¿Amor?

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-¡¿Qué...?!-dije saliendo como podía de los brazos de Kendall.-Yo a ti te mato.

-Esque quería llevarlo en secreto.-dijo Kendall señalándome y, seguidamente, me dejó inmóvil y me besó. Vi como Dani estaba incómodo y mi hermano sonreía.

-Os dejo solos chicos, tengo sueño.-dijo mi hermano. El beso de Kendall había sido horroroso, sabía a alcohol y no besaba tan bien como antes. No, no le seguí el beso.

Cuando mi hermano se fue me aparté de Kendall y corrí a los brazos de Dani.

-Eres odioso.-dije.

-De nada nena, cuando quieras salir de una situación incómoda me lo dices ¿ok? Ala, que me voy a dormir, ¿tu no tienes resaca Dani?-le miré confusa, ¿Dani bebiendo?

-¿Has bebido?-pregunté alejándome de él, la gente que bebía me parecían unos completos inútiles. Él asintió mientras se rascaba la nuca.-¿Por qué has venido?

-Yo...Quería verte.

-Na, esa escusa está demasiado gastada Dani, tienes que besarla y decirla "Te amo" o simplemente hacer que te has dormido.-le miré fulminante, Kendall...

-No me jodas Kendall.-dije molesta.-¿Qué leches haces tú aquí todavía?

-¿Así es como tratas a tu novio. Muy bonito.-estuve a punto de darle un puñetazo en la cara pero él atrapó mi mano.-Te olvidas de que tengo buenos reflejos Meg.

-¡Que no me llames así!-rió y salió de la habitación no sin antes mandarme un guiño y un beso a los cuales yo solo respondí levantando una ceja y cruzándome de brazos.

Me volví hacia Dani.

-¿Me respondes?-miró hacia la ventana.

-Creo que me tengo que ir...-plasmé mi mano en su cara.

-¡Todos sois iguales!-grité haciendo que se alejase un poco de mi. Mis ojos se llenaron de lágrimas.-Todos menos Matt...-caí al suelo el cual estaba cubierto por una

alfombra de colores flojos. Me tapé la cara con las dos manos y sollocé. Una mano se posó en mi espalda.-Vete...

-No.

-Por favor...

-No te puedo dejar así Meg...

-¡Vete, total, no venías para hablar conmigo, venías para que la buena de Megan te dejase su casa y no tuvieses que soportar a tus padres hechándote la bronca porque

llegas tarde!-le miré a los ojos.-¿O no? Solo has venido para que tus padres no te pillen medio borracho.-miró al suelo.-Fuera.-señalé la ventana.-Ahora Daniel.-cuando

dije su nombre completo me miró con un gesto de dolor y pena a la vez. Miró la ventana, se levantó y salió por allí no sin antes despedirse:

-No sé quien es ese tal Matt pero se perdió a una chica fantástica. Buenas noches Megan.-salió por la ventana y yo la cerré.

No podía dormir por lo que me vestí y salí de allí. Pensé y pensé mientras pisaba el verde césped del parque. Matt había muerto, Carter había desaparecido, Dani me

había utilizado, la familia de Kendall estaba viviendo en mi casa, las pesadillas no cesaban y lo peor, Kendall era el chico más tonto, mentiroso, asqueroso y gilipollas

del mundo entero.

Resoplé y metí las manos en los bolsillos del pantalón. De repente vislumbré una sombra debajo de un árbol...Carter. Me moví sigilosamente por los árboles y arbustos

de todo el parque hasta llegar a él. Le cogí por detrás dejándole sin salida.

-¡Te pillé!-le di la vuelta.

-Tu flipas tía.-me dijo el chico.

-Mierda, lo siento.-me escaneó.

-¿Que lo sientes? Me lo tendrás que pagar ¿no?-dijo pasando sus manos por mis caderas.

-Eh...Ya te he dicho que lo siento, pensé que eras otra persona y creo que eso es suficiente así que suéltame.-negó y me puso contra el árbol.ç

-Ni de coña nena, eres un pivón.-pude observar sus ojos rojos de la droga y su aliento asqueroso de alcohol.

-Si no tienes novia porque no te quieren lo comprendo perfectamente pero no me metas a mi en tus cosas cerdo de mierda.-le escupí.

-Que se nos pone dura la tipa.-besó mi cuello, ugh que asco... Era como si un sapo me estuviese besando el cuello. Intenté salir pero no pude.-Mejor será que te ponga esto

solo por si acaso.-me puso un pañuelo en la boca para que no hablase.-Perfecto...-sonrió y siguió a lo suyo. ¿Me iba a violar? Sacó una navajita de su chaqueta.

-Esto te dolerá un poco.-desabrochó el botón de mi pantalón seguido de mi cremallera. Mierda, iba a meterme el cuchillo para cortarme el clítoris. Las lágrimas

salieron de solo pensar en lo que podría hacerme este tipo.

-Déjala en paz.-mis ojos estaban cerrados así que no pude ver quien era y tampoco es que lo quisiese.

-¿Tu sabes que tesoro es? No voy a soltarla ni de coña.-fue a bajar mis bragas pero de repente paró. Abrí los ojos con miedo. Estaba tumabada en el césped, sin

pantalones y con un pañuelo en la boca. El tipo que me quería violar estaba tumbado en el suelo dolorido mientras un chico le daba una pelea. Me puse los pantalones en

el suelo y me quité el pañuelo de la boca. Vi de primer plano una mano.

-Venga que te ayudo.-subí y le fui a agradecer hasta que vi quien era.

-Kendall.-dije seria.

-De nada Meg.

-¡Que no me llames así pesado!-me crucé de brazos.-¿Qué haces aquí?

-Salvarte churry.-le miré con los ojos entrecerrados.

-¿Perdona?-me abrazó.

-Que blandita eres.-susurró. Espera, ¿cómo que blandita?

-Se nota que estás borracho.

-Meg, yo te quiero.-tragué saliva.

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Si la vida nos dejaseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora