Si la vida nos dejase

Sueños en el parque

Kendall estaba tumbado a mi lado sin camiseta y tocándome el pelo. Yo me apoyaba en su pecho. Le miré adormecida.

-¿Qué pasó ayer?-dije para convencerme.

-Te quedaste dormida en el parque. Pensé que no te importaría que durmiese contigo. Pero bueno, ¿qué tal has dormido princesa?-sonreí y suspiré aliviada.

-Bueno...He soñado que me ibas a violar y Carter te pegaba un sartenazo y luego a mí también así que...Bien, lo normal.-rió.- ¿Y tú?

-No suelo soñar.

-Pues que soso por tu parte.-sonrío.- ¿Qué te pasa? No me has mirado a la cara en todo éste rato.

-Nada...Cosas mías.-dijo todavía sin mirarme a la cara.

-Pues ahora somos novios así que quiero saber todo de ti.

-Tu sueño...-fruncí el ceño.-En parte es verdad.-me miró a los ojos.-Carter vino anoche.-abrí los ojos y pensé.

-¿Cómo?

-Alguien llamó y cuando fui ahí estaba, clavado en la puerta con una sudadera y con la cara tapada. Se destapó, preguntó por ti, me dijo quién era y se fue.-me aparté el pelo con la mano.

-No puede ser, es imposible, está muerto.

-¿Y si no estuviese muerto sino que en realidad tuviese otra identidad?

-Espera, ¿me estás diciendo que puede que nos mintiese?-asintió.- Pero, ¿para qué?

-No sé, ha tanto no llego Meg.

-No es momento de risas Ken.-dije levantándome de la cama.

Empecé a andar por la habitación pensando en por qué habría hecho eso mi ex amigo. Cogí el álbum de fotos y busqué una en la que aparecía él.

-Normalmente no quería aparecer en fotos pero lo pillé en una. Intentó robármela pero no lo consiguió.-la saqué.-Aquí está.

En la foto aparecíamos los dos. Me acuerdo de aquel día, Carter se había quedado a dormir en mi casa y acabábamos de levantarnos. Él miraba el móvil preocupado y entonces saqué una foto con flash. Me descubrió y en aquel momento no supe por qué se había puesto así pero ahora lo entiendo. Me acerqué a Kendall pero cuando me di cuenta Miss tenía la foto en sus fauces.