Ahora sí que no sé qué ponerme. Han pasado tres horas y media y aún no se me ocurre nada. No tengo vestidos. Santa mierda. Nunca los he necesitado, excepto por mi fiesta de gala el año pasado... Claro, ese vestido. Recuerdo que fue la vez en que al fin me sentí... Linda. Me doy una ducha, pensando en que Nick está conmigo. Esos pensamientos me consumen y despiertan alguna parte de mí en la que nunca había experimentado ninguna sensación. Cuando salgo, busco el vestido y lo encuentro. Es un vestido rosado. La primera parte cubre mis pechos y llega hasta mi cintura. Tiene un lindo diseño con brillantina y en de un tono claro. Un cinturón plateado pequeño y delgado con una cinta en medio del mismo color, la separa de la segunda parte, que me llega hasta un poco más arriba de mis rodillas, es de un tono un poco más oscuro y tiene pequeños relieves. Me miro en el espejo. Aún así, creo que me siento insegura. ¿O será que tengo miedo de lo que ellos piensen? Cuando seco mi cabello, lo recojo en una pequeña coleta que cae rizada sobre mi notoria clavícula y llega a mis pechos. Me veo diferente. Con más vida. Estoy muriéndome de hambre, pero es algo normal en mí. Hay veces en que como un bocadillo al día -y ni siquiera lo dejo llegar a mi estómago-, así que estoy acostumbrada. Salgo del baño. Lindsay y Melanie están aún jugando, pero me miran y hacen sonidos de asombro
-___, te ves muy linda -me dice Lindsay
-Gracias -sonrío apenas
-¿Donde vas? -dice Lindsay
-Saldré con Nick, nuestro vecino, y su padre
-Oh... Suerte entonces -dice ella
Cuando miro el reloj, son las 7:40pm. Aún faltan veinte minutos, así que comienzo a maquillarme. Siento a alguien entrar. Es mi mamá. Me sorprende poniéndome los tacones rosados pálidos que hacen juego.
-___ -dice, asombrada
El fantasma de una sonrisa se asoma por mi cara. Me levanto para caminar un poco por la habitación.
-Te ves tan hermosa, hija -me dice, emocionada... ¿emocionada?
-¿Donde vas? -me pregunta
-Saldré con Nick... Y su padre -sonrío nerviosa
Me mira extrañada
-Nick es... mi novio, mamá. No te lo había dicho, pero... Creo que es evidente
Abre su boca y me abraza. Luego me suelta y me sostiene por los hombros
-Wow, todo ha pasado tan rápido. Él es un buen chico, hija. Aprovéchalo, no lo dejes ir jamás -me sonríe
-Claro -digo, dulcemente. Vuelvo a abrazarla y luego sale de mi habitación.
Me miro al espejo otra vez. Estoy tan pálida. Pinto mis labios y luego me pongo colorete para disimular. Bajo las escaleras y suena el timbre. Oh, cielos. Es Nick.