—Sabes hacia dónde estamos yendo, ¿verdad?
Pongo los ojos en blanco mientras camino entre la gente a base de empujones, Ethan me sigue, pisándome los talones, y no deja de hacerme preguntas que van a hacer que me explote el cerebro. Alzo la mirada en busca de una cabellera rubia y otra pelirroja, comienzo a impacientarme de nuevo porque no las veo por ninguna parte.
—No están donde las dejé la última vez que las vi. —Me paro en seco y me llevo los dedos al puente de la nariz, para masajeármelo. Me niego a pensar que alguien ha podido cogerlas y llevárselas, este lugar está lleno de personas con pasados oscuros y tenebrosos... de repente me acuerdo de la amenaza de Alex y me giro hacia el castaño, que tiene que detenerse de pronto para no tropezarse conmigo—. Alex Hunters me advirtió sobre Dylan y Dess.
Ethan abre sus ojos con confusión, tuerzo el gesto, no sé cómo decirle esto. A mí se me cayó el mundo encima, no quiero que le pase algo similar a un chico más joven que yo. No quiero que cometa mis mismos errores.
—¿Qué te dijo? —cuestiona, con un timbre de preocupación en su voz. Me compadezco de él, al menos yo tengo experiencia en esto de perder a mi chica una y otra vez, no conozco la historia de ellos dos y lo que habrán tenido que pasar, aunque parece complicada.
—Alex es parte de una mafia a la que le debo dinero, es mejor no preguntar por qué... me amenazaron con que si no tenía una determinada cantidad de dinero para mañana, se llevarían a Dylan, pero Alex me vino a decir que el plazo se había adelantado a hoy porque la policía les estaba buscando. También me dijo que Dess había sido añadida al precio y que si no gano se las llevarán a las dos... no puedo permitir que eso ocurra.
Ethan se me queda mirando impactado, analizando las palabras como el chico listo que es. Siento pena por él, sé exactamente por lo que está pasando. Mi mirada se topa con la suya, veo la preocupación y la desesperación reflejada. Quiere salvar a esa chica a toda costa.
—Tengo que correr.
Su respuesta me descoloca. No había pensado en ello, pero no es mala idea. Él quiere salvar a Dess, yo quiero salvar a Dylan, si nos unimos, da igual quién de los dos gane, las tendremos de vuelta pues podremos pagar la deuda.
—¿Estás seguro de que quieres hacerlo? Es peligroso. Y necesitas a una chica. Lo siento, amigo, pero creo que Alex llevará a Dess en la moto sean cuales sean las circunstancias —le digo. Ethan asiente, muy seguro de sí mismo.
—Estoy seguro. Tengo que estar ahí para Dess, tengo que salvarla.
Sonrío ampliamente. Ethan haría lo que fuera por salvar a Dess, se le nota en la mirada y en la fuerza de sus palabras. Y eso hace que me recuerde a mí. Algo me dice que Ethan ha tenido que pasar por muchos baches antes de llegar al punto en el que está ahora.
—Entonces, tendremos que encontrarte una chica y una moto.
Seguimos nuestro camino, ahora buscamos tres cosas: una chica para Ethan (una que, a poder ser, tenga dos dedos de frente), una moto, y a las chicas. Necesito asegurarme de que Dylan esté bien y que no haya ningún depravado mirándola o tocándola como si fuera una cualquiera, porque no lo es. Ella es única y tengo que protegerla cueste lo que cueste.
Me pongo de puntillas para mirar por encima de las cabezas; soy bastante alto, sí, pero aquí hay chicos de mi altura e incluso más. Es complicado buscar a dos chicas entre esta multitud. Estoy tan concentrado en mi tarea que no me doy cuenta de que una chica viene hacia mí y colisiona contra mi cuerpo, cayendo al suelo.
—¡Mira por dónde cheetos vas! —me grita la chica, con el ceño fruncido. No puedo evitar reírme. ¿Cheetos? ¿Qué clase de insulto es ese?
—¿Noah? ¿Qué bichos haces aquí?
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Never Forget You © [Evans 2]
Novela JuvenilEl último año de instituto aspiraba a ser el más aburrido, deprimente, y costoso de todos, o al menos para Dylan Hudson. Porque cuando tienes que empezar una nueva vida, en un nuevo país, con tu novio en la Universidad que parece estar reuniéndose c...