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Los chicos empezaron a andar por esas calles que hacía tanto que no recorrían. Todos hablaban animadamente pero Yoongi, él solo andaba con sus manos en su bolsillo, con la vista fija al suelo. A veces la levantaba para encender un cigarro pero luego volvía a bajarla.

Sus amigos se pararon frente al bar. Se miraron no muy convencidos y entraron. Hwan, el propietario y único trabajador de ese cálido lugar – además de su hija- les saludó.

Hacía tiempo que no se veían así que les soltó cumplidos a todos sobre lo bien que habían crecido. Se veían muy guapos.

Tomaron asiento y pidieron lo de siempre. Hwan seguía recordándolo así que no tuvo que pedir la opinión de los jóvenes.

La hija de él se acercó a Jin. Le sonrió para luego volver a bajar su mirada.

- Creí que no volveríais. Y me extraña que sea hoy. –susurró- Exactamente hoy.

- Supongo que es una forma de recordarla.

- ¿Iréis luego a visitar la ciudad? –el rubio asintió- ¿Os molestaría si me apunto? Me gustaría poder... Sentir que no ha quedado en el olvido.

Todos asintieron y luego comieron. Lo disfrutaron. A todos les gustaba la comida de ese lugar. Habían echado de menos este sitio. Aún iban a los mismos lugares de siempre, menos a este, por ser el preferido de Moon.

Los chicos y la hija de Hwan salieron a dar una vuelta por la ciudad. Hicieron el mismo recorrido que con Moon, esta vez pero, sin ella.

Se pararon en el puente de Banpo, sobre el río Han. El día era fresco y más por la noche.

- Es un domingo bastante frío hoy. – comentó la chica. – ¿Será que el día también recuerda el viernes de hace dos años?

Cuando pronunció eso Yoongi sintió unas enormes ganas de callarle la boca con un golpe pero él no era así. Él sabía que las intenciones de la chica no eran herir a nadie pero él no conseguía olvidar ese horrible viernes en el que la chica que quería murió en sus brazos.

Se quedaron ahí por mucho tiempo, la mayoría de este en silencio. O eso creían. La chica interrumpió el silencio.

- ¿Está loca? Va a caerse si sigue ahí.

Todos dirigieron su mirada al mismo sitio que la chica. No muy lejos de ellos había una chica sentada en el puente. Sus pies colgaban y se movían a un ritmo desconocido. Ella tenía los ojos cerrados y su cabeza inclinada hacia atrás.

No parecía querer hacer ninguna estupidez; solo relajarse.

- ¡Oye! ¡Es peligroso! – gritó el mayor del grupo- Deberías bajar.

Por más que le hablaban la chica no parecía escucharles. Al final, Namjoon fue el que decidió acercarse a ella. Al verla comprendió porque no respondía. Llevaba puestos los auriculares. Debía tener la música a todo volumen.

Él se lo arrancó sin permiso, sorprendiendo a la chica. Esta, de la sorpresa dio un bote y debido a eso perdió un poco el equilibrio y casi cae al río.

Casi porque el culpable de que perdiera el equilibrio la tomó de la mano.

- ¡Estás loco! ¡Me voy a morir por tú culpa estúpido! ¡Me has hecho perder el equilibrio! ¿A caso estás loco?

- Oye, si quieres te suelto. –dijo tranquilo.

- ¡Ni se te ocurra!

Con la ayuda de Jin, Namjoon consiguió que la chica dejara de colgar del puente. Ella creía que iba a morir esa noche por ese motivo, cuando Namjoon la cogió en sus brazos para que bajara del muro, ella empezó a pegarle.

If I die young    » Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora