Never Forget You © [Evans 2]

34. POV Connor [Pt. 3]

La mirada de Ethan Cassie refleja decisión cuando le digo que nos apartemos un segundo de las chicas para hablar con él. No quiero perderlas de vista, así que estamos cerca, pero quiero hablar con Ethan a solas. Conozco a este chico desde apenas unas horas, pero siento que lo conozco de toda la vida, porque es como tener un Connor más joven y mejorado delante de mí. Y tengo la necesidad de proteger a ese Connor. Tengo la necesidad de ayudarle para que no cometa los mismos errores que el Connor mayor.

—Bien, Ethan —le digo, analizando la expresión de su rostro. Yo le había metido en este lío, lo menos que puedo hacer es darle algunos consejos—. Sé que eres el tipo de chico listo. Analizas la situación, memorizas y eres bueno en todo. Pero, estás consciente de lo que estás haciendo entrando a estas carreras, ¿verdad?

Él asiente con decisión. Sabe lo que está en juego, quiere salvar a toda costa a Dess, igual que yo quiero salvar a Dylan. Tengo la ligera sensación que daría su vida por esa chica.

—No te preocupes, Connor —me asegura—. No lo parece, lo sé, pero sé exactamente como son estas competencias y también sé correr. Lo haré bien.

Tomo una gran cantidad de aire y la expulso, asintiendo con la cabeza. Parece que la valentía del chico y su decisión se me habían contagiado. Estaba preocupado, tenía miedo; ¿y si no lo conseguía? ¿Y si, por mi culpa, esa inocente chica acababa en las garras de unos mafiosos? ¿Me perdonaría Ethan? ¿Me perdonaría yo alguna vez a mí mismo?

—Eres como yo, Ethan —le digo, poniendo toda mi confianza sobre sus hombros—. La gente me subestimaba, pero no me importó. —Tomo aire, le dedico una pequeña sonrisa para darle energías. Sé que este chico puede ganar—. La carrera está a punto de empezar, será mejor que Noah y tú os preparéis.

Ethan asintió, aún con la decisión en su mirada, y se alejó hacia Noah, que le esperaba con la moto preparada. Suelto un suspiro y me revuelto el pelo con nerviosismo. Dylan se me acerca y me agarra de las manos, me dedica una mirada de preocupación.

—¿Todo bien? —cuestiona, entrelazando sus dedos con los míos lentamente. La miro a los ojos, su bonita mirada verdosa me sonríe con calidez. Asiento con la cabeza, sonriendo un poquito. Dylan no tiene que hacer nada para que en un segundo todos los males se me pasen. Es mi ancla, ella hace que todo vuelva a su lugar correcto. No sé cómo pude vivir antes de conocerla—. ¿Confías en que Ethan pueda ganar?

—Desde luego —contesto, aprisionándola por la cintura y arrimándola a mí—. Me recuerda a mí, Dyl, es como si estuviera viéndome a mí mismo unos años atrás. Sé que puede hacerlo. Confío en él. Puede que parezca un nerd sin remedio, pero tiene un espíritu de ganador en su interior, y él lo sabe.

Ella asiente con la cabeza mientras sus comisuras tiemblan. Trata de esconderlo, pero sé que está asustada. Asustada por si perdemos y esos malditos la alejan de mí. Asustada por si algo nos pasa. Asustada por si, después de todo lo que hemos pasado, no podemos estar juntos. Asustada por Noah, por Dess, por Ethan, por ella; pero sobre todo por mí.

—Todo va a estar bien, nena, ¿me oyes? —La obligo a que me mire poniendo mis dedos en su mandíbula y dirigiéndola suavemente en mi dirección. Puedo sentir como tiembla por mi mano situada en su cintura—. Saldremos de esta. Siempre lo hacemos.

Cierra los ojos por un momento y se hunde en mis brazos, la abrazo porque esto no es solo duro para Ethan o para mí, también es duro para ella. Quiero abrazarla hasta el fin del mundo y susurrarle al oído lo mucho que la quiero miles de veces, pero me resigno con separarme de ella, los dos con radiantes sonrisas, y dirigirla hacia la salida de la carrera.

Ethan ya está preparado, subido sobre su moto con Noah a su espalda. El castaño se gira durante un segundo, nos ve a Dylan y a mí y nos dedica una mirada decisiva, segura. Yo trato de transmitirle confianza, que es lo que más necesita en estos momentos.