Siento a varias personas murmurar a mi lado, pero aún así, no abro los ojos. Hay una haciéndolas callar. ¿Que diablos? Abro mis ojos de a poco, y logro notar cuatro figuras humanas y otras dos más pequeñas al final. Cuando abro mis ojos por completo, veo que Nick me está sonriendo, detrás está mi madre, mis dos hermanas pequeñas, y... ¿Tom y Darling? SANTO DIOS. Doy un salto en la cama y, casi gritándome, me dicen <<Feliz Cumpleaños>>
-Dios, gracias... ¿Tom? ¿Darling? -digo atónita
-Aquí estamos -me sonríe Darling y se acerca para abrazarme
Darling es mi hermana mayor, tal vez no se los mencioné antes. Su pelo es de un café oscuro, casi negro. Sus ojos son color chocolate y es algo bajita. Siempre ha sido tan hermosa, aunque a ella le cueste aceptarlo aún. Igual que a mi.
-¿Qué haces aquí? ¿Y Tom? -abro mi boca contentísima
Tom es mi primo, y cabe decir que si nunca hubiera conocido a Nick, y si Tom no fuera parte de mi familia, me casaría con él. Tiene un cabello dorado como el oro y unos ojos grises espectaculares. Definitivamente estoy agradecida de los gustos de mi tía. Se acerca para abrazarme y logro oler su perfume.
-¿Que hacen aquí? -pregunto, bastante animada
Nick se sienta a mi lado y pasa su brazo por encima de mis hombros. Mi madre se sienta en la esquina de la cama y me sonríe tiernamente. Me encanta verla así, después de lo que hemos pasado con mi padre hace algunos años, es reconfortante observarla sonreír de esa manera.
-Nick nos llamó y nos dijo que viniéramos a verte -dice Tom
-Mas bien, por poco nos obliga -Darling ríe
Nick me sonríe y lo miro sorprendida
-¿Tú hiciste todo esto?
Él asiente y cierra los ojos cuando lo hace. Tapo mi boca.
-No puedo creer que de verdad estén aquí, yo... -no puedo seguir hablando, se me forma un nudo en la garganta y se me llenan los ojos de lágrimas
-Oye, no, no tienes que llorar, princesa -Tom seca una lágrima que cae por mi mejilla. Sonrío.
-No sé como estarás cuando te dé mis regalos hoy entonces -Nick sonríe
No sé por qué malinterpreto su comentario. Le sonrío pícaramente y el levanta las cejas. Lo golpeo con el codo y el arruga la nariz tiernamente.
-Creo que hay que dejarlos solos un momento -dice mi madre
-Seguro -contestan Darling y Tom, con cierta perversidad en sus voces
Cuando cierran la puerta, Nick hace que me levante de la cama. Le digo que necesito ir al baño. Me cepillo los dientes, me lavo la cara y me peino. Aún siento pereza por cambiarme de ropa. Cuando salgo, tiene sus manos detrás de su espalda.
-Feliz cumpleaños, ___ -se acerca y me besa.
Me extiende una caja adornada en forma muy bella, y mi boca cae.
-Nick, sabes que no tienes por qué hacer esto -muerdo mi labio
-Tú eres el mayor regalo que la vida me ha dado, y siempre has estado a mi lado. Tengo que compensártelo de alguna forma.
-Nick, con tu amor me basta -le sonrío y lo beso de nuevo
Me dirijo a la cama y pongo la caja sobre el edredón. Cuando la abro, me asombro. Es un vestido precioso. Lo saco y lo admiro. Tiene dos mangas, y en una hay una pequeña rosita de color verde. La parte superior es blanca y trae un cinturon que se estira de color café, también con una rosa del mismo color en medio. La parte inferior es de color verde con circulos pequeños de color blanco. Junto al vestido hay un par de zapatos cafés que hacen juego. Es muy tierno.
-Dios, Nick... -quedo sin habla
Siento su sonrisa detrás mío
-¿Te gusta? -me pregunta, acercándose a mí
-Me encanta -reprimo un jadeo cuando siento su respiración en mi nuca
-Quiero que lo uses hoy, te verás hermosa en él, créeme.
Me volteo y lo tengo a milímetros de mi cara. Lo beso y asiento. Acaricio su rostro y lo beso de nuevo
-Te espero abajo -me sonríe y me besa nuevamente
Siento que la puerta se cierra y me meto en la ducha. Al ponerme el vestido después, me miro al espejo. Luzco con más vida. Desde que vivo con Nick, me siento renovada, una nueva yo. Ha sabido cuidar de mí muy bien. Espero nunca separarme de él, porque sería separarme de lo que me mantiene respirando.
