Ron Weasley y las reliquias de la muerte

La mansión Malfoy

A pesar de que el Desiluminador había absorbido toda la luz de la tienda, dejándola en la oscuridad casi completa, Ron pudo ver, no obstante, que Hermione le lanzaba un hechizo a Harry, que le hizo retorcerse agonizante. Antes de que hubiera podido preguntar qué ocurría, entraron varios hombres por la puerta de la tienda y lo agarraron con violencia, arrastrándole al exterior. Le registraron y le quitaron la varita. Vio que otros arrastraban a su vez a Harry (cuya cara se había deformado extrañamente) y otros a Hermione. Notó que le hervía la sangre al ver a esos tipejos ponerle las manos encima a la chica.

-¡Apartaos... de... ella! -gritó. Pero no pudo seguir, porque uno de esos sujetos le golpeó en la barriga, derribándole al suelo.

-¡No! ¡Dejadlo en paz, dejadlo en paz! -gritó Hermione.

-A tu novio le van a hacer cosas peores que estas si está en mi lista. -dijo detrás de ellos una voz horriblemente familiar y rasposa-. Una chica deliciosa... qué bocado... me encanta la suavidad de su piel...

El estómago de Ron se revolvió al darse cuenta de quién era: Fenrir Greyback, el mismo hombre lobo que había dejado la cara de Bill convertida en un pastel de carne picada. Sintió deseos de atizarle un buen puñetazo, pero no podía porque los matones le sujetaban con violencia.

-¡Registrad la tienda! -dijo uno con gafas oscuras, mientras dos matones agarraban a Ron y lo tiraban al suelo, al lado de Harry. Desde su posición, oyó que estaban tirando sillas dentro de la tienda mientras buscaban.

-Ahora, veamos a quiénes tenemos -dijo Greyback con deleite por encima de sus cabezas. Ron vio que a Harry lo giraron hasta quedar boca arriba. El hombre lobo le iluminó la cara con su varita, y luego se rió.

-Necesitaré cerveza de mantequilla para tragarme a este. ¿Qué te ha pasado, feo?

Harry no contestó.

-He dicho -repitió Greyback, y Harry recibió un golpe en el diafragma que lo hizo doblarse-. ¿Qué te pasó?

-Picado -farfulló Harry-. Me picaron.

-Sí, lo parece -dijo el tipo de las gafas oscuras.

-¿Cómo te llamas? -gruño Greyback.

-Dudley -dijo Harry.

-¿Y tu nombre completo?

-Yo... Vernon. Vernon Dudley

-Comprueba la lista, Scabior -dijo Greyback al de las gafas oscuras. Ron vio que miraba la lista, y luego se dirigía hacia él.

-. ¿Y qué hay de ti, pelirrojo?

-Stan Shunpike -dijo Ron.

-¡Y un cuerno! -dijo, mientras le atizaba otra vez en la boca, rompiéndole un labio-. Conocemos a Stan Shunpike, ha hecho algunas cosas para nosotros.

-Soy Barny -dijo Ron, escupiendo la sangre-. Barny Weasley

-¿Un Weasley? -dijo Greyback con voz rasposa-. Así que estás emparentado con esos traidores de sangre incluso si no eres un sangre sucia. Y finalmente, tu pequeña y guapa amiga... -el deleite de su voz le hizo hervir la sangre a Ron, que sintió deseos de hacerle una Cruciatus.

-Calma, Greyback -dijo Scabior por encima de las mofas de los otros.

-Oh, todavía no la voy a morder. Veremos si es un poco más rápida que Barny en recordar su nombre. ¿Quién eres, niña?

-Penelope Clearwater -dijo Hermione. Sonaba aterrorizada, pero convincente.

-¿Cuál es tu estatus de sangre?