Cierro la puerta de mi casa con una sensación que está entre la felicidad y la ficción; no puedo creerme que esta noche haya sido tan genial. ¿Acaso Key es real? ¿Acaso puede existir un chico tan perfecto? ¿Es que es legal?
Apoyo la espalda en la puerta y dejo escapar un suspiro de entre mis labios. Estoy feliz, cansada, aún alucinada por lo que ha pasado. Supongo que son los efectos secundarios de salir con Key Coleman. Me paso las manos por la cara y me froto los ojos para despejarme un poco; debería irme directamente a la cama para poder soñar con Key y tener mañana energías para estar con mi familia y amigos.
Así que, muy a mi pesar, despego la espalda de la puerta y me paso las manos por los vaqueros, estoy a punto de recogerme el pelo en una coleta cuando veo de refilón como mi madre sale del salón y se apoya en el marco de la puerta para observarme.
―Hola, Helen. ―Aún no me he acostumbrado a llamarla mamá, es extraño para mí.
―Dylan, te voy a preguntar una cosa, y solo lo voy a hacer una vez, ¿está bien? ―Yo elevo una ceja y ella me mira, seriamente, cosa que me da un poco de miedo, la verdad―. ¿Estás engañando a Connor?
Primero me quedo en shock. Parpadeo varias veces para cerciorarme de que lo que he oído es real. ¿De verdad mi madre me ha preguntado eso? ¿De verdad voy a tener que tener esa conversación con ella ahora? Y yo que quería irme a la cama feliz...
―¿Q-qué? ―balbuceo. Helen no aparta sus ojos exactamente iguales a los míos de mí, son tan serios que me da miedo decir algo inapropiado―. ¿D-de qué estás hablando?
―Key y tú os estabais besando hace un momento. ―Mis ojos se abren como platos y se me corta la respiración. ¿Ha visto eso? Maldita sea...―. ¿Quieres hablar de ello?
―Yo...
Ella eleva una mano indicándome que cierre mi boca, así que, por una vez en mi vida, la hago caso y me quedo callada mientras ella suspira.
―Mira, cielo, sé que no soy la más experta en amor, y mucho menos en lo que debe o no hacer una adolescente enamorada, pero solo te diré que engañar a alguien no es bueno. Connor es un buen chico en el fondo. No se lo merece. Key es un buen chico, pero si estás realmente enamorada de Connor, no le deberías hacer algo así. Y si estás enamorada de Key...
No puedo soportar que siga diciendo cosas así, y además está a punto de hacerme estallar en un mar de lágrimas, así que decido interrumpirla. Es la primera vez que de verdad siento que se preocupa por mí.
―Mamá. ―Es la primera vez que la llamo así y a ella no se le pasa por alto, una pequeña sonrisa se instala en sus labios―. Connor y yo ya no estamos saliendo.
―¿Qué? ¿Por qué?
Yo esbozo una sonrisa triste y me echo el pelo hacia atrás. No tengo muchas ganas de hablar de ello, pero mi madre está preocupada por mí, esta vez de verdad, y no puedo desperdiciar un momento así.
―Él hizo cosas... que me obligaron a no volver a confiar en él. Y, además, fue él quien rompió conmigo.
Mi madre asiente, como tratando de procesar la información. Deja de intentarlo, Helen, no funcionará.
―¿Hace cuánto de esto?
―La misma semana que llegó a casa, un par de días antes de que lo acogiéramos.
Mi madre se pasa una mano por el pelo rubio y corto y suelta un suspiro. Se lo voy a tener que explicar todo y, contrariamente a lo que pensé en un inicio, en verdad no me molesta.
―¿Por qué no me dijiste nada? No os habría hecho dormir en la misma habitación, y menos en la misma cama... ¡oh, Dios mío! ¡Metí a dos adolescentes hormonados que acababan de romper en la misma cama!
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Never Forget You © [Evans 2]
Teen FictionEl último año de instituto aspiraba a ser el más aburrido, deprimente, y costoso de todos, o al menos para Dylan Hudson. Porque cuando tienes que empezar una nueva vida, en un nuevo país, con tu novio en la Universidad que parece estar reuniéndose c...