29. La indicada.

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Después de estar un rato en silencio y abrazados, mi teléfono suena. Saco el móvil de mi bolsillo con un suspiro, compruebo quien me está llamando y veo que es Logan. Contesto el teléfono mientras observo a Connor, que tiene la mirada perdida en el horizonte.

―¿Logan? ―contesto, haciendo una mueca con la boca.

―¿Se puede saber dónde estás, Dyl? ―me pregunta, yo me muerdo el interior de la mejilla con nerviosismo. Nos fuimos de la fiesta tan precipitadamente que no nos dio tiempo a avisar a nadie―. Llevo media hora buscándote por toda la casa, tampoco encontramos a Connor.

Alzo las cejas. Un momento, creo recordar como Connor le decía a Noah que nos íbamos.

―¿No te ha dicho Noah que nos hemos ido de la fiesta?

―¿Eh?

Vale, no se lo ha dicho.

―Estamos en la playa de esta mañana. Connor y yo... ―dudo que decir, porque obviamente no puedo decirle que nos hemos largado porque Key se estaba besando con otra chica y para hablar de que le he roto el corazón a Connor. No es plan―. Nosotros queríamos estar un rato solos.

Logan titubea un momento antes de responder.

―¿Y habéis dejado a los únicos que no conocen la ciudad solos en una fiesta? Muy responsable, hermanita.

―Lo siento. ―Me río un poco, no pensé las cosas cuando Connor me sacó de la fiesta, solo quería alejarme de todo por un momento―. Ahora vamos para allá, no os mováis.

Cuelgo el teléfono sin esperar la respuesta de mi hermano, miro a Connor con la cabeza ladeada y una mueca. Sé que él tampoco quiere irse de aquí, tener que afrontar la realidad, pero antes o temprano tendríamos que hacerlo.

―Tenemos que irnos, Connor.

Él me mira a los ojos de repente, están rojos y enjuagados en lágrimas. Me dan ganas de abrazarlo con fuerza y prometerle que no me va a pasar nada, que vamos a conseguir superar todo lo que nos echen encima.

―Prométeme una cosa, Dyl ―me pide, con ojillos de cachorro. Asiento lentamente, él aprieta los párpados y después me sonríe un poco―. Prométeme que nunca te alejarás de mí de nuevo. Prométeme que no volverás a dejarme. Prométeme que nunca volverás a partirme el corazón...

Esbozo una sonrisa y le agarro la mano, acariciándole el dorso con la yema de mis dedos.

―Te lo prometo.


Connor conduce rápidamente por las calles de Los Ángeles en dirección a la casa de la fiesta. Cuando llegamos, nos encontramos con Hunter, Bianca, Logan, Summer y Noah mirándonos con los brazos cruzados. Sonrío un poco, como disculpándome.

―Espero que hayáis tenido tiempo para procrear, habéis tardado una eternidad en venir.

Siento mis mejillas enrojecer cuando oigo a Noah, Connor se acerca a él con una falsa sonrisa y le da un golpe en la nuca. Noah se queja, los demás solamente ponen los ojos en blanco.

―¿Nos vamos a casa? ―cuestiono, ladeando el labio. Yo no tengo ganas de volver a la fiesta y, por los ojos de cansados que tienen todos, me da la sensación que a ellos tampoco.

 ―Está bien, creo que ya hemos tenido mucha fiesta por hoy ―contesta Logan, sacudiendo la cabeza. Está agarrando de la mano a Summer, no digo nada, solamente alzo mis cejas y sonrío un poco―. ¡Todos a los coches!    

Logan, Summer y Noah se van por un lado en el coche de papá, Connor me arrastra de la mano hacia su Audi, con Bianca y Hunter pisándonos los talones. Cuando abro la puerta del coche y voy a entrar, alguien me agarra de la muñeca y me impide el movimiento. Frunzo el ceño mientras me giro, cuando me encuentro con los ojos dorados de Key quiero darme media vuelta y gritarle a Connor que arranque el coche. Pero no lo hago.

Never Forget You © [Evans 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora