alastor Moody, que había muerto protegiendo a Harry. Pensó en George, que había resultado gravemente herido protegiendo a Harry, y entonces recordó que Harry se había vuelto a sentir culpable por ello, y que habían tenido que retenerle para que no se marchara y que nadie más muriera por su culpa (así lo había dicho). Pensó (una punzada de dolor le recorrió el pecho) en Dobby, que había ayudado a Harry en varias ocasiones y que también había muerto intentando protegerle. ¿Cómo podía Harry soportar aquello? Entonces se dio cuenta de lo extraordinario que era su amigo, y de lo afortunado que él, Ronald Weasley, era de contar con su amistad.

—Bill, si hubiera tenido que soportar lo que Harry ha soportado, no sè si habría podido...Quiero hacer algo, no sé qué.

—Se me ocurre algo. Tu mejor virtud, hermano, es que eres capaz de sacrificarlo todo por las personas a las que amas. Y creo que podemos incluir a Harry entre ellas...

Ron Weasley y las reliquias de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora