Narra Vegetta
—¿Tienes hambre, pequeño?— pregunté al entrar a la habitación de Willy.
El menor estaba editando, pero yo realmente ya no aguantaba el hambre. Willy apartó la mirada de la pantalla y me miró directamente a los ojos.
—Y ¿a dónde me vas a llevar?— preguntó a la vez que se levantaba de la silla y se dirigía hacía donde yo estaba, para después poner sus brazos al rededor de mi cuello y besarme.
—Si no me estuviera tanta hambre posiblemente te llevaría a mi cama y te comería completito— dije lascivo y mordí levemente su labio. —Pero que te parece si mejor vamos por unas pizzas— le sugerí con una sonrisa.
—Me parece bien— accedió.
Ambos salimos de la casa y nos subimos a mi auto, un pequeño Smart blanco y cobre, era muy mono aunque yo hubiera preferido uno morado.
—¿No te parece que está muy sucio?— me preguntó el menor haciendo referencia al carro.
—Un poco— acepté. —Después de comer lo llevaré a lavar.
Sin decir más prendí el motor y nos pusimos en marcha para ir a comer.
(...)
Después de terminar de comer la pizza, la cual por cierto estaba muy buena, por casualidad pasamos frente a un auto lavado, donde decidimos frenar. Era un auto-lavado de "hágalo usted mismo", así que bajamos de auto y tomé una esponja que había y comencé a frotarla sobre el carro, las suciedad se estaba quitando, luego de que finalmente quedó bien enjabonado tomé la manguera a presión y comencé a rociarlo para retirar la espuma. Aquello estaba siendo muy divertido, ya que había varias maneras de jugar con una manguera de agua a presión; comencé a hacer tonterías con las cosas del auto-lavado, me sentía como un enano. Mientras yo lo "lavaba" Willy me observaba desde lejos viendo como hacía el tonto con el agua.
—¡Willy!— grité para que me mirara.
El menor alzó la mirada y la fijó en mí. Yo estaba sobre el auto sosteniendo la manguera cerca de mí, no lo suficiente para mojarme, pero sí para que me llegara una ligera brisa. Mi propósito era hacer reír a Willy lo cual logré con facilidad.
—Dibújame como una de tus chicas francesas, Willy— dije a la vez que posaba de manera sexy sobre el cofre del auto.
Aquello logró sacarle una carcajada bastante estruendosa a mi novio. Lo amaba demasiado y amaba aún más cuando se reía de esa forma tan adorable.
—Es que es tonto— sentenció.
—¡Venga! Mejor hagamos un concurso de camisetas mojadas— le dije sugerente a la vez que le apuntaba con la pistola de agua.
—¡No!— prácticamente gritó. —Aleja esa manguera de mí— dijo a la vez que se alejaba.
—Tranquilo— le dije a la vez que levantaba la pistola de la manguera, mostrándole que no le haría nada. —No dejaría que nadie más te viera con la camiseta mojada— le confesé y me acerqué a besarle. —Solo lo enjuago por última vez y nos vamos a casa a por el postre— dije depositando otro casto beso sobre sus carnosos labios.
Willy sonrió, entendiendo la indirecta, y dejó que terminara de lavar el auto. De último momento le pedí que me tomara una foto mientras lava el auto para después subirla a mis redes sociales, quería que la gente viera el auto que tenía. Era un pequeño Smart plata y cobre, era bastante mono, aunque yo hubiera preferido uno moradito, pero no le puedo pedir peras al olmo. Publiqué la foto que me tomó Willy con la siguiente frase "Limpiando a mi pequeño con mucho arte! 💜 #SmartLovers", mencionando lo de arte para hacer alusión a la broma que hice sobre Willy dibujándome como una de sus chicas francesas, aunque la gente no pillaría la broma, me hacía ilusión tener aquella broma ahí. Después de pagar el lavado decidimos irnos finalmente a casa para que pudiera tener diversión mi guapísimo novio.
(...)
Willy y yo habíamos terminado de tener nuestra tarde de amor y estábamos descansando un rato acostados en la cama. Willy estaba revisando Twitter y yo por mi lado leía comentarios del último vídeo que había subido cuando de repente Willy habló.
—"Limpiando a mi pequeño con mucho arte"— citó mi post en Instagram. —¿"Mi pequeño"?— preguntó mirándome de mala manera. —Pensé que YO era tu pequeño— dijo a la vez que hacía pucheros y se sentaba en mi regazo.
—Tu eres mi chiqui, pero mi auto es mi pequeño— dije solo para picarle un poco. —Aunque él no puede dibujarme como sus chicas francesas— dije a la vez que reía.
Y por más que Willy lo intentó, no pudo aguantar la risa y me acompañó riendo, dejando que su melodiosa voz inundara el cuarto.
—Seguramente tu madre te tiró de cabeza cuando eras un bebé. Por eso quedaste tonto— dijo mientras reía.
—Pero así me quieres, mi pequeño— sonreí.
Dicho esto Willy se acercó a besarme. Amaba tener su fino cuerpo sobre el mío, como mis manos sostenían sus pequeña cintura y como sus carnosos labios encajaban a la perfección con los míos. Estuvimos varios minutos en la cama dándonos besos y mimos, pero por desgracia ambos aún teníamos vídeos que grabar y editar, así que no pudimos disfrutar más de nuestra compañía. Después de vestirnos ambos nos dirigimos a nuestros respectivos lugares de trabajo. No era normal lo mucho que amaba a Willy y eso jamás lo cambiaría por nada, ni siquiera por un carro.
>>>~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~<<<
¡Hola! :D Esta locura salió de mi cabeza a las dos de la mañana, así porque sí. Así que espero que les guste ^^ Se me hizo demasiado imposible no pensar en las chicas francesas cuando leí lo de
Me pudo la tontería xD
En fin, espero que les haya gustado. Tengo preparadas un par de cosillas que verán dentro de poco :D #Hype. Recuerden que los amo y nos leemos pronto. ❤️
-Pam
ESTÁS LEYENDO
Drabbles|| Wigetta
FanficEstá es una antología de Historias cortas del ship Wigetta, lo que significa que no necesariamente tienen que leer los capítulos en orden, cada uno es su historia separada. La mayoría son historias de amor, o dramáticas. Algunas basadas en la vida r...