Abro los ojos y veo a Nick durmiendo profundamente a mi lado. A veces emite ronquidos suaves y cortos, lo que me hace sonreír. Me levanto al baño y me doy una ducha. Al salir, tomo mi ropa interior y la pongo sobre mi piel. No puedo evitar contemplar mi cuerpo. Diablos... En serio doy asco. Miro mi cuello y unas marcas rojizas se destacan en él. Recuerdo la manera en que Nick lo mordía y lo besaba anoche, desesperado, necesitándolo. Miro mis manos y recuerdo la manera en que me aferraba con dolor a su pelo, a su cuello, a las sábanas de la cama; como acariciaba su cuerpo, su suave y húmeda piel. Miro mis piernas, y recuerdo como temblaban encima de sus caderas. Toco mis labios, y recuerdo como eran acogidos en su boca, capturados por sus dientes y acariciados por su lengua. Dejo de pensar en la noche anterior y salgo del baño, caminando hacia la silla que está entre la ventana y el armario, donde está mi ropa. Camino y, sin mirarlo, me doy cuenta de que Nick está despierto.
-¿Agradeciendo la vista, Jonas?
Ríe adormecido.
-Vaya que sí -dice, perverso
Tomo su camiseta, la hago un bulto y se la lanzo en el rostro. Ríe a través del algodón mientras me pongo los jeans y la playera rápidamente.
-¿Tienes hambre? -pregunto
-Mucha -dice, y sé que no se refiere a la comida
Lo miro y sacudo mi cabeza, riendo.
-Bien, campeón. Baja en unos minutos, voy a prepararte el desayuno -le sonrío
Después del desayuno, Nick y yo paseamos a Rossie, mientras Link descansaba en mis brazos. Al llegar a casa, Nick comienza a preparar el almuerzo mientras les doy de comer a nuestras mascotas, lavo mis manos y me siento frente a él una vez que sirve la comida. Apenas la toco y ya siento algunas náuseas. ¿Que no recuerdas como te veías en la mañana?
Claro que lo recuerdo... Ojalá no pudiera. No. Soy un asco.
-No vas a levantarte hasta que termines todo eso, ¿oíste? -dice Nick, serio
Suspiro
-___, ya habíamos hablado de esto antes -jadea
-Lo sé, lo sé... Lo siento, ¿sí? -digo, casi en un sollozo
Termino difícilmente de comer, levanto mi plato y subo a nuestra habitación. No sé el por qué, pero comienzo a llorar. ¿Será la frustración que siento?
O la culpa de haber comido todo eso. No. Creo que llegué muy lejos esta vez. Camino apresuradamente al cuarto de baño y me arrodillo frente al váter. Sin dudas, introduzco un dedo hasta mi garganta y me deshago de todo de una buena vez. Se siente bien hacerlo. Es como si te quitaras de encima un peso gigante. No tan grande como el tuyo, se burla mi mente.
Mierda, si pudieran callarla de una vez. ¡Cállate!
Bajo la cubierta del váter y no evito echarme a llorar. Después de unos segundos, siento unos brazos que me acobijan a mi espalda. Mi mente está tan bloqueada que me asusto por completo.
-¡Suéltame! -grito, entre llantos
-No, tranquila, tranquila, nena -reconozco la voz de Nick, algo quebrada
En cuanto me siento en sus brazos, exploto en llanto contra su pecho.
-No soporto esto -digo, llorando desconsoladamente
-Está bien, nena. Estoy aquí -intenta calmarme, acariciando mi espalda y mi pelo
-Nick -gimo
-Mi princesa -jadea y me abraza fuertemente
Inesperadamente, comienza a cantar Fix You. Me hundo en su dulce y armoniosa voz, algo deteriorada por el llanto, pero me calmo unos minutos después, y no sé si me desmayo o me duermo, pero todo se funde a negro. ¿Por qué no se acaba esto? Yo solo quería ser perfecta.
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