Peor De Lo Que Pensaba.

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Ahora no hago más que llorar mientras Nick se fue a comprar algo que le faltó para preparar la cena. Oh, mierda. Recogí los resultados ésta tarde en la oficina de Kevin. Cuando vi los papeles, sentí que el mundo se me había venido encima. Tengo anemia aguda y lo peor es que lo que Kevin me había dicho, resultó ser cierto. ¿Como mierda le digo a Nick que desarrollé una anorexia? Se sentirá frustrado por mi culpa, y no quiero eso para él. Necesito que sea fuerte para serlo yo también, pero no sé como reaccionará. Mal, quizás. Acaricio a Rossie mientras algunas lágrimas caen sobre su pelaje. Siento que la puerta se abre mientras Nick grita  "Ya llegué". No quiero responderle. No puede oírme así. Desafortunadamente, sube en tres segundos y me ve.

-Mierda, ¿Qué sucede? -me dice, sentándose a mi lado y abrazándome

-Lo siento, Nick -digo apenas, con la voz temblorosa

-¿Q-Qué sucede? -me pregunta

Le extiendo los papeles que Kevin me dio y veo cuando los lee. Se levanta bruscamente y golpea la pared con fuerza. 

-Nick, lo siento, yo...

-¿Como mierda dejé que pasara?... ¡Como mierda! -grita

-No es tu culpa, Nick...

-¡Claro que sí! Si no hubiera dejado de prestarte atención, si te hubiera cuidado mucho más, esto no habría pasado... ¡Maldición! -golpea de nuevo la pared

-Nick, basta, vas a hacerte daño -comienzo a llorar de nuevo

-¡Me importa un carajo! -su voz se quiebra- Ahora solo me importas tú, ¿entiendes? -baja un poco el tono y comienza a llorar

-Nick... -me levanto y lo abrazo- Por favor, no pienses que es tu culpa. Quien estuvo haciéndose daño fui yo. Perdón, en serio. No quería esto para ti, nunca lo quise. Nunca quise ser una carga... Lo siento -exploto en lágrimas

-No fuiste y tampoco eres una carga, ___ -limpia sus lágrimas- Es solo que me siento... Culpable. No te cuidé lo suficiente y fui un tonto al dejar que esto pasara. Si te hubiera estado vigilando más, no... 

-Está bien, está bien -trato de calmarlo

-¡No está bien, ¿entiendes?! Esto te está matando de adentro hacia afuera, ___, ¿como no puedes verlo? -su voz se quiebra de nuevo- No estoy dispuesto a perderte de esta forma. No -lágrimas cubren sus ojos y se derraman por su rostro otra vez

Comienzo a sentirme débil y me siento en la cama con la cara empapada en lágrimas sobre mis manos. De pronto, entre mi llanto, siento que apoya su cabeza en mi hombro y me abraza fuertemente.

-Vas a salir de esto. Lo prometo -me dice, con su voz quebrada- Lo prometo.

Correspondo su abrazo. Pronto, me quedo dormida en su regazo.

Despierto, y Nick es en lo primero que pienso. No está conmigo. Mierda. Me levanto de un salto y bajo las escaleras rápidamente. No está en ningún lado. Abro la puerta principal y está sentado en la acera, mirando hacia mi casa. Me siento a su lado.

-¿Qué haces aquí? -me pregunta, casi en un suspiro- Deberías estar durmiendo -dice

-Solo me asusté porque no te hallaba en ningún lado -digo

-Bueno... Aquí estoy -me susurra y besa mi cuello

-¿Qué hacías aquí? -indago

-Solo pensaba en ti. En lo hermosa que eres, en la suerte que he tenido de encontrarte 

-Lo mismo digo de ti

-Sí, lo que sea -bufa- Lo único que hice desde que supe lo de tu diagnóstico fue gritarte y llorarte como un imbécil

-Al menos eso me demostró que te importó. Me hubiera dolido si no lo hubieras hecho -soy sincera

-¿En serio? -pregunta, asombrado

Asiento con la cabeza y luego de unos segundos de mirar su rostro, lo beso como si hubiera necesitado hacerlo en un siglo.

~~~

Siento como sus labios juegan con los míos y su lengua se adueña de mi boca lentamente, mientras acaricia mi cuerpo con sus ágiles y expertos dedos. Gimo cuando siento su rígida erección contra mi sexo empujando hacia mi cuerpo, entrando lentamente en mí. Me aferro a su cabello y tiro de él, mientras que con la otra mano rasguño su cuello por accidente.

-Oh, mierda -jadeo

-Siénteme -me dice, sin aliento

Gimo ante la intensidad de su embestida y ahogo un grito. Entra y sale de mi cuerpo lentamente, pero con una fuerza y profundidad exasperante que me hace gritar un par de veces. Mi boca está lo suficientemente abierta como para que su lengua la llene de nuevo. La sensación de vacío queda en el olvido cuando poco a poco me va elevando a la cima. Cuando estoy a punto de llegar a mi dulce punto, atrae mi cuerpo hacia el suyo haciendo que arquee mi espalda. Solo restaron unas cuantas embestidas más para que consiguiera aferrarme a su cuerpo y gritar mi liberación.

-Dios, te amo -solloza y cae sobre mi cuerpo.

Estoy sin palabras, acariciando su cabello, que descansa sobre mi pecho.

-Yo también, Nick -consigo decir- No tienes idea de cuanto te amo.

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