Voten y comenten *-* <3
Día 4 sin Bradley.
Esto me resulta verdaderamente tan devastador que genera estragos en mi moribundo ser de solo pensar que no le importo, porque si lo hiciera, al menos contestaría a alguno de mis mensajes de texto, los cuales preguntaban uno tras otro, con mayor desasosiego que el anterior, el saber si se encuentra bien o qué le ha ocurrido. Porque lo admito: él me importa. Bradley me importa tan malditamente tanto que el saber que... me ha abandonado luego de aparentemente haberme usado después de lo innombrable, haría de mi felicidad y tranquilidad una completa desdicha, que el susodicho podría compararse con una bola de demolición azotando sin clemencia alguna las paredes de mi corazón.
Así se siente el terrible ramalazo del abandono.
Y puedo asegurar que no exagero.
—Hay algo que he notado a lo largo de mis años enseñando a estudiantes de West High —la voz de la profesora Clayton llamó mi atención por primera vez desde que entré a la clase de Ciencias—, y es que, ustedes están entrando a una nueva etapa de sus vidas: la adultez, donde muchos de ustedes ya están experimentando aquello que conocen como amor. Y puedo deducirlo porque desde mi perspectiva noto cómo se distraen con tanta facilidad, ya sea con su otro par o porque están padeciendo lo más terrible de la etapa amorosa: el dolor; a esas personas solo quiero darles un consejo: sean fuertes. El amor puede doler, pero si la ventisca de la tempestad es muy fuerte, aférrate al timón hasta donde más puedas, si quieres ver el arcoíris al final de la tormenta —y con eso, finalizó con la última clase del día para marcharse de la sala, dejando a más de uno atónito por su consejo.
Tomé mis cosas para tratar de salir de ahí lo antes posible. Con mi mente maquinando más que nunca y con las palabras de la señora Clayton haciendo eco en mi mente, me propuse regresar a casa caminando para aprovechar del aire fresco y hacer un orden de mis pensamientos de una vez por todas.
Me topé con un puesto de libros en mi camino, así que me detuve un momento a ver si encontraba algún libro con el cual poder desahogar mis penas al identificarme con la desdichada protagonista, pero hubo algo que llamó más mi atención: un periódico colgado que en su primera plana yacía un escrito que tenía en su título un «Súbita desaparición de un efebo». Mis ojos se agrandaron de solo deducir las posibilidades de lo que podía tratar la noticia, así que no dudé en tomar el diario, pagarle a la chica del puesto e irme lo más rápido posible a casa.
Apenas pasé por la entrada de mi casa, cerré la puerta estruendosamente ante el silencio para dejarme deslizar sobre su superficie hasta caer sentada en el piso. Saqué el periódico de mi mochila, y con mis manos temblorosas, lo desplegué frente a mí para leer en la primera página lo que tanto me mortificaba por saber.
Mis ojos recorrían el escrito de arriba a abajo una y otra vez sin poder creer todavía mi ingenuidad. Trataba de todo menos del chico que hasta ahora mi conciencia consideraba desaparecido. Qué tonta.
Cuando tomé el periódico por primera vez juraba haber visto al chico castaño de ojos azules en la fotografía del desaparecido. Ahora, Samantha Williams, además de ingenua, esquizofrénica gracias a que mi mente está empezando a jugarme malas bromas, haciéndome ver alucinaciones.
Definitivamente necesito un doctor o... lo que sea que cure mi consternación.
Necesito a Bradley.
Día 8 sin Bradley.
—Esto es insoportable.
—Lo es.
—Creo que no me estás entendiendo.
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El diario de una Nerd
Teen Fiction(HISTORIA COMPLETA) Samantha Williams no es nada más y nada menos que otra chica que recorre fantasmalmente los pasillos de West High. Aún en sus dieciséis tristes años de vida, nunca se interesó en un chico, ya que tenía su cabeza metida entre los...