Narra Megan
-¡Que está durmiendo, déjala en paz!-me despertó un grito masculino.
-¡Que me da igual lo que tú me digas que es mi novia!-respondió otro diferente. Suspiré, me estiré y abrí los ojos. Me rocé los labios con las yemas de los dedos, había soñado que besaba a Kendall y parecía tan real... Pero, ¿por qué?
Bajé directamente para ver qué pasaba y allí los vi, a Dani y Kendall golpeándose.
-¿Pero qué...?-dije aturdida. Los dos pararon al instante y me miraron. Se incorporaron.
-Meg querida...-empezó Dani.
-No, de querida nada. ¿Por qué os peleabais?-los dos se miraron incómodos.
-Quiso despertarte y... Puede que me pusiese algo grosero...-dijo Kendall.-Es que estabas tan guapa durmiendo que no quería que te molestase nadie.-me sonrojé.
-Espera, ¿has espiado a mi novia por la noche?-preguntó molesto Dani.
-No, ayer se quedó dormida en el sofá y la llevé hasta la cama. Pero no pasó nada.
-Eso espero.-dijo desafiante mi novio.
-Dani, no te preocupes, no me enamoraría de este cretino en mi vida.-Kendall hizo una mueca de dolor por la cual me sentí culpable.
-Creo que aquí sobro.-dijo molesto yéndose a su habitación.
-Ken...-dije siguiéndole pero Dani me detuvo.
-No vale la pena.-me dijo. Fruncí el ceño.
-Es mi amigo y compañero de piso, sí vale la pena.-me solté y seguí de nuevo a Kendall. Toqué la puerta.
-Ken...
-¿No tienes que largarte con tu novio?-seguía molesto. Suspiré y entré. Estaba sentado en su puf mirando la ventana.-Vete.
-No.-me senté en la cama quedando frente a él.- ¿Qué te pasa?
-Yo...Bah, ¿para qué seguir reteniéndolo?-me miró.-Me gustas.-abrí los ojos sorprendida y él volvió a mirar a través de la ventana.
-Yo...N-No sé q-qué decir.-soltó una risa nasal.
-No hace falta que digas nada. Ve, tu novio te espera.-me levanté y estuve a punto de irme pero lo único que hice fue cerrar la puerta.
-Kendall, me gustaría que me dijeses algo.-me miró y asintió.-Bien...-sequé mis manos del sudor por nervios con mis pantalones.- ¿Me besaste ayer?-abrió sus ojos como platos.
ESTÁS LEYENDO
Si la vida nos dejase
Roman pour AdolescentsLa tos se apoderó de mí y me mareé. Lo veía todo borroso; sentía que el aire era escaso. Me tumbé al lado de mi amigo mirando cómo las llamas seguían quemandolo todo. Miré a Matt con lágrimas en los ojos, tosí débilmente, si no me sacaban de allí r...