Botella

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Narra Kendall

¿Qué coño hacía Meg? ¿Sería el alcohol? No sé pero no me gustaba nada.

-¿Por quién empiezo?-preguntó subiéndose a una mesa y mirando a los chicos. Me coloqué a su lado, encima de la mesa.

-Déjalo ya Meg.-hizo un puchero.

-Díselo a la gente, ¿queréis dejarlo?-se quejaron.-Me da que no Ken, venga, vete con esa rubita que tanto quieres ¿no?

-Estás loca.

-No más que tú cariño.-me dijo. Espera, ¿me había llamado cariño? Estaba borracha y se notaba. Me bajé de la mesa.

-¿No hace mucho calor?-preguntó quitándose los pantalones. Menos mal que llevaba una camiseta larga porque sino...-Joder que calor.-intentó levantar su jersey pero la detuve.

-Seré al primero al que beses.-sonrió mientras los demás se quejaban.

-¿A si? ¿Pero tu no estabas en contra de esto?

-Esque no quiero que te desnudes delante de todos.

-Pero si solo tengo calor.-se quejó poniendo sus brazos en mi cuello.

-Si...Lo que tu digas.-coloqué mis manos en su cintura.

-¡Espera!

Narra Megan

La voz de Dani hizo que me diese cuenta de lo que estaba a punto de hacer. Solté a Kendall de inmediato.

-¡¿Qué coño haces?!-le pregunté.

-¿Tu eres bipolar o qué?-tenía mis pantalones en la mano, se los arranqué.

-¿Y tu sigues siendo un pervertido o qué?

-¿Entonces nos hemos quedado sin beso?

-¿Qué beso?-no recordaba nada de lo pasado. Corrí hasta estar al lado de Dani no sin antes ponerme los pantalones. Estuvimos dando una vuelta por el barrio el cual estaba lleno de estrellas ya que era de noche. Dani era para mi muy especial, era mi chico perfecto, le amaba. ¿Le amaba? ¿Estaba segura de ello? Tal vez amar no pero si que le quería. Nos paramos en mitad de un parque en el cual las vistas eran increíbles. Se podían ver las estrellas y la luna a parte de todo el barrio. Nos sentamos en el único banco que había.

-Es...Precioso.-susurré fascinada.

-Ya lo sé.-apoyé la cabeza en su pecho y él me acarició el pelo.-Meg, tengo que decirte algo.

-Te escucho.-se incorporó haciendo que yo también lo hiciera.

-Yo...Ya no puedo retenerlo más y...-me miró a los ojos.-Me gustas. Desde el primer día que te hablé sabía que eras especial y...Me gustas mucho.-me quedé muda. Él bajó la mirada a sus manos.-Meg, ¿quieres salir conmigo? 

Si la vida nos dejaseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora