Comer.

2.7K 82 3
                                    

Espero pacientemente cuando Nick me desconcentra, poniéndome en frente una taza de café con leche y unas tostadas, lo mismo que el suyo, pero se sirvió solo un té. Comienza a comer y unos momentos después, lo sigo lentamente. Me mira atento mientras lo hago.

-Adoro verte comer -me dice tiernamente

Cuando lo miro, frunzo el ceño y me sonríe ampliamente

-¿Por qué? -río

-Es adorable. Y además, prefiero eso que verte morir de hambre -tuerce la boca, y sé que siente pesar por todo lo que yo hice.

Mi mente es invadida por imágenes mías usando mis dedos para algo más que tocar a Nick, pasando días sin comer nada, sufriendo tanto por algo que nunca valió la pena...

Mi estómago se retuerce al igual que yo en mi cama. Demonios. Tan concentrada estoy en eso, que no escucho a Nick entrar por la puerta y besarme en los labios.

-Vaya, ¿Te sientes bien? Luces algo enferma, nena

Toca mi frente con preocupación notoria en su rostro. Aún así trato de disimular todo.

-Sí, no te preocupes -aprieto mis labios

Nick continúa mirándome raro, hasta que toca mi vientre y lo siente temblar.

-¿Has comido algo? -dice alarmado

Después de que me insistiera con  ello por un rato, le digo que no.

-Santo Dios, ___. Estás muy pálida por eso

De repente, me siento muy débil y no evito cerrar mis ojos. De un momento a otro, no siento absolutamente nada, y sé que me he desmayado.

-___, ¿Estás bien? -Nick toma mi mano rápidamente

Salgo de mis pensamientos y lo miro fijamente, pero luego agacho mi cabeza y rasco mi nuca.

-Sí, yo... Solo pensaba en esa vez que casi no dormías por estar cuidándome, cuando te preocupabas tanto que con tan solo mirarte sabías lo que sucedía -me pongo seria -Y no fue solo una vez, fue... Por todos estos meses, desde que supiste todo...

-Yo solo cuido lo que de verdad me importa... -comienza a acariciar mi mano con su dedo pulgar -Y aún más si es alguien que amo

Mis ojos se nublan y siento que mis mejillas se enrojecen poco a poco

-No llores, amor. No quise... No fue mi intención...

-No hiciste nada -lo interrumpo- solo que... Nada -le sonrío

Ambos nos miramos atentamente y comenzamos a reír como niños.

-Esta noche vas a acompañarme a salir, ¿Sí?

-¿Dónde vas? -pregunto como una niña

-Sorpresa -me reprende

Hago puchero, pero luego asiento y desayunamos tranquilamente, cruzando alguna palabra de vez en cuando.

Help.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora