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*Meses más tarde*

Yoongi y sus amigos se dirigieron al río. Se sentaron en la hierba recordando ese lugar. Ahora que el asesinato de Moon había sido resuelto hace unos meses, podían sentarse en el lugar de los hechos y poder respirar tranquilos.

- ¿Qué es eso? –preguntó Jungkook achinando los ojos y mirando a lo lejos.

- ¿El qué?

- Hay un ramo de flores en el lugar en el que encontramos a Moon.

Todos miraron el sitio desde lo lejos. ¿Qué hacían ahí en medio todas esas flores? Yoongi se sorprendió, pues no esperaba que nadie hiciera algo así.

Lo más extraño ocurrió seguidamente. Una persona se acercó al sitio que todos observaban. No pudieron distinguir quien era, pues iba con un sombrero en la cabeza. Lo que si vieron fue como se agachó y dejó ahí otro ramo de flores y lo que parecía una foto.

Todos se quedaron en silencio, observando la escena. ¿Quién era esa chica? Su silencio fue lo que hizo posible que los chicos reconocieran a esa chica, no por su aspecto, sino por su voz y lo que decía.

- Hola Moon. Espero no molestar. Sé que este no es tu sitio, pero creí que estaría bien dejar tu huella aquí. Sé que no nos conocemos pero he escuchado maravillas de ti. Principalmente provenientes de Yoongi. Cada vez que me hablaba de ti sonreía de una manera que jamás creí que existiera. Y él me sacaba esa sonrisa a mí con ese gesto innato. Quiero pedirte un favor... Cuídalo por favor. Yo ya no puedo ayudarle, ni salvarle pero tú sí. Por favor, cuídale por mí porque él pensará que ya no, pero aún necesita un pilar en su vida que le ayude a elevarse. Si no puedo ser yo, no quiero que sea nadie más que tú.

Nos vemos la próxima semana. Como siempre.

Entonces ella se fue. Sin darse cuenta de la presencia de los chicos.

Media hora después, ellos decidieron irse a tomar algo. Entraron a un bar bastante sencillo y desierto, y a su vez, muy acogedor.

Un chico llegó atenderlos mientras ellos hablaban sobre lo ocurrido anteriormente.

Pronto se escuchó un ruido en la parte alta del bar, donde estaban situadas unas mesas que tenían más privacidad.

- ¡Perdón! –gritó una voz que ellos reconocieron a la primera.

- Ah, esa chica. –negó con la cabeza a la vez que atendía a los siete amigos- Si no fuera porque realmente sabe cómo alegrarme el día, ya la hubiera echado.

- Si no fuera porque necesito el dinero, ya me habría ido.

Añadió la chica apareciendo por su lado y entonando su mismo tono de voz. Pero ella frenó de golpe. Dio un poco de vuelta y dirigió su mirada a esos chicos que no veía desde hacía meses.

- Por cierto son las siete. Puedes irte si quieres a ver a tu hermano.

- He ido esta mañana. –susurró ella sin alejar la vista del chico de pelo verde casi azul que conocía muy bien.

- Entonces vete antes de que rompas algo más.

Así lo hizo, se giró dispuesta a irse pero una voz la frenó.

- ¿Quieres tomar algo? – Namjoon fue el primero en hablar.

- No puedo, lo siento, normas del trabajo.

- Pero, acaban de pedirte que te fueras ¿no?

Al final no tuvo otra opción que sentarse al lado de Jimin y esperar con ellos a que les trajeran sus pedidos. Durante los primeros minutos hubo un largo e incómodo silencio.

If I die young    » Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora