6. Mirada de salido chungo.

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—¡Hola, Dylan! —me saluda alegremente Key. Creo que no se ha dado cuenta de que estoy con Connor, porque si no, estoy seguro de que se habría asustado por la intensidad de la mirada de Connor. Yo aprieto los labios mientras veo como se acerca a nosotros.

—Maldita sea, ¿qué está haciendo aquí?

Niego con la cabeza hacia Connor. Le dedico una mirada de disculpa y me alejo de él para hablar con Key. No es que quiera que se enfade, pero quiero alejar a Key de Connor antes de que salte hacia él.

—Hola Key —le digo, rascándome la nuca. Estoy más incómoda que en toda mi vida—. ¿Qué estás haciendo aquí?

Él me dedica una de sus resplandecientes sonrisas de anuncio de pasta de dientes. No es el mejor momento para sus sonrisitas, ni mucho menos, pero siento que es una de esas personas que no puede dejar de sonreír nunca.

—Vengo por la prueba de trabajo, ¿y tú?

Se me cae el alma a los pies. La sonrisa falsa desaparece inmediatamente de mi cara, desvaneciéndose lentamente. No puedo creérmelo. ¿No había sido ya demasiada coincidencia que hubiéramos acabado viviendo en la misma ciudad, ser vecinos e ir al mismo instituto como para que fuéramos a trabajar en el mismo sitio?

—¿Qué te pasa? —me pregunta al ver que me estoy poniendo más blanca que el papel, supongo.

Trago saliva y miro detrás de mí. Connor nos está atravesando con la mirada, y cuando veo que Key está mirando en mi misma dirección, deseo que me trague la tierra.

—Es por él, ¿verdad? —me pregunta. Yo no sé qué decir, así que mantengo mi boca cerrada—. No quiere que estés conmigo.

Suspiro. Connor y yo acabamos de arreglar las cosas, así que lo que menos quiero que pase es que se vuelva a enfadar. Le dedico una sonrisa triste a Key.

—Lo siento. Antes se ha enfadado porque le he dicho que voy a ir a La Hoguera contigo.

Key, sorprendentemente, suelta una carcajada.

—¿Está celoso de mí? —interroga, riendo. Ruedo los ojos y asiento—. ¿Tendría que sentirme halagado?

Vuelvo a poner los ojos en blanco y me despido de él para acudir al lado de Connor.

—Adiós, Key.

Vuelvo con Connor. Este tiene la mandíbula apretada y mira a Key con dureza. Mi teoría es que intenta atravesarlo con la mirada. Agarro su mano y se la aprieta. Sus puños se relajan.

—¿Qué hace aquí? —me dice, volviendo su cabeza hacia mí. Cuando me mira, sus ojos dejan la dureza y pasan a ser suaves. Me dan ganas de besar sus labios rosados, pero me contengo para responderle.

—Ha venido para el trabajo. —Sus ojos se abren con sorpresa—. Lo sé, lo sé. Pero quiero este trabajo de verdad.

Él suspira.

—No te voy a impedir que hagas lo que quieras, nena. Siempre que Key no aproveche para ligar contigo en el trabajo... —No puedo evitar sonreír.

—No tienen por qué cogernos a los dos. Solo hay tres puestos, quien sabe a quienes van a coger.

Connor se esfuerza por sonreír. Después de un rato, Bill nos llama a todos y nos reunimos para hacer las pruebas. Lo hago bastante bien, porque ya tengo práctica de haber estado todo el verano trabajando en Foster's. Cuando termino mi prueba estoy satisfecha de mi misma. Connor se cruza de brazos mientras vemos la prueba de Key. Él también lo hace muy bien, y por un momento temo que nos vayan a elegir a los dos. Estoy segura de que Connor se pondría histérico. Cuando se le cae un café, suspiro aliviada.

Never Forget You © [Evans 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora