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Alex POV's
La miraba del otro lado de la sala, ella parecía muy feliz. Sonreía por todo, parecía que Remy de verdad la trataba bien.
Todos pensarían que ella era la más feliz del mundo si no la conocieran. Tenía una enorme sonrisa en sus labios pero, sus ojos no tenían la misma felicidad. Pero a mí no se me escapaba eso.
Sabía lo que ella estaba pasando, sabía que ella no era feliz. No del todo, al menos.
Vi con atención como Remy le daba un beso y se marchaba. Sin perder el tiempo me acerqué a ella con una sonrisa que trataba, con todas mis fuerzas, que pareciera real.
—¿Cómo estás, Lahey?—pregunté, utilizando su apellido. Sabía que no le gustaba que yo la llamase así y yo bromeaba con eso.
—Bien, hasta que me dijiste Lahey—respondió con una sonrisa cínica—Mi nombre es Breeze no Lahey, repite conmigo Bree-ze, Breeze.
—Okay, Bree-ze—bromeé y ella sonrió negando—¿Algo planeado para esta tarde, Bree?
La sonrisa que antes tenía dibujada en su cara se cubrió por un manto sombrío, miró hacia abajo y pude notar dolor en sus facciones.
—¿Estás bien?—pregunté y ella levantó la cabeza con una sonrisa fingida.
—Lo estoy, no tengo planeado nada—se quedó callada y añadió con una sonrisa—¿Sugerencias, Summers?
—¿Te apetecería ver un maratón de películas?—sugerí nervioso y ella sonrió. Sabía que le gustaría la idea, ella amaba las series y películas.
—Genial, ¿tu habitación o la mía?—preguntó y mis mejillas enrojecieron levemente—a menos que quieras que los demás se nos unan.
Sonreí inconsciente, ella no estaba dándose cuenta que sus palabras podían tomarse con otro sentido, mucho más en mi cabeza.
—Mi habitación—respondí y ella asintió. Le tomé la mano y juntos fuimos a mi habitación.
Al llegar, lo primero que hizo fue arrojarse a mi cama, algo que acostumbraba a hacer.
—Entonces, tenemos acción, comedia, terror, romance—informé y ella hizo una mueca.
—No, por favor, romance no—dijo con desagrado y la miré sonriendo.
—¿Terror?—inquirí.
—Terror—respondió quitándome la película de las manos.
Estábamos por nuestra segunda película cuando ella dejó reposar su cabeza en mi brazo y me preguntó algo que me tomó por sorpresa.
—¿Por qué nos enamoramos de las personas equivocadas, Alex? ¿Por qué nos damos cuenta que tenemos a la persona correcta cuando es tarde?
—El corazón muchas veces no quiere escuchar al cerebro, mientras que el corazón vive por impulsos, el cerebro es racional. Es por eso que hay una pelea interna en nosotros y la mayoría de veces terminamos eligiendo incorrectamente—respondí y ella suspiró—A veces no es tarde para elegir a la persona correcta, a veces esa persona te está esperando.
Ella me miró brevemente y bajó la cabeza.
—¿Por qué lo preguntas, Bree?—cuestioné curioso.
—Por que yo elegí incorrectamente—murmuró con la voz ahogada.
—¿Por qué dices eso?—pregunté y vi como contenía las lágrimas.
—Por Remy, él aún sigue enamorado de Rogue, eso no cambió nunca y no cambiará—susurró—aunque esté conmigo piensa en ella. Yo los vi ayer, sólo que seguimos fingiendo que somos felices. Y aún no tengo la jodida idea de por qué.
Y entonces hice lo único que podía hacer, lo único que quería hacer. La tomé entre mis brazos y la atraje hacia mí, acostándome con ella encima mío.
—Él no merece tu dolor—le susurré con mi pecho llenándose de odio, odio hacia Remy—tú no mereces eso.
Ella sollozo y le acaricié la espalda, deseando poder calmar sus sollozos con mis besos.
—Sé que podría tratarte mejor—la aferré más a mí—sé que puedo tratarte mejor de lo que él puede.
Ella miró mis ojos y me perdí mirando sus ojos avellana.
—Alex—susurró y la silencié.
—Dime quien era la persona correcta de la que hablabas—pedí.
—Tú, eras tú, Alex. Siempre fuiste tú—respiró profundo y su voz tembló—¿Es tarde para nosotros?
—Nunca, princesa, nunca—negué y tomé sus mejillas para besarla. Pero otro no quería que eso pasara.
La puerta comenzó a ser golpeada ocasionando que nos separaramos.
Me levanté y abrí la puerta mientras ella se sentaba en mi cama.
—¿Bree está contigo, Summers?—preguntó Remy del otro lado y no me dejó contestar cuando la miró—aquí estás, hermosa. Vamos.
—No puedo irme, Alex y yo estamos viendo películas—contradijo ella y sentí algo reconfortante al oír que ella me elegía sobre él.
—Necesitamos hablar, cariño—LeBeau habló con voz tensa, ella me miró y asentí. Breeze se levantó y caminó hacia él. Remy la tomó del brazo y se alejó con ella.
Suspiré y me senté en la cama luego de cerrar con fuerza la puerta, mis manos desordenaban mi cabello. Me acerqué a mi ventana y observé el cielo, ya estaba oscuro. Miré el jardín hacia donde daba vista mi ventana.
Remy y Breeze estaban ahí, él parecía muy enfadado y ella comenzaba a estarlo.
Él dijo algo que hizo que ella tuviera una mueca de dolor en el rostro. Y empezó a gritar.
—Se acabó, LeBeau, se acabó. Haz lo que se te pegue tu jodida gana. Si quieres ve y tiratela, me da igual—su voz se escuchaba entrecortada. Él frunció el ceño cuando ella comenzó a alejarse.
—No me dejes hablando sólo—gritó de regreso—Tú no puedes dejarme.
Él la tomó del brazo con fuerza y decidí salir a protegerla. Pude salir rápido ya que mi habitación estaba en el primer piso. Corrí hacia ellos y lo empujé lejos de ella.
—No la vuelvas a tocar, imbécil—le grité.
—¿O qué, Summers?—preguntó riéndose—¿Me vas a golpear?
—¿Sabes que puedo destrozarte si es que quiero? ¿lo sabes, verdad?—lo amenacé y me acerqué a él, tomándolo de la camisa—te veo cerca de ella y te mato, la tocas y te mato ¿Entendiste?
Lo solté y lo hice caer sobre el césped.
—Hablo en serio—dije antes de tomarla en brazos y llevarla a dentro.
Fui con ella en mis brazos hasta mi habitación donde la dejé en mi cama, ella me abrazó con fuerza y yo escondí mi rostro en su cuello.
—Yo puedo tratarte mejor—susurré sobre su piel y la sentí estremecerse—yo te trataré mejor, lo prometo.
