Lo siento

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Kendall no apareció en la despedida de sus padres por lo que estaba más tranquila.

Con el paso de los días y sin Kendall en casa fui recuperándome. Lo sé, parezco una exagerada pero es que no sé por qué me duelen mucho ese tipo de cosas.

Ya había pasado una semana desde que Cam se había ido y había quedado con Dani. Me duché y me puse una sudadera, unos vaqueros negros, el pelo revuelto y unas superstar de color llamativo. Empezó a llover cuando escuché el timbre. Corrí con una sonrisa hasta la puerta la cual abrí y allí estaba, Kendall. La sonrisa se me borró de la cara.

-¿Qué quieres?

-¿Te recuerdo que ésta también es mi casa?-resoplé y puse los ojos en blanco.

-Pase señorito.-dije sarcástica. Él entró y se sentó en el sofá. Encendí la televisión y puse el canal de dibujos animados. Kendall me miró confuso.

-¿Qué, ahora me vas a discriminar por ver dibujos?-soltó una risita.

-No, no...Es más, venía para disculparme. Aquel día...Me puse celoso.-le miré con los ojos entre cerrados.-La verdad es que no sé por qué pero sí, estaba celoso. Os espié desde que salisteis de la fiesta porque quería dejar las cosas bien claras contigo y, al principio, estaba algo enfurecido pero cuando os vi allí a punto de besaros casi me da algo.-asentí.

-Un poquito tarde ¿no?

-Lo sé, pero mejor tarde que nunca ¿no?

-¿Por qué no te despediste de tus padres?

-Sabía que ibas a estar tú y todavía no estaba listo para decírtelo, a parte, ya me había despedido. Para tu información yo madrugo y salgo de mi habitación.-le fulminé con la mirada.

-Te mato.-rió. Llamaron al timbre, volví a correr con una sonrisa hasta la puerta la cual volví a abrir y esta vez sí que era Dani. Caminamos hasta el salón en el cual todavía sonaban los dibujos y estaba Kendall ya acurrucado en el sofá.

-Hola Dani.-dijo mi compañero con una sonrisa.

-¿Qué haces aquí?-me miró.- ¿Qué hace aquí?

-Otro igual...Os recuerdo que sigue siendo mi casa ¿vale?-dijo algo molesto.

-¿Vamos a mi cuarto?-asintió. Subimos las escaleras hasta llegar a mi habitación y nos sentamos en la cama.

-Bueno...Cuánto tiempo ¿no?-empezó él.

-Si...Esto...Lo siento por largarme así el otro día, además, te debo una.

-No pasa nada, entiendo.

-Dime, ¿qué quieres que haga?

-Mm...-se tocó la barbilla pensativo.- Creo que una cena hoy mismo me serviría.-sonreí.

-¿En qué restaurante?

-Es una sorpresa. Lo descubrirás dentro de...-se miró el reloj de pulsera.-¿A las nueve te parece bien?-asentí.-Pues entonces queda una hora.-le abracé.

-Lo estoy deseando.

Narra Kendall

Ya me había disculpado y dejado las cosas claras por lo que ya podía volver al piso de Alba. ¿Por qué no estaba con mi novia? Muy simple, la había dejado el mismo día de la fiesta antes de salir corriendo detrás de esos dos tortolitos. Sabía que Alba estaba muy pillada por mi así que ¿por qué no darla esperanza y luego dejarla? Lo hacía con todas, bueno, con todas las guapas y tías buenas que había en el instituto como Meg...¿Qué? Borra eso de tu mente Ken.

Pasada casi una hora yo seguía tumbado en el sofá con el canal de dibujos puesto. Estaba dando Dora la exploradora. Respondía como un crío todas las preguntas que hacía. Lo sé, parecía un tonto pero es que no sabía qué leches hacer, mi único entretenimiento me lo había robado Dani así que...

-Nos vamos.-dijo Meg.

-Wow...-respondí yo al verla.

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Si la vida nos dejaseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora