Todos nacemos y aprendemos a amar. Primero, a nuestros padres. Luego a nuestra familia entera. Luego crecemos y encontramos nuevos amigos, pero el amor verdadero se hace presente cuando encontramos a una persona en la cual creemos hallar lo que a nosotros mismos nos falta, o también algo que complementa nuestras cualidades.
Un parque en medio de la nada, un columpio adorna el paisaje. Se ven árboles, la luz del atardecer pintando el cielo y una chica sentada en la madera, colgando de la cadena que la sostiene. Sus ropas son delicadas tiras de seda, sus pensamientos tan inocentes como los de una chiquilla de cinco años, tales como el por qué del deslizar de las hojas en el aire, por qué existe el corazón, y por qué tiene marcas en los brazos. Los mira atentamente, como un niño observaría a una persona haciendo algo que él no sabe.
Son las heridas de tu pasado, de lo que te dolió, del sufrimiento que no pudiste aguantar. Ahora ya no están, ya no vale recordar. Mírate ahora, lo lograste. Oh, cuánto te extrañé, ___.
Dice una voz detrás de ella. Un chico esbelto, amplia sonrisa, sus labios definidos, su pelo rizado apuntando hacia arriba. Ella mira hacia donde su cabeza más le permite, y luego se levanta. Va en esa dirección, hacia él, y lo abraza con fuerza. Él también lo hace.
Oh, Nicholas..
Ella rompe en llanto sobre su pecho, mientras él acaricia su cabello. Miradas de necesidad se asoman en sus rostros, al mismo tiempo en que sus labios se sellan en un beso que hizo falta hace tanto tiempo. Ya va casi un año. Sus labios, sus dulces y necesitados labios, de los cuales salieron tantas bellas palabras, tantas risas, tantos gritos, tantos gemidos, tantos cumplidos, innumerables Te Amo. Sus ojos se encuentran. Esos ojos, de los cuales salieron tantas lágrimas. Finalmente, entrelazan sus dedos y caminan, hasta que su rastro se pierde, junto a sus historias, su amor, sus penas y sus corazones, con el último rayo de sol.
Ese amor es más fuerte cuando es verdadero, cuando nunca se deja de sentir, aunque nos alejemos, nos apartemos, nos molestemos... O llegue nuestro fin.
