If I die young » Min Yoongi

014

Al siguiente día Yoongi fue otra vez a casa de Jin. Bueno ese creía que sería su plan pero en la casa del mayor habían invitados y tuvieron que irse todos. Por suerte tenían su pequeño lugar secreto.

Cerca de las doce del mediodía apareció Namjoon sorprendiéndoles a todos. Él seguía enfadado por el incidente de ayer pero se alegró de verle en buen estado.

Saludó a todos sus amigos y finalmente a él. Se sentó al lado de Yoongi y le lanzo un pequeño cuaderno. Él lo miró confundido. ¿A caso pretendía que le hiciera la tarea?

- Ayer pude terminar una canción. Me gustaría que la leyeses.

- ¿Ahora necesitas que te ayude?

- No lo hagas si no quieres. –dijo seco intentando robarle el cuaderno.

Aun así Yoongi se tomaba este tema muy seriamente y decidió echarle un vistazo. La verdad es que no estaba para nada mal, algunos arreglos y todo estaría listo.

Sonrió dándole su aprobación a Namjoon y este le sonrió de vuelta. No se pidieron perdón por lo ocurrido el día anterior, pero ambos, en el fondo, ya lo habían olvidado.

Yoongi le dio vueltas toda la noche. Namjoon tenía razón y tenía que empezar a superar a Moon. ¿Cómo debía hacerlo? Rin. Necesitaba ayuda de Rin.

La llamó pero esta no contestó. Lo hizo siete veces y seguía sin responderle. Él estaba nervioso. ¿Y si tal vez le había ocurrido algo?

Namjoon, quien se había levantado e ido lejos anteriormente, se volvió a sentar en el sofá.

No pasaron más de veinte minutos cuando escucharon una voz desde la puerta.

- Este sitio está asqueroso. Menudos guarros. –se quejaba la chica- ¡Un poco de limpieza no estaría mal panda de cucarachas!

- Pero que bonitas palabras nos dedicas de buena mañana Rin. –dijo Hoseok con ironía.

- ¿Mañana? ¡Son la una panda de vagos!

- ¿Has venido a insultarnos? –actuó ofendido Jimin.

- A traer comida. –sonrió levantando una bolsa blanca- Aunque si me recibes así a lo mejor me regreso y...

- ¡Te amo! –Hoseok se lanzó encima de la chica. Se agarró a sus hombros y se arrodillo frente a ella- Dime que te casas conmigo por favor.

- Lo siento pero el otro día estuve pensándolo mejor y si tuviera que casarme con alguien elijo a Jin. Por lo menos sabe cocinar.

- A eso lo llamo yo traición.

- A eso lo llamo yo, querido J-Hope, inteligencia.

Tras su pequeña discusión todos empezaron a comer. Yoongi parecía realmente molesto y es que lo estaba. Rin había aparecido de muy buen humor, ¿tal vez no habría visto sus llamadas? Imposible, si no fuera porque Namjoon la llamó, ella no habría venido. Entonces... ¿Le estaba ignorando?

Rin pasó todo el medio día y parte de la tarde junto a ellos. Derrotó a Taehyung en uno de sus videojuegos preferidos, ayudó a limpiar el sitio un poco, incluso montó una coreografía con Hoseok para la próxima batalla de rap.

Yoongi estaba cansado de que Rin le ignorara así que decidió salir fuera y encendió un cigarro, seguidamente otro y así continuamente...

- Si sigues así vas a ganarte un cáncer. –habló una voz femenina a su lado.

- No me preocupa esto ahora.

- Debería ¿quieres morir? – él no respondió- Yoongi, así no vas a solucionar nada. No solo no te reencontrarás con quien quieres sino que dañarás a la gente que se preocupa por ti.

- Parece que no sería la primera vez. No eres la primera que ha notado que daño a todos a mí alrededor.

- ¿Y por eso les alejas?

- No soy el único que se aleja ¿verdad? –la miró- Llevas todas estas horas ignorándome, no respondes a mis llamadas... Estás evitándome.

- No puedes culparme por eso Yoongi, tú dijiste que necesitabas aclararte. Hazlo rápido.

- No sé cómo hacerlo y por eso te necesitaba. Pero tienes razón te he alejado... No tengo derecho a pedírtelo.

Volvió a tragar humo de su cigarro. En cuestiones de segundos este desapareció de sus manos y Rin lo pisoteó.

- Negación, negociación, tristeza, ira y aceptación.

Él la miró confundido, no entendiendo nada.

- Necesitas pasar para todas estas fases para superar la muerte de un ser querido. Primero niegas la realidad; no aceptas que esa persona se haya ido. Negociación; negocias con la vida, probablemente de forma secreta, para encontrar una realidad. Tristeza; te das cuenta que lo ocurrido no puede cambiar y te deprimes, sintiendo un enorme vacío en ti. Ira; al darte cuenta de la realidad te enfadas, pues no estarás con esa persona otra vez, te rebelas y piensas ¿Por qué ella y no yo? ¿Por qué nosotros? Esto no es justo. Y finalmente llega la aceptación, la más difícil y de la que más lejos estás Yoongi; aceptas que esa persona se ha ido y que con el tiempo estarás mejor. Eso, eso te llena de paz.

No estoy segura ni de que hayas superado la primera fase Yoongi. Si sigues así no podrás superarlo.

¿Por qué lo decía de forma tan dura? ¿Por qué no confiaba en que él sería capaz de superarlo? Si tan solo tuviera un poco de esperanza en él... Si tan solo ella le ayudara.

- No puedo ayudarte en las primeras dos fases pero cuando llegues a la tercera ten por seguro, que ocurra lo que ocurra, estaré a tu lado. – comentó sin mirarle- Pero las dos primeras debes superarlas tu solo.

- ¿Cómo?

- Debes querer hacerlo.

Yoongi se quedó pensando en lo que le había dicho. Regresó a su casa, se tomó una larga ducha y se tumbó en la cama, apoyando su cabeza en su brazo derecho.

Sintió como su cama se hundía un poco y cerró los ojos fuertemente.

- Buenas noches. –susurró la chica.

- Moon, debemos hablar.

- Claro, dime.

- Esto... Tiene que terminar. –susurró- Tú no estás más conmigo y no he querido aceptarlo todo este tiempo. Creo que es suficiente.

- ¿Lo es? ¿Entonces porque sigues hablando conmigo?

- Porque te necesito. –susurró.

- Creí que querías alejarme.

- No sé lo que quiero Moon. –dijo irritado

- Sigues negando mi muerte, imaginándome todos los días.

- Quiero y necesito que estés a mi lado. Haría lo que fuera para tenerte conmigo.

- ¿Lo que sea?

- Daría mi vida por ti Moon. No puedo soltarte tan fácilmente.

- Buenas noches Yoongi.

- No te... vayas.

Pero era tarde, la chica se fue con un rostro triste, que se reprodujo en el rostro del chico quien, soltando alguna que otra lágrima, se quedó dormido. Su rostro, empapado por la lluvia de lágrimas, no mostraba sentimiento de calma, al contrario, esa noche fue una de las peores desde hacía un año.