Estuve el resto del día en las nubes pensando en Dani, no en nada romántico sino buscando canciones famosas y antiguas para cantar al día siguiente con mi nuevo amigo Dani. Me vino a buscar por la mañana para que no me quedase dormida como el día anterior. No se llevaba muy bien con Kendall aunque eso me daba igual. Como cualquier otro día Kendall y sus amigos me molestaron pero yo pasaba de ellos. Estuve más tiempo en el instituto para ordenar el cuarto de balones de educación física y retrasé la quedada con mi amigo. Después de un buen rato solo veía balones y oscuridad. Uno de esos balones se chocó en mi espalda.
-¡Hey, ten más cuidado!
-Lo siento rubita.-dijo Kendall sonriendo.-¿Qué haces aquí?-cerró la puerta de la pequeña caseta y se acercó a mí. Yo retrocedí hasta que choqué con los balones.
-Organizar ¿no me ves? ¿O estás ciego?
-Tu eres la luz que me ciega.-sonreí.-Y para la única que tengo ojos.
-No seas tonto.-dije dándole un golpe en el pecho. Cada vez estaba más cerca y yo no podía salir.
-Tengo unas ganas enormes de besarte.-sonreí.
-¿Has fumado o algo así?-sonrió y me besó. Sus manos me cogieron de las muñecas y no pude moverlas. Pataleé pero no conseguía nada así que me dejé llevar. Este chico era idiota.
-¡¿Qué coño haces?!-pregunté cuando se separó empujándolo.
-Besarte, y no me has detenido.
-Lo he intentado.-mis mejillas se tornaron a un color rojo por la furia que me recorría.
-Sin muchas ganas.-se dio la vuela y abrió la puerta.-Por cierto,-dijo girándose.-delicioso sabor a fresa.-agaché la cabeza y recordé el chicle que había tomado anteriormente.
Narra Kendall
Todos los besos que la he dado, o intentado dar, hasta ahora no han significado nada, aunque había sentido algo...No puede ser, yo nunca me enamoro de nadie, solo me las tiro y las enamoro. Se podría decir que...Hago que sufran. Conduje hasta casa después del entrenamiento. Una chica cantaba, no sabía quién era ni me interesaba pero su voz era...¿Increíble? No, esa no es la palabra...¿Angelical? ¿Suave? No sabría como decirlo. La voz no paró hasta que Megan salió con un chico que me resultaba bastante peculiar de su cuarto sonriendo.
-Que paliza a cantar.-Meg sonreía al chico.
-¿Vosotros también habéis oído esa increíble voz?-dije metiéndome en su conversación.
-Esa fantástica voz que has escuchado es de Meg.-dijo el chico haciendo que ella se sonrojase.-¿Vives con ella y no la conoces? Joder tío, eso es grabe...-le miré molesto, ¿y éste?
-No digas nada.- me interrumpió Megan cuando se dio cuenta de mi expresión de enfado. Sonreí y me acerqué a ella.
-Con que cantas eh preciosa...-dije colocándole un mechón detrás de su oreja. Ella me empujó.
-¡Déjame en paz Kendall!-gritó.-Lo siento Dani.-¿Dani? El Dani que yo conocía iba a mi equipo y era como yo...Excepto si le gusta una chica...
-¡Coño Dani!-había apostado para enamorar a Megan y nadie se iba a interponer.-¿Qué tal lo llevas con Nuria? También era rubia ¿no? ¡Te las coges siempre rubias chaval!-Meg me miró molesta y Dani no entendía nada.-Sí coño, si vas a mi equipo.
-Ah...Kendall...Solo he salido con Nuria y la dejé hace un año...
-¿Y cómo no me informas chaval?
-Porque no me da la gana que todo el mundo sepa de mi vida privada y si te lo cuento a ti tú se lo vas a decir a todos, Kendal, te conozco.-le miré molesto.
-No, no me conoces.-me acerqué a Meg y fui a besarla. Ella se resistió.
-¡Dani!-gritó. Al instante, él actuó dándome un fuerte golpe en la entrepierta. Caí al suelo y ella me dio en el abdomen.
-¡Gilipollas!-dijo medio llorando.-¿Por qué no paras de besarme? Te odio.-y se fueron al cuarto de nuevo.
-Me quedaré esta noche.-dijo él. Mierda, iban a dormir en la misma habitación y en la misma cama...No podía permitir eso.
-Vente a mi cuarto tío, seguro que lo pasamos que te cagas.-sonreí y le di un leve golpe en el brazo. Él miró a Meg y esta levantó los hombros.
-Vale.-asintió y se vino conmigo a mi cuarto. Pude notar una mueca de dolor en el rostro de Megan algo que me gustó.
Cuando llegamos todo estaba hecho un desastre pero lo recoloqué en un minuto.-¿Call of Duty?-asintió. Y empezamos a jugar hasta que llegó la hora de cenar.
Narra Megan
Kendall me había quitado a mi amigo, le había engatusado con sus videojuegos...Tengo que admitir que a mi también me gustan, y mucho, pero no hacía lo mismo que Kendall a todos los chicos que pasaban por casa. Bufé y encendí mi ordenador.
"Delicioso sabor a fresa" Recordé la conversación horas antes y sonreí. Mierda, no sonrías Meg, no por un tonto como él. Pero no pude evitarlo. Seleccioné el álbum de fotos. No había vuelto a hacer una foto ni mía ni de nadie o nada desde aquel día en el que Matt nos dejó. Sandra, Laura, Mara...Mis antiguas amigas aparecían en todas sacándome unas lágrimas y sonrisas. Joder, cuanto las echaba de menos. Seleccioné la última foto, en ella aparecíamos Matt y yo mirándonos y sonriendo muy cerca. Recuerdo cuándo fue, era mi cumpleaños, el día antes de tener el accidente, y Matt se había quedado a dormir. Estábamos a punto de besarnos cuando mi hermano entró sin llamar a la puerta. Me quité de encima de Matt y él se fue. Mi hermano hizo la foto pero cuando se dió cuenta de lo que había estado a punto de pasar empezó a gritarme y yo me largué de casa después de la discursión. Hecho de menos la Meg de antes...A veces cierro los ojos e imagino que nada a cambiado, que mis amigas me están lanzando piedrecitas a la ventana para que me vaya a una fiesta en la cual acabaría ligando con la mayoría de los chicos, Carter me regañaría, faltaría el día siguiente a clases sin que se enterase, Matt me ayudaría en todo, mis notas serían perfectas...Todo sería diversión y perfecto no como ahora, no soy capaz de cantar delante de gente solo con Dani, Matt está muerto, mis notas son algo bajas y para colmo tengo a mi peor enemigo viviendo en la misma casa que yo. Al terminar de cenar volví a subir a mi cuarto. Escuché cómo sonaba la puerta, Cam.
-Mis jefes y yo nos largamos, vamos a dar un paseo. Cuida de Kendall y tu amigo.-se dio la vuelta y se fue de mi cuarto. No iba a cuidar de ninguno, ya eran mayorcitos. Además, era viernes y todos los viernes me solía ir de fiesta así que...Para qué mentir, iba a llamar a mis amigas que montarían una fiesta allí. Bajé y cogí una cerveza, sí, era menor, pero todos los viernes de fiesta bebía cuanto quisiese y mi hermano nunca se enteraba. Subí y encendí mi ordenador para hablar con mis amigas.
-¡Meg!-gritaron todos. Estaban reunidos en el local UE habíamos alquilado hacía ya tiempo.
-¡Chicos!¿Qué tal?
-Bueno...Sin ti y tus shows...Te extrañamos.-todos me lanzaron un beso y yo hice lo mismo.
-Yo también. Vivir aquí es un completo asco...¡Ni siquiera puedo cantar!-todos abrieron los ojos y bocas sorprendidos mientras pegué un pequeño sorbo a la cerveza.
-Haznos un show.
-¿Ahora?-casi me atraganté con la bebida pero ellos asintieron.-¿Estáis locos?
-Queremos volver a escuchar tu voz.-puse los ojos en blanco.-Por favor...Porfi...Please...-asentí.
-Vale.-y con una sonrisa empecé a cantar.
¡¡¡¡Feliz día del libro atrasado!!!! Lo sé, retraso mucho los capítulos pero es que no se me ocurren títulos. Lo mismo me pasa con De la sombra la luz, lo sé, tengo que subir pero no tengo título para el capítulo. Lo siento lolipops, lo digo de verdad. Gracias por seguir la serie, por votar y por aguantar mis retrasos, no, los cerebrales no XD. Hasta la próxima!!!!!! Besis y abracicos pa tos.
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Si la vida nos dejase
Ficção AdolescenteLa tos se apoderó de mí y me mareé. Lo veía todo borroso; sentía que el aire era escaso. Me tumbé al lado de mi amigo mirando cómo las llamas seguían quemandolo todo. Miré a Matt con lágrimas en los ojos, tosí débilmente, si no me sacaban de allí r...