El diario de una Nerd

Capítulo 14: "Me gustas".

Ya se acercaba la hora de salir con Jaden a la heladería y no sabía que ponerme.

Le pedí ayuda a Chloe, ella sabe mucho de moda y me ayudó bastante para elegir lo que usaría.

Me coloqué una blusa celeste de un tono pastel, algo suelta y unos jeans blancos ajustados que no uso muy seguido.

Me maquilló un poco los labios con brillo labial, y fui a verme en el espejo.

—Has hecho un gran trabajo, ¡me encanta! —dije emocionada.

—Gracias, te ves muy hermosa, seguro impresionarás al chico.

—¿Cómo sabes que se trata de un chico? —pregunté frunciendo ligeramente el ceño.

—Intuición femenina —dijo divertida.

—Claro, intuición femenina —dije en una corta carcajada.

Vi la hora en mi celular.

—¡Ya es hora, tengo que irme!

—Suerte —dijo.

Sonreí antes de salir por la puerta de su habitación.

Cerré la puerta lentamente y sentí que alguien estaba detrás de mí y me volteé.

—¿A dónde te crees que vas? —preguntaron Bryan y Jackson al mismo tiempo.

—Voy a salir.

—¿Con quién? —volvieron a decir al unísono.

—Ya basta con el interrogatorio, saldré con un chico, Jaden —dije tratando de pasar por en medio de ellos dos para irme.

—Espera, espera, ¿hablas del idiota que llegó tarde contigo a la clase de ciencias? —preguntó mi hermano.

—Eh, ¿sí?... Y no le digas así, es muy lindo.

—Sam, soy tu hermano y debo protegerte. Ese chico no me da muy buena espina —respondió con el ceño fruncido.

—No. Es que ningún chico que yo conozca te da buena espina, eso es lo que pasa. Ya déjame ir.

Los dos bufaron y comenzaron a maldecir cosas mientras yo bajaba las escaleras.

Tomé un taxi y fui a la heladería en la que efectivamente estaba Jaden.

—Hola, linda —me saluda con un beso en la mejilla.

—Hola —sonreí.

—Sam, quería hablar contigo, sobre... —comenzó a ponerse nervioso.

—¿Qué sucede? —solté una risita burlona.

—Cuando te conocí hoy en la escuela, yo... Jamás había sentido cosas por alguien, como lo que siento por ti. Eres diferente y eso me gusta.

—¿Diferente? —pregunté.

Sentí que mis mejillas arder.

—En el buen sentido, claro. Eres especial.

¿De qué está hablando? ¿Se está declarando?

—No entiendo.

—Me gustas mucho, Sam —tomó mis manos sobre la mesa—. Sé que es demasiado rápido pero apenas te conocí hoy y siento que eres perfecta —sonrió.

Este chico está mal, muy mal, ¿cómo puede gustarle una persona así de rápido?

«Amor a primera vista, Sam.»

Bien, bien. Jaden seguía sonriéndome y yo aparté la vista hacia afuera de la heladería y... ¿Era Mackenzie y Bradley los que estaban caminando por ahí como dos tontos con bolsas de compras del otro lado de la calle?