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Él la miraba desde lejos, sus ojos azules estaban fijos en ella y no podía apartarlos.
La joven no reparaba en la mirada insistente de cierto castaño sobre ella, al parecer el libro que ella leía era demasiado interesante.
—Pareces un acosador—murmuró Peter, su mejor amigo.
—No molestes—gruñó Harry.
—Vamos Osborn, ve y habla con ella. Apuesto que no muerde—se burló el chico de ojos marrones.
—Já, que gracioso, Parker—respondió el ojiazul, apartando la mirada de la chica.
—Oh, ¿no me digas que el gran Harry Osborn tiene miedo?
Él chico lo miró con los ojos entrecerrados y se levantó de su silla.
—Veremos quien tiene miedo, Parker.
Poco a poco fue avanzando hacia ella.
Ahora, a una distancia considerable, podía ver los gestos que hacía mientras leía y a él le pareció aún más hermosa.
—Hola, Ellen—saludó y ella alzó la mirada hacia él.
—Hey, Harry, ¿qué sucede?—preguntó dejando su libro, no sin antes colocar el marcapáginas.
—Yo, eh, nada. Sólo... sólo me preguntaba si, bueno—balbuceo el chico y ella lo miró expectante.
—¿Sí?—preguntó ella, insistente.
—Si tienes la tarea de Química—soltó suspirando.
No había podido decirle lo que de verdad había estado pensando.
—Sí, por supuesto—respondió la chica algo decepcionada, pensaba que iba decir otra cosa.
"Pero que ingenua eres, Ellen. Él nunca podría corresponderte" se regaño a si misma.
Por otro lado, Peter miraba a su amigo y negaba repetidas veces. Sabía que no le había podido decir nada. Giró los ojos y sacó su teléfono para enviarle un texto.
"¿Decías Osborn?, eres un miedoso, HAHAHA"
Él ojiazul sintió su celular vibrar y lo sacó distraído. Leyó rápido el mensaje y bufó.
"Jódete, Parker."
La chica lo miró extrañada, por la expresión que tenía su rostro.
—Uh, Harry, entonces ¿vas a necesitar la tarea?—preguntó y él chico la miró fijamente.
—Sí, sí, por supuesto—dijo atropellado.
"No le vas a decir nada ¿verdad?. Avísame, yo si la invito a salir"
Peter volvió a escribir el mensaje con una risa baja, aunque realmente él nunca lo haría por su timidez, sabía cómo reaccionaría Harry.
Él castaño apretó la mandíbula y respiró profundamente llenándose de valor.
—No, no la necesito Ellen. Lo que quería decir desde un comienzo es, ¿Te gustaría, es decir, si tú quieres, salir conmigo?
La chica lo miró con los ojos abiertos de par en par y trago en seco.
—¿Qué?—preguntó pasmada.
—Yo... eh, nada, olvídalo—dio unos pasos hacia atrás, decidido a irse.
—Sí quiero salir contigo, Harry—murmuró Ellen, sonrojada.
Harry sonrió abiertamente y volteó a mirar a su amigo disimuladamente. Le levantó una ceja y Peter sonrió en respuesta.
—Entonces, ¿después de clases?—preguntó con una sonrisa ladeada.
—Suena bien—respondió ella.
—Genial. Hasta luego, mi chica de los libros—se despidió él, dejando un beso en su mejilla.
La chica se sonrojo completamente y bajó la mirada, murmurando una despedida.
Después de unos cortos minutos, volvió a levantar el rostro y sintió unos labios contra su frente. Harry se separó de ella con una sonrisa coqueta.
—Ahora si, hasta luego—le guiñó un ojo y se encaminó al lado de Peter. Dejando atrás a la chica conteniendo el aire, completamente avergonzada.
